viernes, 6 de junio de 2025

C.- Descripción del templo de Santo Andrés: textos

 

Puerta principal. Visita de Fray Albino, Obispo de Córdoba (1952)

            Después de la publicación de varias entradas referidas al contenido resulta imprescindible ir dando detalles sobre el continente. Tanto uno como el otro, apuntan al mismo modelo de templo. Ambas perspectivas resultan imprescindibles y complementarias para aproximarnos –con rigor y en la medida de nuestras posibilidades- a como era en realidad el edificio más significativo de toda la historia de Alcaracejos.

1549

            Aunque tenemos constancia de una Visita General realizada en 1549 por el licenciado Matienzo[1], no conocemos referencias que nos remitan a una descripción del aspecto original del templo.

1589

            Sin embargo, gracias a la Visita de 1589, conservada en el Archivo Diocesano de Córdoba, hemos conseguido una reseña muy aproximada de cuál podría ser el aspecto de la parroquia. Reproducimos el texto:

            "Luego visito el cuerpo material de la dicha iglesia, el cual tiene una nave de arcos de cantería atravesados de ancho a ancho de moldura y la capilla mayor[2] de menos ancho que el cuerpo de la iglesia, labrada de cantería e bóveda de lazo y media naranja, con un retablo dorado en el altar mayor tan grande como el testero, de cinco órdenes de imaginería, moldura y talla bien acabado. El suelo de la iglesia no está solado. El techo de ella de arco a arco, sus vigas de madera tosca, sin corteza, mal labrada y cañas, desde la peana del altar mayor a un lado están cuatro escalones que suben a la puerta del sagrario, todos cubiertos de azulejos."

            Según estas líneas podemos admitir que cuando se visitó el templo, únicamente existía la nave principal, el presbiterio y, probablemente, la capilla del Sagrario, situada en el lateral del Evangelio. Esto no significa que el espacio de culto se redujera únicamente a lo antedicho, pues en el resumen de las cuentas de fábrica, remitido por el párroco de Alcaracejos al Obispado en 1589, se advierte ya la sacristía, situada, según tradición oral vecinal, cerca del altar mayor[3]. En el citado resumen de cuentas podemos leer que:

"Adobío de una esquina: Descargásele más cinco mil y ochocientos veinticuatro maravedíes que según la relación de su libro parece haber gastado en adobar y hacer la pared de la sacristía de piedra labrada."

1563

          Juan Ocaña afirma que “En 1563 es creado el Pósito Municipal de Alcaracejos y la parroquia bajo la advocación de San Andrés, que es su patrón[4]”, pero no indica dato alguno ni sobre su fuente ni sobre la estructura ni origen del edificio.

1755

            El 1 de noviembre de 1755, festividad de Todos los Santos, tuvo lugar el destructivo terremoto de Lisboa. Hasta los Pedroches llegaron sus efectos. Al ser fiesta y alrededor de las 9:30 de la mañana, a muchas personas las pilló en misa, en el interior de las iglesias. El rey, Fernando VI, ordenó una encuesta a toda España para conocer bien lo ocurrido. Respondieron 1273 localidades[5]. De ellas, diez eran de Los Pedroches. El corregidor de Torremilano informó sobre lo ocurrido en Alcaracejos. De su informe entresacamos que “sus habitantes, reconocieron que se producía un terremoto de bastante violencia al ver que todos los edificios de casas y, especialmente, los de la Iglesia del Señor San Andrés, Parroquial de esta villa, temblaban que parecían querer venirse a tierra”. “Desampararon las casas, y también todas las personas que se hallaban en dicha Iglesia, se salieron intrépidamente temiendo y discurriendo se caía toda”. Más adelante se dice que: “Sólo algunas paredes quedaron quebrantadas, y de la capilla mayor de dicha Iglesia cayeron algunos terrones y se reconocen en ella algunas aberturas. En cuanto a personas, no hubo desgracia alguna”.

1840

          De las Casas-Deza, en 1840 publica su Coreografía y refiriéndose a la iglesia de Alcaracejos expone que: “En 1.780 contaba 206 vecinos y 450 personas de comunión. La iglesia parroquial está dedicada a San Andrés: tiene seis altares y una capilla que es el Sagrario. El retablo del altar mayor es obra del siglo XV o de muy a principios del XVI y en él se ven muy buenos adornos de talla y pinturas en tabla, nada despreciables. Según la costumbre de aquellos tiempos, está el sagrario de este altar al lado del evangelio, y, por haberse hecho otro sagrario nuevo en el medio, se ubica en el antiguo un rostro divino.

          La iglesia, que es de pobre fábrica, tiene una nave, y los libros parroquiales principian: los de bautismos en 1554: los de matrimonios en 1578, y los de difuntos en 1615. Tiene un solo cura. Inmediato a la iglesia está el cementerio que se hizo en 1821”.

1845

          Es el turno ahora de Pascual Madoz y su Diccionario Geográfico de 1845. Dice así: “La iglesia parroquial (San Andrés, Alcaracejos) es de pobre construcción, de una nave, y los libros parroquiales principian: los de bautismos en 1551; los de matrimonios en 1578, y los de difuntos en 1615. El curato es de entrada, servido por un vicario rector, perpetuo, de nombramiento de la corona o del diocesano, según el mes en que ocurre la vacante, siempre previa oposición; un sacristán nombrado por el diocesano y dos acólitos. Tenía la iglesia en su inmediación el cementerio, que dejó de usarse en 1.841, de orden del señor Iznardi, jefe político de la provincia, construyéndose uno en 1842 inmediato a la ermita de la Magdalena, extramuros, al Norte de la población. Otra ermita, que se está hundiendo, dedicada a San Sebastián, se halla al Sur en lo alto de la cordillera que domina la villa; y habiéndose arruinado completamente la de Santa Ana, la imagen de la tutelar se trasladó a la parroquia. El término es común con el de las siete villas de los Pedroches”.

1965

          Del siglo XIV no tenemos referencias escritas sobre Alcaracejos. Sin embargo hay un dato significativo: En marzo de 1965 se construyó el actual templo parroquial y en ese mes la Delegación Provincial de la Vivienda de Córdoba autorizó importantes mejoras en el proyecto “Iglesia y dependencias parroquiales de Alcaracejos”. Entresaco –literalmente- la que se refiere a “1 (A) PORTADA ANTIGUA: Se propone colocar en la puerta lateral, ahora a la izquierda, la antigua portada de la Iglesia destruida que, aunque tiene bastantes desperfectos, es del siglo XIV y se podrá colocar por el paramento interior de la nave, para evitar que los agentes exteriores la descompongan más. Con ello se salvaría una pieza de gran valor histórico para el pueblo”. Dicha mejora está valorada en 4.901’76 pesetas. Intuyo que detrás de este acierto estaba Daniel Sánchez Puch, arquitecto y director del proyecto, persona de sólida formación y fina sensibilidad artística. Ignoro de dónde sacó que la portada –hoy visible en el interior de la actual parroquia- es del siglo XIV.

1981

          De sumo interés resulta lo expuesto por Nieto Cumplido: “No hay base para fechar la destruida parroquia. Los restos que han llegado a nosotros pertenecen a los finales del XV, o más bien, a principios del XVI”. El Almanaque del Obispado de 1875 dice que su construcción era árabe, de mampostería. Posiblemente su estilo general era el gótico mudéjar, propio de las iglesias de este momento. “De su primitiva fábrica y de su estado anterior a la guerra, solo queda la portada principal, hoy colocada como reliquia en el interior del templo. De planta muy irregular —como se verá más adelante— hay constancia de contrafuertes en algún lienzo de muro. Según tradición oral, todas sus tallas, altares y pinturas se perdieron en el periodo 1936-1939. La portada subsistente es de estilo gótico, ligeramente conopial, con gruesas bolas formando arrabá que se repiten bajo la línea de imposta. Este adorno de bolas, así como el pequeño conopio, incluso en los dinteles de muchas casas, es propio de la arquitectura de esta zona, todo ello de labor tosca”[6].

Portada antigua en el interior del templo actual (1980)

Comparación: Parroquia de San Mateo de Villanueva del Duque

          Desde mi niñez oí, en mi familia y a la gente mayor del pueblo, decir que “el templo más parecido de la comarca a la desaparecida iglesia de Alcaracejos era la parroquia de San Mateo de Villanueva del Duque”. Evaporado el edificio de San Andrés, la mirada de muchos mojinos se focalizó en el templo vecino dedicado a San Mateo. Por fortuna sobrevivió intacto a la contienda.

          En mi opinión, no son templos gemelos, quizás algo mellizos y, sobretodo hermanos. Al analizar ambos, resulta evidente cierto parentesco. Coincidencias exactas no aparecen, pero detalles muy similares, bastantes. Veamos:

-      Ambas parroquias tienen nombre de apóstol, como otras de la comarca.

-      Las dos disponen de una única nave y tienen la misma orientación.

-      Sus fachadas son de sillería; se localizan dos puertas; el tejado de ambas es a dos aguas; el acceso a los respectivos campanarios se hace por sendas escaleras de caracol[7]; en las dos se usan contrafuertes en los muros…

     - Robustas pilastras laterales sostienen arcos trasversales apuntados.

-      Sus dimensiones –sin entrar en muchos detalles- son similares: San Mateo tiene 9’936 metros de anchura, 35’604 metros de larga y 11’592 metros de alta. La antigua Parroquia de San Andrés prácticamente coincide en longitud y altura y su planta presenta anchuras variables a lo largo de la nave. Cifras aproximadas, sacadas de diferentes planos nos dan unos valores medios de 34 metros de longitud, unos 12 metros de altura y la anchura oscila entre los 11 metros de la fachada y 14-15 metros en algún tramo del interior, o sea que el templo de Alcaracejos sería unos metros más ancho que la parroquia de San Mateo.

-      Molinero Merchán, J.A. sitúa la construcción de San Mateo en el siglo XV[8], fecha por la que apostamos para la construcción de la antigua parroquia de Alcaracejos.

En ambos templos, la sacristía se sitúa en el costado del Evangelio. 

Fachada lateral. Parroquia de San Mateo. Villanueva del Duque

Fachada principal. San Mateo. Villanueva del Duque




[1] Fue uno de los protegidos de Leopoldo de Austria (Obispo de Córdoba desde 1541 a 1557 e hijo ilegítimo del emperador Maximiliano I de Austria) que ocupó un puesto destacado en el organigrama del gobierno de la diócesis. A comienzos de septiembre de 1545 tomó posesión de una canonjía, a la que tuvo que renunciar –por orden de la Santa Sede- en julio de 1548 en favor de Juan de Mendoza. Sin embargo, tres meses después se le restituyó la prebenda la cual disfrutó hasta el final de sus días. Desde mediados de la década de los cuarenta desempeñó el puesto de visitador general del obispado y en cumplimiento de su función recorrió, en 1546, un buen número de localidades. Posteriormente, en junio de 1554, solicitó cuatro meses de licencia al cabildo catedralicio con el fin de girar visita a las poblaciones del ámbito diocesano. También el canónigo Fernando Matienzo aparece en la relación de beneficiarios a los que el titular de la mitra premió su fidelidad a través de las mandas testamentarias.

[2] Parte principal de la iglesia donde se encuentra el presbiterio y el altar mayor.

[3] AGOC, Visitas Generales, Caja 6212.

[4] Ocaña Torrejón, J.: Historia de la villa de Pedroche y su comarca, 1962. Ed. Facsímil.

[5] Martínez Solares, J.M.: “Los efectos en España del terremoto de Lisboa”. Ministerio de Fomento, Madrid, 2001.

[6] Ibid.

[7] Recomiendo encarecidamente subir al campanario de Villanueva del Duque. Su escalera de caracol es una joya que el tiempo no alteró. En su interior la Historia, se paró.

[8]“Villanueva del Duque. Patrimonio Monumental y Artístico”, 2008, pág 220.

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