En la entrada (II) valoramos hechos y acuerdos de D. Ildefonso como alcalde enmarcados en ciertos aires de grandeza o relacionados con importantes personajes. Aqui descendemos a un terreno más personal y se valoran sus actuaciones más cotidianas, más ligadas a las necesidades del pueblo.
Datos personales:
Ildefonso Rodríguez Blanco nació y
murió[1] en
Alcaracejos (1/12/1869 – 21/10/1949). Sus padres fueron Rafael Rodríguez
Caballero y Josefa Blanco Ayala que tuvieron seis hijos: José (nacido en 1854),
Josefa (1856), Micaela (1858), Ildefonsa (1860), Manuela (1862) y
Alfonso/Ildefonso (1869)[2].
Cuando Ildefonso nació su madre era muy mayor. Posiblemente no lo esperaban ya
pues su madre tenía 44 años.
Datos profesionales
Ildefonso figura en su partida de
defunción[3]
como agricultor, casado con Juana Martín Fernández, que vivieron en la calle
Capitán Ferrer Morales, 3. D. José Ventura, maestro, califica a D. Ildefonso
como rico propietario en la crónica que hace en el Cronista del Valle
(6/10/1923) sobre la toma de posesión como Alcalde, puesto que dejó en 1930. Y
en el Anuario de Andalucía de 1932, D. Ildefonso aparece como fiscal en el
Juzgado Municipal de Alcaracejos.
Antecedentes familiares
Del testamento de sus padres,
fechado el 27 de enero de 1877 se deduce que eran fervientes católicos,
manifestándolo en varias ocasiones, sobre todo para referirse a la hora de su
muerte: entierro del tipo de Santa Lucía, misa de la Virgen de Guía,
etc….También era gente muy caritativa. En ese año el padre estaba gravemente
enfermo, muriendo en el mes de diciembre.
Del citado protocolo se desprende
que era una familia adinerada, aunque no cita lo que tienen, remitiéndose a
“documentos públicos y privados que constan entre sus papeles”. Si concretan el
cómo se deben repartir sus bienes entre los cónyuges y los hijos. Como curiosidades
destacan que dedican 100 reales por cada uno [cónyuge] para misas rezadas
aplicadas por su eterno descanso; expresan que el día de la misa de la Virgen
de Guía se repartan entre los pobres más necesitados de la villa una fanega de
trigo de pan amasado y cocido y consideran mejoras de herencia los pagos hechos
para librar a su hijo José del servicio de armas o los que se puedieran hacer,
llegado el momento de ser soldado, de su hijo Alfonso [Ildefonso][4].
El testamento de su abuelo materno
en 1867, Alfonso Blanco Cruzado, confirma la importancia de la religión católica
en la familia, su poder económico y también sus buenos sentimientos hacia los
pobres y empleados a su servicio.
Pensamiento político
En la entrada anterior de este blog,
“Los peculiares acuerdos de D. Ildefonso (II)” hemos podido comprobar que su mentalidad
era bastante conservadora y muy partidario de la Dictadura de Primo de Rivera.
D. Ildefonso asistía con regularidad[5].a
los actos y mítines de Unión Patriótica[6],
partido fundado por el dictador.
Valoración de su gestión como Alcalde[7]
Analizar su trayectoria mediante las
actas de sus siete años de alcaldía, 1923 – 1930, sería lo que habría que
hacer, pero conocida la valoración que se publicó en LA VOZ de Córdoba he
optado por asumirla, a pesar de que parece estar escrita por alguno de sus partidarios, dejando una evaluación más pormenorizada para otra
ocasión. Entiendo que con las tres entradas publicadas nos aproximamos bastante
a la persona de D. Ildefonso y al trabajo que desarrolló.
El autor de este artículo,
desconocido pues no lleva firma[8],
tras unos párrafos dedicados a la villa de Alcaracejos (descripción, geografía,
comunicaciones, minas, etc…) comenta, por apartados, el trabajo desarrollado
por D. Ildefonso:
“Higiene, limpieza y salubridad
Mucho ha progresado la villa, y es
de hacer resaltar el notable avance experimentado desde 1923. En primer lugar,
registremos que Alcaracejos posee hoy una Casa Ayuntamiento capaz y decorosa, a
la que se ha dotado de adecuado mobiliario y de las reparaciones necesarias.
Se ha construido un
nuevo Matadero municipal, con sus aparatos para el examen microscópico y
bacteriológico, necesidad sentida de antiguo por la población, y sumamente
beneficiosa, dentro del moderno sentido sanitario, habiéndose instalado en el
mismo Ayuntamiento una oficina de Sanidad.
En otro orden de cosas, y velando
por los coeficientes de limpieza higiene, tan primordiales en toda población
culta, se ha mejorado notablemente el suministro de aguas potables y fuentes
públicas, habiéndose dotado convenientemente de magníficos aparatos elevadores,
en las fuentes llamadas “Huera” y del “Moreno”, evitando de ese modo la
antihigiénica costumbre de introducir en ellas cántaros y vasijas, costumbre
muy generalizada por el uso y por la necesidad.
Alcantarillado,
pavimentación, alumbrado
Persuadido el Ayuntamiento de la
absoluta necesidad del alcantarillado, ha dotado del mismo a varias calles de
la villa, sin olvidar la pavimentación. A este efecto, se han llevado a cabo
importantes obras de urbanización, mejorándose el pavimento en muchas calles,
singularmente en la de Ramón y Cajal. Asimismo se ha aumentado
considerablemente el alumbrado público. También - y conviene hacerlo resaltar
por las comodidades que esta reforma proporciona al vecindario - se ayudó con
la cantidad de 2.000 pesetas a la pavimentación de la Iglesia parroquial. Del
mismo modo, costeó el Ayuntamiento la hermosa calzada hecha en la puerta de
dicho templo.
Obras
de cultura: grupos escolares
Alcaracejos no puede soslayar su
atención por las obras de Cultura, base del progreso material y moral de las
poblaciones. La Escuela es una verdadera Universidad de los pueblos donde se
funden la cultura ciudadana y el amor a la Patria. Y este aspecto, justo es
consignar la constante preocupación del Ayuntamiento por todo lo que signifique
acción educativa. En efecto; se han mejorado notablemente todos los edificios
de Escuelas públicas, pavimentando además la Escuela número 1. Esta es la
manera de ir desplazando del mapa pedagógico de España, la tenebrosa visión de
aquella Escuela clásica, infecta, maloliente, antihigiénica, sin el beneficio
del aire y del Sol y vivero, más que de hombres corporal y espiritualmente
sanos, de futuros candidatos a la tuberculosis y a la escrófula.
Posteriormente, el Ayuntamiento tiene planeado un gran proyecto pedagógico: la
construcción de un grupo escolar amplio, dotado de las modernas exigencias
docentes, y capaz para cuatro escuelas, que ya en esas condiciones, deberían
ser graduadas, ampliando el número de clases, ya que este tipo de Escuela es el
más en armonía con las necesidades pedagógicas y la orientación educativa del
niño.
Resumiendo:
Faltaríamos a un deber de justicia,
si no hiciéramos constar la estimable labor municipal que siguió al año 1923.
Indudablemente, la preocupación por la patria chica, fue el punto de mira de
las iniciativas y de los derechos del Ayuntamiento que ha cumplido
brillantemente su compromiso moral de trabajar por el engrandecimiento de
Alcaracejos, y de su gestión, son indudables pruebas, las mejoras que
brevemente hemos enumerado.
Al frente de tan digno Ayuntamiento,
figura el alcalde don Ildefonso Rodríguez Blanco, cargo que ocupa sin
interrupción desde el primero de octubre de 1923, y desde el cual ha
desarrollado sus múltiples iniciativas, con la asidua cooperación de los
tenientes alcalde, don Pedro Sánchez Ayala y don Gaspar Caballero Ayala; y los
concejales don Andrés Rodríguez Moreno, Don Manuel Caballero Suárez, don
Leocadio Muñoz de la Orden - fallecido hace algo más de un año -; don Miguel
Caballero Mansilla, don José Miguel Ayala, Don Antonio Sánchez López, don Paulino
Rodríguez Martín, Don Teodomiro Fernández Rivera y siempre con la estimable
colaboración del Secretario de la Corporación, don Bonifacio Romero, de cuya
inteligencia y actividad tenemos muy halagüeñas referencias. A tan celoso
Ayuntamiento, que de una manera tan ostensible se desvive por la prosperidad de
Alcaracejos, y procura, dentro del escaso alcance de su presupuesto, realizar
un máximun de reformas e innovaciones que se traducen en cultura y bienestar de
la villa, enviamos nuestra cordial felicitación congratulándonos de que no han
de cesar laborando por su patria chica, y recogiendo, así, el aplauso de los
buenos ciudadanos”.
[1] Certificó su muerte Rafael Muriel de Zúñiga, juez, y
Moisés Serrano Pedrajas, Secretario del Ayuntamiento. Actuaron como testigos
Eufrasio Suárez Roda y Miguel Nieto García. La muerte, por insuficiencia
circulatoria, fue notificada por Esperanza Madueño Vioque.
[2] Le pusieron el nombre de su abuelo y de su bisabuelo.
[3] Juzgado Municipal de Alcaracejos.
[4] 1877, Testamento de Rafael Rodríguez Caballero (50 años) y
Josefa Blanco Ayala, padres de Ildefonso (52 años)
[5] El Cronista del
Valle, 9 de mayo de 1925.
[6] La Unión Patriótica (UP)
fue un partido político español creado
por el dictador Miguel Primo de Rivera
como una <<asociación de ciudadanos de buena voluntad», que integraría a
toda la sociedad y sustituiría a los partidos tradicionales, a los que
consideraba corruptos, para dar soporte al nuevo régimen. La Unión Patriótica
fue un partido personalista ligado al mantenimiento del régimen
dictatorial y a la personalidad de su líder.
Podría ser calificada como un partido político circunstancial, sin ideología
definida y oportunista, que desaparecería en cuanto no tuviera el apoyo del
Gobierno, lo cual ocurrió al finalizar la dictadura.
[7] “Cruzando la provincia: ALCARACEJOS”, Periódico La Voz. Córdoba 19
diciembre 1929 –pág 6
[8] Tengo razones para pensar que el autor sea D. Juan García – Arévalo e Hijosa, médico durante 30 años en el pueblo, persona ilustre e ilustrada y corresponsal de la Voz de Córdoba.
Nota: De gran ayuda ha sido la documentación aportada por José Luis González Peralbo: Testamentos de los padres y abuelos de D. Ildefonso y abundantes datos sobre su ábol genealógico.
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