Al carecer de imágenes de la fecha hemos colocado foto del 2018 |
Esta tercera entrega sobre San Isidro, se inicia en marzo de 1927. El alcalde era Ildefonso Rodríguez. En la sesión del Ayuntamiento del día 31 se acordó dispensar del pago de los arbitrios correspondientes a los industriales que acudieran a la Feria en honor del santo labrador. El pleno autorizó a la Comisión Municipal permanente para que elaborara el programa de dichas fiestas, aprobó subvencionar a las empresas que organicen corridas de novillos y mostró su acuerdo con todo aquello que contribuyera al mayor esplendor de las celebraciones.
De 1927 pasamos a 1931. El 14 de
abril de 1931 se proclamó la II República en España y el 17 de abril se decretó
el cese de la Corporación Municipal que hasta ese día gobernaba el pueblo. El
delegado gubernativo republicano, don Enrique Poole Escat, nombró alcalde de la
República a don Rafael Caballero Rodríguez. Es, por tanto, la primera
celebración de los festejos de San Isidro bajo el paraguas político de la
República. En el acta de la sesión de la recién estrenada Comisión Gestora,
fechada el 3 de mayo de 1931, consta que “se confeccionó el programa de
festejos para los que habrán de tener lugar en esta villa el 15, 16 y 17 del
actual y se concedió al señor Presidente un amplio voto de confianza para todo
cuanto se relacione con dichos festejos”. Con intención o sin ella, no se habla
de San Isidro, sino de festejos. En la sesión del mismo día 17, “el señor
Alcalde dio cuenta de que al no haber autorizado el Gobernador Civil la
celebración de becerradas públicas incluidas en el programa de festejos, se
habían sustituido por carreras de cintas y cinematógrafo público, siendo
aprobada esta resolución”. El 31 de mayo la Comisión Gestora “aprobó la cuenta
de los gastos hechos en los festejos habidos en esta villa en los días 15, 16,
17 y 18 del mes actual y se autorizó al señor alcalde para que abone su importe:
1.321’60 pesetas”.
El cinco de mayo de 1932, la
Corporación nombró la Comisión de Festejos. Ese año estaría compuesta por el
señor alcalde, ya citado en 1931, y los
concejales Lorenzo Pedrajas Benítez, Heliodoro López Moreno, Bartolomé Santos
Tena y Francisco Bermejo Fernández. En aquella época, la cal era un elemento
desinfectante y embellecedor así que el Pleno acordó hacer un blanqueo general
en el Cuartel de la Guardia Civil, Casa Ayuntamiento y Administración de
Arbitrios. También se acordó ordenar al vecindario, por medio de bando, que se
blanquearan en el plazo de ocho días las fachadas de los edificios y los patios
de los mismos, así como todas las paredes que estén dentro del casco de la
población.
En
fechas previas a la feria, el 12 de mayo, por orden municipal se consideró que
los feriantes, que se instalaran en el Real, quedarían exentos del pago de
impuestos. Ese día, el acta de la sesión, da cuenta de un incidente que se
detalla con minuciosidad. Resulta que el concejal, señor Pedrajas preguntó a la
Alcaldía por las facultades de las Comisiones que actúan en este Ayuntamiento y
protestó por la decisión de la Presidencia, que ostenta también la de la
Comisión de Festejos. Según el señor Pedrajas, el alcalde resolvió favorablemente
la petición verbal hecha por el vecino Pablo Caballero Puebla, el cual
pretendía instalar un pabellón frente a su domicilio para servir bebidas en la
próxima feria, después de que la Comisión acordara denegarla. La presidencia
contestó que la denegación acordada fue condicional y estaba supeditada a que
la instalación se hiciera bien. Como el citado vecino ha asegurado hacerlo así,
se le ha concedido el permiso. Con motivo de este asunto se entabló una viva
discusión entre la presidencia y dicho concejal, tomando parte en ella varios
señores concejales. Tan acalorada fue la discusión que dio lugar a la
intervención del público, en vista de lo cual la Presidencia se vio obligada a
levantar la sesión a las 22:30. Concejales y público se retiraron con orden.
Las actas municipales, 21 de
mayo, siguen contando que a pesar del bando del señor alcalde muchos vecinos no
llegaron a blanquear su fachada. La Corporación acordó que se requiera, de nuevo, a
los incumplidores y si en el plazo que aquella contemple no lo verifican, el
Ayuntamiento lo hará a costa de los infractores, imponiéndoles además la
sanción correspondiente.
Lo acontecido en el año 1933 en “el
San Isidro de Alcaracejos” lo detalla a la perfección el Cronista del Valle del
día 20 de mayo en su página tres. Dice así:
“Han pasado los días de la tradicional
feria de San Isidro Labrador, sin tener que lamentar ningún percance
desagradable, antes al contrario, han sido estos días divertidos y alegres para
el elemento joven que con el fútbol, carreras de cintas y cucañas pasaban las
tardes sin sentir en la alegre explanada de los futbolistas, a donde se
trasladaba el pueblo entero. Amenizó los variados festejos la banda de música
de la ciudad de Pozoblanco, bien afinada y con excelente repertorio. Los
jóvenes de Alcaracejos están de enhorabuena, pues les ha cabido en suerte el
triunfo casi completo de estos días. Han llamado la atención las casetas de
bailes instaladas en la Plaza de la República, mayormente la de la juventud
Radical Republicana y socialista, atestadas ambas de simpáticas y bellas
muchachas que lucían sus vistosos trajes y su elegancia. Las consabidas norias
y demás pasatiempos para los muchachos han hecho el delirio en estos días. La
Plaza lucía vistoso alumbrado eléctrico y arcos de follaje en sus entradas que
daban mayor realce al conjunto de su hermosura”.
En cuanto a los aspectos religiosos de
la festividad podemos leer: “Como todos los años, el día 15, festividad de San
Isidro Labrador, la asociación de su nombre celebró extraordinaria fiesta
religiosa, cantándose la Misa de Cosme de
Benito[1]
por el sacristán organista de ésta don Francisco Medina y por sus jóvenes y
aventajados cantores Vidal[2] y Pausi
de Muñoz Fernández, hijos de nuestro particular y buen amigo don Francisco
Muñoz Espejo, chantre[3] de
Fuente-Obejuna. La fiesta resultó hermosa y concurrida, predicando el párroco
don Juan Herruzo Ruiz, que hizo un bonito panegírico del Labrador modesto y humilde a quien Dios favoreció con el don de los
milagros en cuya parte se extendió, después de probar cumplidamente, el origen
y fin del hombre; proposición que ajustó a la vida ejemplar y recomendada del
Santo. El señor Herruzo fue unánimemente felicitado por los cofrades y numeroso
auditorio que atentamente le escuchó. La procesión del Santo, a la que asistió
mucho personal, ha tenido este año otro itinerario distinto al de años
anteriores. Allá sobre las once, salimos del templo parroquial y galantemente
invitados por el Hermano mayor don Cándido Tena Ranchal[4], fuimos
todos objeto de las mayores atenciones por su buena familia que sirvieron un abundante
y suculento refresco, reinando en aquel acto la alegría y el entusiasmo por la
más sentida devoción al Patrón y Santo milagroso San Isidro, a quien le pedimos
que lloviera pronto para remediar la agricultura, base de la vida. De casa del
señor Tena Ranchal nos trasladamos a la del que ha de ocupar igual cargo en la
Cofradía el año próximo inmediato, don Miguel Fernández Santos, y lo mismo que
el anterior, se portó bien con los Cofrades, quienes felicitaron, a ambos por
el gusto y esplendidez manifestados.
En 1934, siendo alcalde Martín Santos
Ruiz, el 2 de abril, se nombró la Comisión de Festejos para el próximo mayo,
siendo miembros el señor alcalde y los concejales señores López Moreno, Santos
Tena y Francisco Bermejo. El 9 de abril el señor Bermejo pregunta si se ha
hecho alguna gestión respecto de las fiestas. Le respondió el señor alcalde,
pero no se indica ni el qué ni el cómo. El nombre de San Isidro sigue sin
citarse.
El 28 de abril, a propuesta del señor
Bermejo se acordó, que con el fin de atraer a los feriantes, se les dispense
del pago de arbitrios por ocupación de la vía pública. En la misma sesión se
autorizó a Sinforoso Torrico para que establezca un Pabellón de baile en la
Plaza de la República.
En ninguna de las sesiones del 3,
12, 14 y 28 de mayo de ese año, consta nada de las fiestas.
En 1935 vuelven a aparecer el 16
de marzo de 1935. La Comisión estará formada por el señor alcalde, Juan José
Fernández y Narciso Pérez [*], acordándose que
tendrán lugar capeas o corridas públicas de novillos o vacas y que sea
una fiesta lo más apropiada posible para la atracción de los forasteros. El 9
de mayo se aprobó el Programa de festejos para los días 15, 16 y 17. Al estar
incluidas las capeas y corridas de vacas, el señor secretario informó a la Corporación
sobre las disposiciones vigentes sobre ese particular. Sobre los festejos de
San Isidro en 1936, 1937 y 1938 no podemos decir nada pues al parecer los
libros de actas se perdieron en la guerra civil.
[1]
Cosme José de Benito (Madrid, 1829 – Madrid 1888). Se educó con los padres
escolapios. Comenzó sus estudios de armonía y órgano con fray Francisco de Asís
Martínez, continuando su formación con Román Jimeno. Aprendió a tocar el
violonchelo y el violín en el Conservatorio de Madrid. El 1 de septiembre de
1859 fue nombrado maestro de capilla del Real Monasterio de San Lorenzo del
Escorial, cesando en 1885. En 1886 obtuvo la plaza de segundo organista de la
Real Capilla de Madrid. Su producción como compositor alcanza unas 220 obras.
[2] Vidal Muñoz Fernández (1905 – (8/7/1979), músico.
Sacristán y organista en la parroquia, años cincuenta y sesenta del siglo XX. Tenía mucha capacidad para enseñar
solfeo y era un gran aficionado a la música popular: serenatas, jotas, cantos
de la Pasión, villancicos, etc. En las décadas de los cuarenta y cincuenta del
siglo pasado estuvo encargado de dar cuerda al reloj público del Ayuntamiento
(AMAL 10/06/1946 y 30/11/1958)).
[3] Dignidad de las iglesias catedrales a cuyo cargo
estaba antiguamente el gobierno del canto en el coro.
[4]
Sobre este hombre sabemos que el 3 de octubre de 1923 fue cesado como concejal
– cesaron todos- por el Gobierno del general Primo de Rivera. En 1932 aparece
en el Anuario Regional Descriptivo como propietario de un establecimiento de
comestibles y el 30 de abril de 1944 formó parte de la Junta Pericial de
contribución urbana. Salvo lo del Anuario, todos los demás datos han sido
obtenidos del Archivo Municipal de Alcaracejos.
[*] Narciso Pérez era carnicero en Alcaracejos, igual que su hermano Telesforo, marido de Esperanza. Narciso estuvo casado con María y tuvo dos hijos: José y Pedro Pérez Caballero. Vivía en el Callejón de la Florina, que luego pasó a llamarse calle de Calvo Sotelo y en la actualidad (2024) calle Nueva.
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