Visita General a Alcaracejos, 1581, página 1ª (Archivo Diocesano de Córdoba) |
Las visitas generales[1] o canónicas fueron un medio de control que emplearon los obispos para conocer el funcionamiento administrativo y clerical, en especial del personal civil, en cada una de las parroquias que formaban un territorio diocesano. Esta función de vigilancia administrativa fue competencia del obispo, que la llevaba a cabo personalmente, aunque se generalizó su realización por un delegado, nombrado ex profeso, llamado visitador. En realidad era un vicario que recorría una circunscripción. El objetivo de esas visitas era doble: por un lado, incluía la inspección del conjunto de bienes que tenía una iglesia, así como las ermitas, oratorios, hospitales, etc., y su administración, comprobando patrimonio y las rentas obtenidas anualmente. También se exigió la revisión de cuentas a los llamados mayordomos y la acreditación del estado material de los templos, ornamentos, imágenes, retablos, libros sacramentales, beneficios y sus bienes, propiedades de la fábrica parroquial, memorias, etc.
La
otra parte de la visita consistía en un examen personal y secreto, que
comprendía tanto a los eclesiásticos, especialmente en cuanto al cumplimiento
de sus deberes clericales, como a laicos al servicio de la Iglesia. Su objetivo
general, pues, estaba dirigido a la detección y corrección de cualquier
eventualidad, bien fuesen abusos, errores, escándalos o desórdenes cometidos
por esos individuos, haciendo hincapié en el cumplimiento de sus obligaciones y
en su comportamiento sacerdotal, caritativo y, sobre todo, humano[2].
Visita
general de 1581
El 19
de mayo de 1581, el Ilmo. Muy Reverendo Señor Doctor Carlos Montero, Visitador
General de este obispado [nombrado] por el Ilmo. Señor don Martín de Córdoba
y de Mendoza[3], Obispo de Córdoba del Consejo de Su Majestad,
visitó la Iglesia Parroquial del Bienaventurado Santo Andrés de Alcaracejos,
Diócesis de Córdoba, acompañado por el
Reverendo Señor don Antonio de Saucedo,
Obispo de Cuba.
Visitaron
el
Santísimo Sacramento que estaba en una custodia de plata dentro
del Sagrario, los Santos
Óleos, Pila Bautismal, y todo lo hallaron con la decencia y limpieza que requiere.
Asimismo, visitaron los libros de bautismos, desposados y velados [difuntos], y su señoría
dijo responso general por
ellos y confirmó a todas las personas
que había que confirmar en la citada villa y les hizo una plática significándoles el
Santo Misterio de tan Alto Sacramento
y así acabaron su visita.
La
Visita General de 1581 es un documento que aporta gran cantidad de datos sobre
los bienes y funcionamiento de la Parroquia de Alcaracejos. Las anotaciones son
precisas. El documento está bien conservado y todas sus hojas están firmadas y
rubricadas por el Visitador General y el Notario Eclesiástico de la citada
iglesia Andrés de Cerco. Cuando el apartado lo requiere, firma también Jorge
Alonso, presbítero vicario de la iglesia de
la villa. Para facilitar la lectura hemos eliminado contenidos que no tienen
que ver directamente con el templo parroquial, también los encabezamientos de
cada apartado por ser idénticos al primero, así como las firmas, las cuales
sólo aparecerán al final como una curiosidad más.
Según el contenido de esta visita, la parroquia de San Andrés de Alcaracejos ya era una entidad perfectamente consolidada[4] con edificio, propiedades, ermitas, cofradías, cultos y medios. Por su inventario, se aprecia que era una parroquia muy bien dotada para la época, lo que induce a pensar en Alcaracejos como villa con buen nivel económico.
Consta
la existencia de tres cofradías y una capellanía:
Cofradía de la Vera Cruz
Alonso
Sánchez Pozuelo fue mayordomo el pasado año, 1580. Al estar ausente, lo
representa Jorge Alonso, presbítero vicario de la iglesia de la dicha villa, el
cual exhibió ante su merced el libro de la citada cofradía, donde aparece una
cuenta que el vicario tomó al mayordomo el pasado 22 de abril del presente año,
la cual, anotados los ingresos y los gastos, alcanza la cifra de ciento siete
maravedís, siendo aprobada por el señor visitador mediante su firma. Actúan
como testigos Francisco Vázquez y Juan Gallego, residentes en Alcaracejos.
Cofradía del
Santísimo Sacramento
Continúa
la visita con esta cofradía, de la que Cristóbal Ruiz había sido mayordomo el
pasado año, 1580. Al estar ausente, es suplido por Jorge Alonso, presbítero
vicario de la iglesia de la dicha villa, el cual exhibió ante su merced el
libro de la citada cofradía en el que aparece una cuenta que el vicario tomó al
mayordomo el 11 de junio del pasado año ochenta, la cual, hechos los cargos y
descargos, alcanza la cifra de cuatrocientos ochenta y cinco maravedíes. El
señor visitador ve ajustada la cuenta a derecho y firma con su nombre. Son
testigos Francisco Vázquez y Juan Gallego, residentes en la villa de
Alcaracejos.
Avanzando en su visita inspectora, halló que había una limosna
que le llaman Cofradía de Nuestra Señora del Rosario para decir misas, de la que ha sido mayordomo y cobrador Juan Pérez, al cual, hecho cargo y descargo, alcanzó a la dicha limosna
en quinientos y catorce maravedíes, y fueron testigos
de esta cuenta Francisco Vázquez y Juan Gallego,
estantes en la villa de Alcaracejos.
Sigue
don Carlos Montero con su visita y encuentra que en la parroquia, la buena
memoria de Antón García Molinero y Antona (Antonia) Muñoz, su mujer, dotaron y
fundaron una perpetua capellanía a condición de que el capellán que la sirviese
estuviera obligado a decir tres misas al mes, y le dote esta capellanía, lo
cual está inventariado en la visita del año 1576. Como al día de hoy, Jorge Alonso es capellán, presbítero vicario de la iglesia de la
villa, el Señor Visitador le hizo comparecer ante él y le pidió cuenta de todas
las misas que ha sido obligado a decir del dicho cargo y gravamen desde la
última visita a fecha de hoy. Jorge Alonso, como colector de estas misas, juró,
en forma de derecho, que le tiene dichas todas las misas del dicho cargo y
gravamen desde la última visita y las cuentas están ajustadas hasta hoy y lo
firmó con su nombre, siendo testigos Francisco Vázquez y Juan Gallego, vecinos
de la villa.
Cuenta de las misas de la colecturía [dinero recogido durante las misas]
El
Visitador tomó nota de que Jorge Alonso
era el colector de las misas de la dicha iglesia,
vicario, el cual exhibió ante el señor visitador el libro de la colecturía de la iglesia.
Al parecer, él y su compañero, el rector, tienen
la costumbre de anotar más misas de las que pueden ellos dos decir, y así es verificado por el dicho libro, ya que parece que de testamentos raídos [antiguos] hay por cobrar mil y ochocientas y noventa
y una misas, y todas las demás que han raído [marcado] están dichas.
Juró en forma de derecho
ser verdad lo susodicho, y lo firmó de su nombre.
Son testigos Francisco Vázquez y Juan
Gallego, estantes en la dicha
villa.
Inventario[5]
Continuando
con su visita a la iglesia, don Carlos Montero
entró en la sacristía
haciendo recuento de todas las joyas de oro y plata, ornamentos
de seda y lienzo,
hierro, libros,
metal y maderas y
todos los demás objetos que tiene la dicha iglesia. Como hacía mucho tiempo que no se había hecho
inventario, estuvo atento porque había muchas
cosas que eliminar y otras que añadir
de nuevo.
De oro y plata
Merece
la pena detallar “el pequeño tesoro” que guardaba nuestra antigua iglesia. Bajo
los apartados de “Sagrario” y “Vistario” el visitador anotó lo que sigue:
Sagrario
~ Primeramente, una custodia
de plata labrada de mazoneríaD dorada en partes, al romano, el pie tiene ocho puntas,
cuatro grandes y cuatro pequeñas, la caja es de seis ochavos, y su
tapa y cruz y tira encima con su pabellón y toca de seda.
~ Un relicario de plata liso con su cruz y tiras
en letrero.
~ Otro relicario de plata liso, dorado por dentro y en
partes dorado por fuera.
~ Unas crismerasD de plata.
~ Una copa pequeñita
con su vasico (vaso) dentro y una sobrecopa, todo de plata, para el
óleo infirmorum [de los enfermos].
~ Una ara sin guarnición con sus corporales.
~ Una lunetaD de plata: en
ella se pone el Santísimo
Sacramento cuando va a visitar a los enfermos.
~ Cuatro manuales
para bautizar, olear y enterrar:
dos buenos y otros dos viejos.
~ Una estola de terciopelo carmesí bordada
de unos romanos a manera de flores, con floraduras y cordones de oro y seda carmesí.
~ Un virilD de plata dorado con dos vidrieras para sacar el Santísimo
Sacramento en procesión
el día del Corpus Christi.
~ Unas cercadurasD de
tafetánD naranzadoD,
que se hicieron de limosnas.
~ Un paño de
naval deshilado que dio Martín Herrero
Jurado.
~ Otro paño de lino labrado de seda azul que dio en limosna Lucía Sánchez;
estos dos paños sirven
de manteles y frontales.
Vistario
~ Una cruz de plata de pie redondo y por dentro
un friso con seis cuadros
y seis cubos redondos
que los dividen, y en el árbol
de la cruz, de una parte
trae un crucifijo de bulto y otros labrados; tiene cuatro
imágenes de mazonería, que son de Nuestra
Señora y San Juan, La Magdalena y el pelícano,
y de la otra parte Santo Andrés y las insignias
de los Cuatro Evangelistas.
~ Otra cruz de
plata pequeña con su crucifijo de bulto e imágenes.
~ Un cáliz de plata grande labrado al romano con su patena
de lo mismo, pesados marcos y seis onzas y media en la manzana,
tiene seis esmaltes. Lo mandó Juana Hernández
“la Ranchala”.
~ Otro cáliz de plata con su patena; el cáliz es dorado al romano,
y el pie tiene ocho compases
con las armas del
reverendo don fray Juan de Toledo.
~ Otro cáliz de plata
pequeño para comulgar.
~ Un incensario de plata labrado a
lo moderno con tres
cadenas, sortijas y capeleteD.
~ Una navetaD
de plata con su cuchara de plata
asimismo labrada a lo moderno.
~Dos arasD guarnecidas
en
madera.
~ Seis pares de
corporalesD buenos.
~ Otros dos pares de corporales.
~ Otros corporales ricos de hilo de
oro y amarillo y guarnecidos.
~ Un frontal de terciopelo carmesí con frontaleras caídas de lo mismo y floraduras de sedas.
~ Otro frontal de damascoD carmesí, que la frontalera y caídas las dividen unos flecos de seda
naranzadaD, en
medio trae Agnus Dey bordado.
~ Un frontal nuevo de terciopelo carmesí con frontaleras caídas bordadas
de cortado, con un festónD en medio con insignias
del Santísimo Sacramento,
lo mandó el licenciado Herruzo.
~ Dos frontales de fustánD blanco.
~ Un frontal con
sus frontaleras caídas de red blanca.
~ Otro frontal nuevo de guadamecíD.
~ Una capa
de damasco blanco con
cenefaD, capilla y pectoral
de terciopelo azul nueva.
~ Otra capa de
terciopelo negro con
cenefa, capilla y pectoral de terciopelo carmesí.
~ Otra capa con que se administra el Santísimo Sacramento, de damasco
carmesí con cenefa, capilla y pectoral
de terciopelo carmesí,
labrada de un romano de raso amarillo con unos cálices y unas aspas de Santo Andrés, y en la capilla un Cristo con un letrero, hízola la Cofradía del
Santísimo Sacramento.
~ Una casulla de terciopelo carmesí con cenefa bordada de imágenes
de Nuestra Señora y los
Cuatro Apóstoles.
~ Otra casulla de raso colorado
con cenefa de argentería sobre raso verde trae un ihesus y unas aspas de
Santo Andrés y flores coloradas.
~ Otra casulla
de damasco blanco con cenefa
de raso amarillo
y cordones blancos y perfiles verdes
sobre terciopelo carmesí,
y una medalla de la imagen
de
Nuestra Señora.
~ Una casulla de
tafetánD verde con cenefa de
tafetán colorado.
~ Otra casulla
de paño de grana guarnecida
de terciopelo negro.
~ Otra casulla
de damasco colorado con cenefa de medios cuerpos
de oro bajo.
~ Otra casulla
de paño azul guarnecida
de terciopelo carmesí.
~ Otra casulla
de terciopelo negro con cenefa de terciopelo carmesí.
~ Otra casulla
de damasco azul con floraduras de seda azul y oro.
~ Otra casulla
de lienzo con unas bandas
de tafetán azul por cenefa.
~ Una estola de terciopelo negro con flecos de seda.
~ Otra estola
de terciopelo carmesí.
~ Otra estola
de damasco carmesí.
~ Otra estola
de terciopelo carmesí con flecos de oro y seda.
~ Otra estola
de paño azul guarnecida
de terciopelo.
~ Una estola de damasco
azul nueva con cabos de oro.
~ Una estola de damasco
blanco con flecos
de oro y seda.
~ Un manípulo
de terciopelo carmesí con flecos de oro y seda.
~ Un manípulo
de terciopelo negro con flecos
de
seda.
~ Un manípulo
de damasco blanco.
~ Otro manípulo de damasco blanco con
flecos de oro y azul.
~ Otro manípulo de tafetán verde con flecos
de grana.
~ Otro manípulo de damasco azul con flecos
de oro y seda.
~ Un palio de
terciopelo carmesí con caídas de lo mismo
y floraduras de seda verde.
~ Un guion de damasco
carmesí bordado sobre raso, cortado
con un cáliz y aspas de Santo
Andrés y cordones
y borla; la mandó Catalina Alonso.
~ Un velo de terciopelo
negro de una vara.
~ Un paño de terciopelo negro con una cruz de terciopelo carmesí para las andas, que lo dio Victoria
Herrero.
~ Una manga de cruz de terciopelo azul con cortaduras de raso amarillo,
tiene su cordón
y copas, floradura de seda de colores.
~ Otra manga
de cruz de damasco anaranjada / texto
perdido por insectos / su cordón, ropa y floraduras
de seda de
grana y blanca.
~ Otra manga de cruz de terciopelo carmesí, bordada
de cortado de raso amarillo, con cordones
de seda y grana.
~ Otra manga de cruz de terciopelo negro, bordada
con insignias de la muerte para los difuntos.
~ Otra manga de lienzo,
labrada de seda de grana.
~ Otras dos mangas de lienzo con
seda de grana.
~ Cuatro amitos
buenos.
~ Un alba de
lienzo casero con peanas y bocamangas de raso carmesí
y cintas amarillas.
~ Otra alba con
peanas y bocas mangas
de
terciopelo negro.
~ Otra alba con
peanas y bocas mangas
de
terciopelo carmesí.
~ Otra alba con
peanas y bocas mangas
de
tafetán azul.
~ Otra alba con
peanas y bocas mangas
de
damasco azul y flecos
de
oro y azul.
~ Cuatro cíngulos
para estas albas.
~ Tres pares de
manteles para servicio de los altares.
~ Otros dos manteles con unos cuadrantes
que hacen labor.
~ Una cortina de lienzo
que sirve para las ferias de
Cuaresma.
~ Una sábana de lienzo
casero delgado de tres piernas.
~ Una toca tunecí de lienzo delgado para comulgar.
~ Una tobaja (toalla) de ruan de cuatro varas de largo con unas laborcicas (labores) de negro
para comulgar.
~ Otras dos tobajas para comulgar de la misma largura.
~ Otro paño pequeño de lienzo deshilado para debajo de los corporales.
~ Una sobrepellizD para el sacristán y dos para los muchachos.
~ Una hazaleja
(en desuso, toalla) de lienzo para el facistol,
labrada de una labor morisca y unas crucetiras y flores
en cada parte.
~ Un paño de
lienzo, labrado de seda grana, que mandó Juana Muñoz.
~ Un paño labrado
de grana,
que dio Águeda Ferrero (Herrero).
~ Otro paño labrado
de grana
que mandó Isabel
García.
~ Otro paño labrado
de grana.
~ Otro paño con
dos cintas
a los ramos que mandó La Chamorra.
~ Otro paño deshilado que mandó Marina Reº (contracción
sin identificar ¿Redondo?).
Retablos
~ Un retablo de cinco órdenes de talla, pintado y dorado,
y en mº (medio) un Cristo con la imagen de Nuestra Señora y San Juan, e imágenes
de bulto y otras historias pintadas de
pincel.
~ En uno de los altares
colaterales está un crucifijo
pintado y dorado y un retablo
de pincel.
~ En el otro altar, la
imagen de Nuestra Señora
del Socorro.
~ Otra imagen
de
Nuestra Señora, pintada
y dorada.
~ Otra imagen
de
Nuestra Señora, pintada
y dorada.
~ Otra imagen
de
Nuestra Señora, pintada
y dorada, en el
Altar Mayor.
~ Otro retablo en el
coro de los clérigos.
~ Otro retablo detrás del coro, de un tablero,
con las imágenes
del Niño Jesús, Nuestra Señora y San José, Santa Ana.
Libros
~ Un misal romano
del nuevo rezado grande.
~ Otro misal romano
de la impresión de Burgos.
~ Un breviario romano.
~ Dos manuales en
pergamino.
~ Otros dos manuales en tablas.
~ Un capitulario dominical: comienza en la primera dominica de Adviento
y fenece en la dominica
vigésima quinta.
~ Un ofrecerio dominical de todo el año: comienza en la primera dominical
del Adviento y fenece en la dominical veinticuatro siguiente a las fiestas
de San Miguel y Todos los Santos.
~ Un capitulario santoral
que comienza en la fiesta
de Santo Andrés y fenece en las oraciones
de Cristóforo.
~ Otro capitulario santoral que comienza
en la fiesta de San ¿Diego?
y acaba en el oficio de Santa Catalina, y se
siguen al rts vísperas y mártires
y común de los santos.
~ Un pedazo de
salterio para la Natividad y Semana Santa.
~ Unas lamentaciones.
~ Un pasionero.
~ Un ¿reigitar?
~ Un salterio diurno.
~ Un santoral ofrecerio que comienza
en la vigilia de Santo Andrés y fenece en San Saturnino, y se siguen ciertas misas.
~ Un libro
prosero de Kyries, glorias y prosas,
credos, santos
y agnus, y sigue de la fiesta
del nombre de Jesús con las demás fiestas nuevas y acaba en salmos.
Metal
~ Dos campanas
grandes y un
esquilón en la torre.
~ Una rueda de campanillas.
~ Una campanilla para servir misa.
~ Tres portapaces de latón.
~ Cuatro candeleros
de latón.
~ Unos hierros para hacer hostias.
~ Una lámpara delante
del Sagrario; tiene su bacín de latón.
~ Otra lámpara
de hoja de Milán (hojalata)
ante Nuestra Señora.
~ Dos incensarios de metal.
~ Un acetre de agua bendita.
~ Un rodillo y una
mazocadera del horno.
~ Dos candeleros de latón para el
altar mayor.
~ Unas andas de hierro doradas
para el Santísimo Sacramento.
~ Un arca del Monumento dorada.
~ Un púlpito
con su escalera.
~ Un arca vieja en la sacristía.
~ Un facistol
grande para el
coro.
~ Dos atrilejos para los misales.
~ Dos ciriales de madera
~ Un bastidor
y diez varas de
madera para colgar paños.
~ Un escaño para los clérigos.
~ Una vara de lanza para deshollinar.
~ Unas andas para el Santísimo Sacramento.
~ Cuatro varas
del palio.
~ Un candelero de tinieblas con su mano.
~ Dos confesionarios de madera.
~ Dos ciriales de talla, las cabezas doradas.
~ Unos cajones
con tres cajas con sus llaves
para los ornamentos.
~ Seis escaños de pino grande.
~ Otro escaño más pequeño.
Inventario de posesiones
~ Así mismo, el dicho señor visitador visitó el inventario de las posesiones que tiene esta iglesia, que se hallará en el libro de visita, en la visita que hizo el licenciado Matienzo, visitador en el año de mil y quinientos y cuarenta y nueve años, en el cual, por la margen, se añadieron las posesiones que se habían aumentado desde la dicha visita acá.
Entrego
~ Y hecho el inventario en la manera dicha anteriormente, el señor
visitador entregó
todas las joyas de oro y plata, ornamentos de seda y lienzo,
hierro, metal, madera, libros y posesiones, y todo lo demás en él contenido a Jorge Alonso, presbítero vicario y obrero de la mencionada iglesia, el cual, que había estado presente al hacer todo el inventario, otorgó que se daba y dio por contento
y entregado todo a su voluntad, se obligó a dar cuenta de todo ello o cualquier
parte cuando le sea pedida por el señor visitador u otro juez que de esta causa conozca.
Y si no la diera, pagará su valor de cualquier pieza
que faltare por el dolo y más éste diere
para la fábrica de la dicha iglesia,
y para cumplirlo así, obligó su persona
y bienes habidos y por haber, y dio poder a las justicias
eclesiásticas para su ejecución
como por cosa pasada en cosa juzgada y renunció a las leyes que sean en su favor y la general,
y lo firmó de su nombre.
Son testigos Francisco Vázquez y Juan Gallego, estantes en la dicha villa.
Rubrica: Rubrica: Rubrica:
Carlos Montero Jorge Alonso Andrés de Cerco, notario
[1] Publicaciones de interés sobre el tema son: Candau
Chacón, M. L. «Los libros de visita
parroquiales como fuente de estudio del clero rural», en Actas II Jornadas
de Metodología y Didáctica de la Historia Moderna, vol. 1, Cáceres, 1983, pp.
435-442; Morgado García, A.: <<El
clero gaditano a fines del Antiguo Régimen>>, Cádiz, 1989, pp.
117-121; Teruel Gregorio de Tejada, M. <<Vocabulario
básico de la Historia de la Iglesia>>, Barcelona, 1993, pp. 119-120;
Rodríguez de Gracia, H. «La visita
eclesiástica en el arzobispado de Toledo», Toletana, 8 (2003), pp. 149-197.
[2] Rodríguez de Gracia, H., “Una visita eclesiástica a Mora en el año 1669 (I)”. https://memoriademora.files.wordpress.com/2011/08/hrg-mora-1669-i.pdf
[3]
Hijo del conde de Cabra, nació en Córdoba,
siendo religioso en el convento de San Pablo. Asistió al Concilio de Trento
cuando era obispo de Tortosa. Luego pasó por el obispado de Plasencia, hasta
que fue nombrado para el de Córdoba en el año 1578. Entre sus obras destacan la
reforma del convento de San Pablo, en la iglesia de S. Andrés, así como en la Capilla
del Sagrario de la Mezquita Catedral. Muere el 5/junio/ 1581, siendo enterrado
en la capilla de Villaviciosa, en la Mezquita Catedral. Predecesor, Bernardo de
Fresneda; sucesor, Antonio de Pazos y Figueroa.
[4] Fortea Pérez, José I: “Córdoba en el siglo XVI: Las bases demográficas y económicas de…
urbana”. Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba (1980). – Cuadro 5 –
Pág. 70. El pueblo tendría entre 1100 y 1200 habitantes.
[5] Bien por desuso o antigüedad, se advierte con “D” la dificultad de comprensión de algunas palabras específicas del ámbito eclesial católico.