Terremoto de Lisboa (Imagen captada de La Brújula Verde) |
El Gobierno portugués
se preocupó mucho de estudiar rigurosamente los terribles efectos de aquel
terremoto. Con los datos obtenidos de cuestionarios enviados a todas las
parroquias se elaboró una explicación objetiva y científica de consecuencias y
causas.
En España el rey Fernando VI
ordenó algo similar. A pueblos y ciudades, eligiendo entre sus moradores mejor
preparados, se envió una encuesta con ocho preguntas al objeto de averiguar los
daños que aquella catástrofe había ocasionado en el reino. Respondieron 1.273
localidades[2], entre ellas Alcaracejos[3]
Este es el texto
remitido sobre Alcaracejos:
“Muy Señor mío: En
cumplimiento de lo que previene la carta Orden del Ilustrísimo Señor Obispo de
Cartagena y Gobernador del Real y Supremo Consejo de Castilla, inserta V. M.,
habiéndose informado esta villa de las personas más advertidas de este pueblo
sobre los particulares que contiene la dicha carta Orden se debe decir: Que en
el día primero del corriente, siendo como las nueve y media, minutos más o
menos, se experimentó en esta villa un rumor, con ruido grande como que
retronaba, más con mucho esfuerzo. Y, advertidos todos sus habitantes, reconocieron ser terremoto de bastante
violencia por ver que todos los edificios de casas y, especialmente, los de la
Iglesia del Señor San Andrés, Parroquial de esta villa, temblaban que parecía
querer venirse a tierra, y que viendo la tierra y todo lo demás que
temblaba, pidiendo a Dios misericordia, hombres, niños y mujeres, desampararon
las casas, como también todas las personas que se hallaban en dicha Iglesia, se
salieron intrépidamente temiendo y discurriendo se caía toda hasta que se
suspendió dicho terremoto, el que duró como de ocho a nueve minutos y pasándose
tiempo como de un cuarto de hora volvió a repetir con el mismo esfuerzo, que
duró este como dos o tres minutos, de lo cual no se ha experimentado cosa
especial. Sí sólo algunas paredes
quebrantadas, y de la capilla mayor de dicha Iglesia cayeron algunos terrones y
se reconocen en ella alguna aberturas. En cuanto a personas, no hubo
desgracia alguna ni tampoco en los animales, lo que se experimentó fue a los
dos o tres días haberse visto muchos pozos que tenían muy poca agua se llenaron
y, con especialidad un arroyo, que llaman de Cuzna, distante de esta villa una
legua, estando sin corriente, tomó agua que corría por él y sus cauces
bastantemente, con una agua muy acrisolada. Y después se han experimentado
otros rumores que se han oído bastantes veces, sin que se haya visto haber
causado daños algunos hasta el día diez y seis, que siendo como a las ocho y
media de la mañana, se oyó uno bastante recio, que toda la gente se volvió [a]
atemorizar, saliéndose de sus casas, y de la dicha Iglesia los que estaban en
ella, el que duró como tres minutos, y, a poco tiempo, volvió a repetir cuanto
se percibió, sin que tampoco se experimentase daño notable. Y la noche pasada
del día diez y ocho del corriente, siendo como a las nueve, se volvió a oír por
muchas personas el mismo ruido que causaron los antecedentes, aunque su
duración fue poca. También se advirtió por muchas personas fidedignas que en el
día treinta y uno de octubre, por la tarde, siendo como a las tres y media,
sintieron un ruido grande, sin advertir fijamente si era aire, trueno, o
terremoto. Que es cuanto podemos informar a V. M., y quedamos con el cuidado de
que si sucediese alguna cosa más que sea notable, o llegase a nuestra noticia,
participárselo. Y rogando a Dios le guarde muchos años. Alcaracexos [=
Alcaracejos], y noviembre 20 de 1755. Besan la mano de V. M. sus más afectos
servidores, Bm. Cav. Andrés Villanueva” [El Corregidor en Torremilano lo remitió
el 26–XI-1755 al Ilustrísimo Señor Gobernador del Real y Supremo Consejo
de Castilla, Obispo de Cartagena]. [Remite los informes de Alcaracejos, Añora,
Pedroche, Pozoblanco, Torrecampo y Villanueva de Córdoba].
En Los Pedroches respondieron
diez pueblos y no hubo que lamentar desgracias personales. Tampoco en animales,
pero sí se produjeron múltiples daños materiales en edificios públicos, especialmente
religiosos. Buena parte de la población asistía a misa al celebrarse la festividad
de Todos los Santos y la primera reacción fue salir corriendo a plazas y
descampados[4].
15 de marzo de 2020 * Primer día de confinamiento por
coronavirus en España.
[1]José Luis González Peralbo
es Profesor de Enseñanza Secundaria de Geografía e Historia, nacido en Pozoblanco en 1957. Ha trabajado en el IES Antonio Mª Calero de Pozoblanco y publicado algunos artículos de investigación en varias revistas. Ha sido uno de los responsables de la edición de las Obras Completas del ilustre profesor Antonio Mª Calero y colaborador
habitual de la Asociación Piedra y Cal. En 2019 estuvo trabajando en la digitalización del
Archivo Municipal de Dos Torres, auspiciado por la Fundación Covap. Apasionado
por Los Pedroches y conocedor de abundante y documentada información sobre la zona.
[2]
Las respuestas se custodian en el
Archivo Histórico Nacional. En el año 2001, toda esta documentación ha sido reunida
y publicada por J. M. Martínez Solares en su obra “Los efectos en España del terremoto de Lisboa” (Ministerio de Fomento, Madrid). Se
puede acceder en Solienses y en http://www.ign.es/web/resources/sismologia/publicaciones/EfectosEspanaterremotoLisboa.pdf
[3]
Extractado de http://solienses.blogspot.com/