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Puerta principal. Visita de Fray Albino, Obispo de Córdoba (1952) |
Después de la
publicación de varias entradas referidas al contenido resulta imprescindible ir
dando detalles sobre el continente. Tanto uno como el otro, apuntan al mismo
modelo de templo. Ambas perspectivas resultan imprescindibles y complementarias
para aproximarnos –con rigor y en la medida de nuestras posibilidades- a como
era en realidad el edificio más significativo de toda la historia de
Alcaracejos.
1549
Aunque tenemos constancia de una
Visita General realizada en 1549 por el licenciado Matienzo[1], no conocemos referencias que
nos remitan a una descripción del aspecto original del templo.
1589
Sin
embargo, gracias a la Visita de 1589, conservada en el Archivo Diocesano de
Córdoba, hemos conseguido una reseña muy aproximada de cuál podría ser el
aspecto de la parroquia. Reproducimos el texto:
"Luego visito el cuerpo material de la dicha iglesia, el cual tiene una
nave de arcos de cantería atravesados de ancho a ancho de moldura y la capilla
mayor[2]
de menos ancho que el cuerpo de la iglesia, labrada de cantería e bóveda de
lazo y media naranja, con un retablo dorado en el altar mayor tan grande como
el testero, de cinco órdenes de imaginería, moldura y talla bien acabado. El
suelo de la iglesia no está solado. El techo de ella de arco a arco, sus vigas
de madera tosca, sin corteza, mal labrada y cañas, desde la peana del altar
mayor a un lado están cuatro escalones que suben a la puerta del sagrario,
todos cubiertos de azulejos."
Según estas líneas podemos admitir que
cuando se visitó el templo, únicamente existía la nave principal, el
presbiterio y, probablemente, la capilla del Sagrario, situada en el lateral
del Evangelio. Esto no significa que el espacio de culto se redujera únicamente
a lo antedicho, pues en el resumen de las cuentas de fábrica, remitido por el
párroco de Alcaracejos al Obispado en 1589, se advierte ya la sacristía,
situada, según tradición oral vecinal, cerca del altar mayor[3]. En el citado resumen de
cuentas podemos leer que:
"Adobío de una esquina: Descargásele más cinco mil y ochocientos
veinticuatro maravedíes que según la relación de su libro parece haber gastado
en adobar y hacer la pared de la sacristía de piedra labrada."
1563
Juan
Ocaña afirma que “En 1563 es creado el
Pósito Municipal de Alcaracejos y la parroquia bajo la advocación de San
Andrés, que es su patrón[4]”,
pero no indica dato alguno ni sobre su fuente ni sobre la estructura ni origen del
edificio.
1755
El 1 de noviembre de 1755, festividad
de Todos los Santos, tuvo lugar el destructivo terremoto de Lisboa. Hasta los Pedroches
llegaron sus efectos. Al ser fiesta y alrededor de las 9:30 de la mañana, a
muchas personas las pilló en misa, en el interior de las iglesias. El rey,
Fernando VI, ordenó una encuesta a toda España para conocer bien lo ocurrido.
Respondieron 1273 localidades[5]. De ellas, diez eran de
Los Pedroches. El corregidor de Torremilano informó sobre lo ocurrido en
Alcaracejos. De su informe entresacamos que “sus habitantes, reconocieron que se producía un terremoto de bastante violencia al ver
que todos los edificios de casas y, especialmente, los de la Iglesia del Señor
San Andrés, Parroquial de esta villa, temblaban que parecían querer venirse a
tierra”. “Desampararon las casas, y también todas las personas
que se hallaban en dicha Iglesia, se salieron intrépidamente temiendo y
discurriendo se caía toda”. Más
adelante se dice que: “Sólo algunas paredes quedaron quebrantadas, y
de la capilla mayor de dicha Iglesia cayeron algunos terrones y se reconocen en
ella algunas aberturas. En cuanto a personas, no hubo desgracia alguna”.
1840
De las Casas-Deza, en 1840 publica su
Coreografía y refiriéndose a la iglesia de Alcaracejos expone que: “En 1.780 contaba
206 vecinos y 450 personas de comunión. La
iglesia parroquial está dedicada a San Andrés: tiene seis altares y una capilla
que es el Sagrario. El retablo del altar mayor es obra del siglo XV o de muy a
principios del XVI y en él se ven muy buenos adornos de talla y pinturas en
tabla, nada despreciables. Según la costumbre de aquellos tiempos, está el
sagrario de este altar al lado del evangelio, y, por haberse hecho otro
sagrario nuevo en el medio, se ubica en el antiguo un rostro divino.
La iglesia, que es de pobre fábrica,
tiene una nave, y los libros parroquiales principian: los de bautismos en 1554:
los de matrimonios en 1578, y los de difuntos en 1615. Tiene un solo cura.
Inmediato a la iglesia está el cementerio que se hizo en 1821”.
1845
Es el turno ahora de
Pascual Madoz y su Diccionario Geográfico de 1845. Dice así: “La iglesia parroquial (San Andrés,
Alcaracejos) es de pobre construcción, de una nave, y los libros parroquiales
principian: los de bautismos en 1551; los de matrimonios en 1578, y los de
difuntos en 1615. El curato es de entrada, servido por un vicario rector,
perpetuo, de nombramiento de la corona o del diocesano, según el mes en que
ocurre la vacante, siempre previa oposición; un sacristán nombrado por el
diocesano y dos acólitos. Tenía la iglesia en su inmediación el cementerio, que
dejó de usarse en 1.841, de orden del señor Iznardi, jefe político de la
provincia, construyéndose uno en 1842 inmediato a la ermita de la Magdalena,
extramuros, al Norte de la población. Otra ermita, que se está hundiendo,
dedicada a San Sebastián, se halla al Sur en lo alto de la cordillera que
domina la villa; y habiéndose arruinado completamente la de Santa Ana, la
imagen de la tutelar se trasladó a la parroquia. El término es común con el de
las siete villas de los Pedroches”.
1965
Del
siglo XIV no tenemos referencias escritas sobre Alcaracejos. Sin embargo hay un
dato significativo: En marzo de 1965 se construyó el actual templo parroquial y
en ese mes la Delegación Provincial de la Vivienda de Córdoba autorizó
importantes mejoras en el proyecto “Iglesia
y dependencias parroquiales de Alcaracejos”. Entresaco –literalmente- la
que se refiere a “1 (A) PORTADA ANTIGUA:
Se propone colocar en la puerta lateral, ahora a la izquierda, la antigua
portada de la Iglesia destruida que, aunque tiene bastantes desperfectos, es
del siglo XIV y se podrá colocar por el paramento interior de la nave, para
evitar que los agentes exteriores la descompongan más. Con ello se salvaría una
pieza de gran valor histórico para el pueblo”. Dicha mejora está valorada
en 4.901’76 pesetas. Intuyo que detrás de este acierto estaba Daniel Sánchez
Puch, arquitecto y director del proyecto, persona de sólida formación y fina sensibilidad
artística. Ignoro de dónde sacó que la portada –hoy visible en el interior de
la actual parroquia- es del siglo XIV.
1981
De sumo
interés resulta lo expuesto por Nieto Cumplido: “No hay base para fechar la destruida parroquia. Los restos que han
llegado a nosotros pertenecen a los finales del XV, o más bien, a principios
del XVI”. El Almanaque del Obispado de 1875 dice
que su construcción era árabe, de mampostería. Posiblemente su estilo general
era el gótico mudéjar, propio de las iglesias de este momento. “De su primitiva
fábrica y de su estado anterior a la guerra, solo queda la portada principal, hoy colocada como reliquia en el interior del
templo. De planta muy irregular —como se verá más adelante— hay constancia de
contrafuertes en algún lienzo de muro. Según tradición oral, todas sus tallas,
altares y pinturas se perdieron en el periodo 1936-1939. La portada subsistente
es de estilo gótico, ligeramente conopial, con gruesas bolas formando arrabá
que se repiten bajo la línea de imposta. Este adorno de bolas, así como el
pequeño conopio, incluso en los dinteles de muchas casas, es propio de la
arquitectura de esta zona, todo ello de labor tosca”[6].
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Portada antigua en el interior del templo actual (1980) |
Comparación: Parroquia de San Mateo de Villanueva del Duque
Desde
mi niñez oí, en mi familia y a la gente mayor del pueblo, decir que “el templo más parecido de la comarca a la
desaparecida iglesia de Alcaracejos era la parroquia de San Mateo de Villanueva
del Duque”. Evaporado el edificio de San Andrés, la mirada de muchos
mojinos se focalizó en el templo vecino dedicado a San Mateo. Por fortuna
sobrevivió intacto a la contienda.
En
mi opinión, no son templos gemelos, quizás algo mellizos y, sobretodo hermanos.
Al analizar ambos, resulta evidente cierto parentesco. Coincidencias exactas no
aparecen, pero detalles muy similares, bastantes. Veamos:
-
Ambas parroquias tienen nombre de
apóstol, como otras de la comarca.
-
Las dos disponen de una única nave y tienen
la misma orientación.
- Sus fachadas son de sillería; se localizan dos puertas; el tejado de ambas es a dos aguas; el acceso a los respectivos campanarios se hace por sendas escaleras de caracol[7]; en las dos se usan contrafuertes en los muros…
- Robustas pilastras laterales sostienen arcos trasversales apuntados.
-
Sus dimensiones –sin entrar en muchos
detalles- son similares: San Mateo tiene 9’936 metros de anchura, 35’604 metros
de larga y 11’592 metros de alta. La antigua Parroquia de San Andrés
prácticamente coincide en longitud y altura y su planta presenta anchuras
variables a lo largo de la nave. Cifras aproximadas, sacadas de diferentes
planos nos dan unos valores medios de 34 metros de longitud, unos 12 metros de
altura y la anchura oscila entre los 11 metros de la fachada y 14-15 metros en
algún tramo del interior, o sea que el templo de Alcaracejos sería unos metros
más ancho que la parroquia de San Mateo.
-
Molinero Merchán, J.A. sitúa la construcción de San
Mateo en el siglo XV[8], fecha
por la que apostamos para la construcción de la antigua parroquia de
Alcaracejos.
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Fachada lateral. Parroquia de San Mateo. Villanueva del Duque |
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Fachada principal. San Mateo. Villanueva del Duque |
[1]
Fue uno de los protegidos de Leopoldo de Austria (Obispo de Córdoba desde 1541
a 1557 e hijo ilegítimo del emperador Maximiliano I de Austria) que ocupó un
puesto destacado en el organigrama del gobierno de la diócesis. A comienzos de
septiembre de 1545 tomó posesión de una canonjía, a la que tuvo que renunciar
–por orden de la Santa Sede- en julio de 1548 en favor de Juan de Mendoza. Sin
embargo, tres meses después se le restituyó la prebenda la cual disfrutó hasta
el final de sus días. Desde mediados de la década de los cuarenta desempeñó el
puesto de visitador general del obispado y en cumplimiento de su función
recorrió, en 1546, un buen número de localidades. Posteriormente, en junio de
1554, solicitó cuatro meses de licencia al cabildo catedralicio con el fin de
girar visita a las poblaciones del ámbito diocesano. También el canónigo
Fernando Matienzo aparece en la relación de beneficiarios a los que el titular
de la mitra premió su fidelidad a través de las mandas testamentarias.
[2] Parte
principal de la iglesia donde se encuentra el presbiterio y el altar mayor.
[3] AGOC,
Visitas Generales, Caja 6212.
[4] Ocaña
Torrejón, J.: Historia de la villa de Pedroche
y su comarca, 1962. Ed. Facsímil.
[5] Martínez
Solares, J.M.: “Los efectos en España del
terremoto de Lisboa”. Ministerio de Fomento, Madrid, 2001.
[6] Ibid.
[7]
Recomiendo encarecidamente subir al campanario de Villanueva del Duque. Su
escalera de caracol es una joya que el tiempo no alteró. En su interior la
Historia, se paró.
[8]“Villanueva del Duque.
Patrimonio Monumental y Artístico”, 2008, pág 220.