Todo
empezó el viernes 2 de agosto de 2019. Llamé por teléfono a Encarna “la de Domingo”[1]
para preguntarle si tenía alguna información sobre la iglesia bombardeada en la guerra
civil. Me dijo que no tenía fotos ni conocía nada especial pero hablamos durante unos minutos. Entre otras cosas me contó que una habitación de la actual casa parroquial, anexa a la iglesia, guarda unas barras de hierro: pertenecían a la parte superior de la reja
que separa el presbiterio del resto del templo, en la Ermita de la Virgen de
Guía. Seguramente “Rafa fotos” debe
saber algo, me comentó.
Estado actual reja (2019). Obsérvense los taladros tapados en parte superior del arco. |
Rafa fotos” y me cuenta que cuando se recuperaron los frescos de la
ermita (Moisés Moreno, Salomé del Campo y otros, 2001), se quitó la parte
superior de reja que estaba en contacto con el arco de piedra: las barras de hierro - unas treinta? - estaban metidas en el arco y lo estaban deteriorando. Ese cerramiento superior
de la reja, costeada por Dos Torres, fue sufragado por Alcaracejos. Cuando se
terminaron los trabajos de restauración, Don Francisco Vigara – párroco de Villanueva
del Duque y coadjutor de la ermita, aconsejado por los técnicos y ante algunos
desperfectos y grietas que se apreciaban en la bóveda, decidió no volver a colocar
esa parte de reja y la almacenó en la casa del santero, al lado de la ermita.
Interesado
por ese hallazgo, al día siguiente, sábado 3 de agosto hablo con Rafael
Fernández Fernández, cronista y mojino pata negra que es el que me lo cuenta, dice que no estuvo de acuerdo con D. Francisco: “No, no me gustó que no volviera a colocar ese trozo de reja que había
sido pagado por Alcaracejos”. El coadjutor le volvió a decir que esos hierros forjados estaban dañando el arco y que a medio plazo podría perjudicar la
estructura de la ermita.
Un día
sin saber bien por qué Rafael se pasó por la ermita y, casualmente, se tropezó
con D. Francisco. Le preguntó por la reja. El cura – coadjutor le comentó que “los hierros estaban allí, que si los quería
que se los llevara porque nunca más se colocarían en su antiguo lugar”.
Rafael le dijo que “Esos hierros de la reja
no son míos. No lo son pero que si usted piensa tirarlos o venderlos a un herrero,
vendré a por ellos”. Con claridad y cierta pasión, le matizó a D. Francisco
que si hubiera sido Villanueva del Duque la que hubiera costeada la reja, nunca
la hubiera quitado. Finalmente la cargó y la traslado a Alcaracejos. Como no le pareció bien guardarla en su
casa, habló con D. Albino, párroco en Alcaracejos y ambos decidieron
dejarla en un pequeño almacén que tiene la actual iglesia y allí,
afortunadamente, está guardado ese trozo de historia de la Ermita de Nuestra Señora de Guía, uno de los pocos restos de patrimonio material que nos queda.
Cada vez que cambia el párroco, el bueno de Rafael va y le avisa de la
existencia de esa reja.
D.
Francisco Vigara, después de negarse a poner el trozo de reja superior encargó escribir
en la parte derecha, a media altura y en tinta roja, en una franja transversal
dorada a poco menos de dos metros de altura: “Restaurada el 1 de junio del año 2001 por suscripción popular pública
de los vecinos de Villanueva del Duque”.
“Colaboración de Dos Torres- Alcaracejos-
Fuente la Lancha- Hinojosa del Duque”.
Rafael Fernández
al leer esa rotulación se enfadó mucho y le dijo a D. Francisco que en la
restauración de la reja habían colaborado todos los pueblos que disfrutan de la
Virgen, siendo Alcaracejos uno de los que más aportó e Hinojosa, a pesar de ser
el mayor de todos, el que menos. D. Francisco entonces hizo rotular a la
izquierda, en la misma barra transversal y con el mismo tipo de letra y color:
Siguiendo
con los hierros quitados de la parte superior de la reja, en el informe que
podemos leer en los paneles de la pared derecha de la ermita, sobre la
restauración hecha allá en el 2001 [2], unido a otros detalles de máximo interés encontramos
el párrafo siguiente:
Trozo de panel redactado en restauración de 2001 |
“El arco central de piedra que da entrada al presbiterio presenta
grietas y ciertos desplomes mínimos que hacen pensar que la estructura de
granito se ha movido. Estos leves movimientos en algunos de los casos han sido
los causantes de las grietas aparecidas en la bóveda y quizás fueron ocasionados
por el arco de reja postizo no sujeto debidamente a los pilares y apoyado en la
reja original de entrada al presbiterio sin ningún tipo de sujeción, por lo
cual se aconsejó su desmontaje al carecer la misma de valor artístico, al
contrario que la original, la cual está decorada con pan de oro y textos
labrados en relieve. Esta fue realizada pieza a pieza, sin ningún tipo de
soldadura y, al contrario que la anterior, sí tiene un gran valor artesanal y
artístico. El descuelgue de las mismas, como se dijo anteriormente, es una de
las causas que ocasionan las grandes grietas encontradas en los frescos de la
bóveda. Por coincidencia en el diagnóstico de todos los técnicos que han
colaborado en las tareas de restauración y al carecer este tramo de reja de
valor artístico se ha aconsejado su desmontaje para evitar que siga dañando la
reja original así como la estructura de la bóveda y vuelva a ocasionar nuevas
grietas en los frescos restaurados.”
Queda claro pues que el hecho de
quitar esos hierros del arco principal de la ermita respondió a razones
técnicas y no al antojo de nadie, si bien es verdad que el trato que se les dio
no fue el más adecuado. La fortuna quiso que Rafael Fernández apareciera y
tomara las medidas oportunas para conservar una forja que ha convivido 242 años
con la reja de la ermita.
Juan Francisco
Peralbo hablando sobre las diferentes grafías de la palabra Alcaracejos en la
Ermita de la Virgen de Guía, menciona la siguiente inscripción: “En el hierro
de forja de la parte superior de la reja de su capilla central (hoy quitada y
desmantelada), rezaba lo siguiente: < D AQVI HARRIVA LA HIZO LA VIa
D ALCARCEJos AÑO DE 1759>[3].
Por
otra parte, hemos encontrado un informe sobre la ermita elaborado por la Unidad
Técnica de asistencia a municipios de la Excma Diputación Provincial. Está
fechado el 6 de febrero de 1986. En él se advierte lo inadecuado que resulta el
cerramiento superior de la citada reja:
“El presbiterio queda separado por una reja – cancela de forja que
originalmente llegaba hasta el arranque de los arcos, pero posteriormente ha
sido recrecida hasta la clave, desvirtuando el sentido original del
cerramiento”.
Foto retocada con Paint añadiendo barras de hierro eliminadas en 2001. Al no encontrar fotos he optado por esta solución. |
Termina
el informe sugiriendo varias propuestas de mejora para adecuar el edificio a su
imagen original. Entre ellas menciona la eliminación del recrecido de la
cancela presbiteral para la que estima un costo de 20.000 pesetas de la época.
Conclusión:
estos hierros forjados, doblemente, por la historia y su artífice –
probablemente un virtuoso herrero de Alcaracejos – deben tener un sitio donde
puedan ser vistos y admirados. Vecinos y vecinas de Alcaracejos tienen derecho
a conocer su historia. Sugiero dos puntos para su exposición: la Ermita
que los albergó – de donde no debieron salir - aunque no sean colocados en su
lugar primitivo – o la renovada Ermita de San Andrés donde duerman tranquilos
el resto de sus días. En ambos casos sería necesario un panel informativo que
explicara procedencia y otros pormenores de su historia. Es nuestra obligación recuperar patrimonio y exponerlo en las mejores condiciones. Hasta aquí una peculiar historia que todos esperamos tenga un final feliz. En cualquier caso, la última palabra sobre el destino de estos hierros, la tiene la Hermandad de Ntra. Sra. de Guía de Alcaracejos, heredera legal de los derechos de propiedad.
Aparte de la referencia de J. Fco Peralbo, hemos encontrado otras que completan la información bibliográfica sobre el conjunto de la citada reja.
2.- Francisco Sicilia – Diario Córdoba 11 de noviembre de 1988 –
pag 18. En el artículo "Unidos en la devoción: Cinco pueblos de los Pedroches veneran a la
Virgen de Guía" se dice:
“La nave central está
rematada por un ábside o presbiterio con bóveda de crucería y nervios de piedra
que está separado de la nave por una reja cancela de forja que en tiempos
llegaba hasta el arranque de los arcos”.
3.- Juan Agudo Torrico, 1990, obra “Las Hermandades de la Virgen
de Guía en Los Pedroches”, pag 91 dice así: “En este siglo [s. XVI] se
construiría el presbiterio, así como la reja de hierro forjada cuya leyenda nos
da noticia de la participación de Torremilano en la obra: <<Torremilano
hizo de limosnas esta reja A. D. 1587 Juan de Medina obrero maestro Miguel
Blanco>>.
4.- Cita similar a la anterior es la de Molinero Merchán, Juan
Andrés , 2008, en la obra “Villanueva del Duque, Patrimonio Monumental y
Artístico”, pag 161, hablando de la gran implicación de Torremilano en la
restauración del Santuario de la Virgen de Guía dice que “esto se comprueba
cuando se realiza por parte de Torremilano la reja nueva de la Capilla Mayor
(1587), que se hace con limosnas de aquella villa y se registra por lo tanto la
hechura con el registro de su obrero: “ …..Torremilano
hizo de limosnas esta rexa a 1587 A.D. 1587 Iván de Medina Obreo Maestro Miguel
Blanco…”
[1] Encarna Fernández Sánchez, hija de Domingo Fernández y
de Isabel Sánchez.
[2] La ermita se restauró - sobre todo pinturas - mediante el Proyecto subvencionado por Iniciativa Comunitaria Leader II. Proyecto Los Pedroches S.A.
[2] La ermita se restauró - sobre todo pinturas - mediante el Proyecto subvencionado por Iniciativa Comunitaria Leader II. Proyecto Los Pedroches S.A.
[3] Peralbo Redondo, J.F.: Alcaracejos, sus minas y sus tesoros. Edita Excma. Diputación de
Córdoba, 2018, pág 44.