miércoles, 21 de julio de 2021

Farmacias en Alcaracejos (II) ( 1891- 1910)

                El 14 de junio de 1891 la Reina Regente María Cristina, siendo Ministro de Sanidad don Francisco Silvela, firma el Real Decreto que contiene el reglamento para el servicio benéfico sanitario de los pueblos. En sesión extraordinaria del 19 de julio el Ayuntamiento da lectura al nuevo Reglamento[1] de Partidos Médicos y acuerda anunciar las plazas vacantes de médico, farmacéutico y practicantes, dando treinta días de plazo para presentar documentación. Se asignan 999 pesetas (pts) al primero, 750 pts al segundo y 125 pts al tercero. Para redactar las condiciones a que cada contrato ha de ajustarse se nombra una comisión formada por don Antonio Ayala López, don Martín Valerio Alcalde y don Gregorio Rodríguez Castillejo de la Junta [de Asociados] y por el Ayuntamiento don Rafael Caballero Fernández, alcalde, don José Ascensión Caballero, don Antonio Sepúlveda López y don José Rodríguez Blanco. Se indica que la duración del contrato será de tres años y desde luego la asistencia gratuita a veinte familias pobres designadas por la Corporación. Los nuevos contratos deben estar sujetos, estrictamente, al novísimo Reglamento.

               La citada comisión, al objeto de evitar problemas hasta la toma de posesión del nuevo farmacéutico, mantuvo una entrevista con don Lorenzo Rico, farmacéutico titular hasta esa fecha. Don Lorenzo aseguró que: “en obsequio al buen comportamiento de todo este vecindario, prometía no privarlo del botiquín que tiene establecido, hasta tanto de que se provea la plaza de farmacéutico”, todo lo cual hace con tanto gusto como responsabilidad. La Corporación manifestó sus más expresivas gracias en nombre del vecindario por el interés que en tal asunto demostró y la generosidad con que procedió.

               El edicto de creación de plazas de médico, farmacéutico y practicante salió publicado en la Gaceta de Madrid del martes 28 de julio de 1904, nº 209 y también en el B.O. Oficial [de la Provincia] del miércoles 29 de julio, nº 501[2], siendo el plazo de adjudicación de plazas de treinta días.

                Tuvo que ser a finales de agosto de 1891 cuando nombraron farmacéutico titular a don Filiberto Nieto, con efectos del uno de septiembre. Aunque este dato no lo hemos encontrado, concuerda con el acta de 28 de junio de 1892 en la cual se recoge que el citado señor “reclama a la Corporación la cantidad de ochenta y cinco pesetas, importe de las medicinas facilitadas por el mismo de su farmacia a pobres enfermos de la localidad desde el mes de septiembre último hasta la fecha”. Estando próxima la expiración del primer año de contrato y como para dicho gasto no había consignación en el Capítulo de Beneficencia del presupuesto corriente, lo ponía en conocimiento de la Municipalidad para los efectos oportunos. El Ayuntamiento consideró de justicia dicha reclamación y acuerdó proceder al pago de las ochenta y cinco pesetas del capítulo de imprevistos del ejercicio corriente.

               Algo parecido ocurrió con la reclamación presentada, por el mismo motivo, por don Filiberto el 2 de octubre de 1892, la cual se resolvió aprobando el Ayuntamiento el pago de las sesenta y dos pesetas con veinte y cinco céntimos que solicitaba el reclamante.

               Como anécdota, en el Archivo Municipal de Alcaracejos encontramos una carta que A.J. White, limitado, escribe desde la calle Caspe 155 de Barcelona al Sr. Secretario del Ayuntamiento. Está fechada el 17 de agosto de 1893. En perfecto castellano le solicitan las direcciones de las personas que en Alcaracejos se dedican a la venta de medicamentos específicos. Directamente aclaran que: “Esto es para que pudiésemos comunicar con ellos referente a la colocación de los nuestros”. Le ruegan rellenar una hoja adjunta con los datos. La firma A.J. White vendía jarabe, píldoras, ungüento, emplastos, balsámico, etc… todo bajo la marca[3] SEIGEL[4], muy conocida en la época.

Imagen del cuadernillo al pedir
productos Seigel, 1892 [*] 

               Es en octubre de 1893 cuando don Filiberto Nieto vuelve a reclamar el pago de medicinas suministradas a enfermos pobres de la población, ya que la cantidad consignada para ello no es suficiente. Están pendientes los meses de Julio, Agosto y Septiembre. El Ayuntamiento, una vez más, por unanimidad, acuerda que se abonen las cantidades que por cada mes se adeuda y se carguen al capítulo de imprevistos. Además se autoriza al Sr. Alcalde abonar las cantidades precisas al Sr. farmacéutico para garantizar el suministro de medicinas hasta fin del corriente año económico.

                El siguiente cambio de titularidad contrastado ocurrió el 16 de agosto de 1896[5], día en el que tuvo lugar la provisión de la vacante de farmacéutico municipal. Presidió, accidentalmente, el pleno del Ayuntamiento don Perfecto Alcalde Caballero, segundo teniente de alcalde, por enfermedad del propietario y hallarse de licencia el primer teniente.

               Presidente y secretario del pleno dan cuenta de las solicitudes y títulos académicos que poseen los solicitantes[6], así como del anuncio publicado en el Boletín Oficial de la Provincia del 13 de julio último. La Junta Municipal de la villa queda enterada de la misión encomendada. Por orden de don Perfecto Alcalde, alcalde accidental, se procedió mediante votación nominal a la elección del farmacéutico municipal, recayendo el nombramiento por unanimidad en favor D. Rafael Gómez Benítez de esta vecindad y con 29 años de edad.

               Se dan una serie de circunstancias dignas de mención y son que D. Rafael Gómez Benítez fue nombrado alcalde de Alcaracejos el 1 de enero de 1896 según acta municipal de la fecha o sea que ya tenemos a un alcalde farmacéutico. Por otra parte sabemos que el 27 de mayo, D. Rafael Gómez había comunicado al pleno que tenía que ausentarse ocho días del pueblo, dejando el desempeño del cargo al primer teniente, Juan García Muñoz. Llama la atención que el día de su nombramiento como farmacéutico don Rafael Gómez no acuda al pleno por enfermedad y el primer teniente de alcalde se encuentre de licencia. Para explicar estas dos significativas ausencias es posible que don Rafael tuviera problemas de salud y que su primer teniente de alcalde no quisiera verse implicado en el nombramiento del farmacéutico, su alcalde, mediante votación nominal. Así pues, los dos máximos mandatarios del consistorio delegaron el asunto en don Perfecto, segundo teniente de alcalde.

               Terminada la votación y provista la vacante en favor del señor mencionado se procedió a la celebración del oportuno contrato, sujetándose a todas aquellas condiciones que el Reglamento de Partidos Médicos vigente determinaba:

 Pliego de condiciones para el farmacéutico, 1896

1.- Dos años de compromiso en el cargo, dando comienzo el día de hoy y terminando en igual día y mes de 1898.

2.- La dotación que disfrutará anualmente el farmacéutico municipal de esta villa será la de 999 pesetas con la obligación de facilitar medicinas gratis y de buena calidad a veinte vecinos pobres que se designarán por el Ayuntamiento.

3.- Se pagará por mensualidades o trimestres vencidos, siempre de común acuerdo, según convenga a ambas partes.

Firmas de aceptación de contrato de Juan García Arévalo,
médico  y Rafael Gómez, farmacéutico, 1896

               Siguiendo con la cronología de nombramientos encontramos que en sesión del 16 de agosto de 1898, bajo la presidencia del alcalde don Perfecto Alcalde Caballero, la Junta Municipal acordó continuar con los contratos de don Juan García Arévalo, como médico titular, y de don Rafael Gómez Benítez, como farmacéutico, por el tiempo de cuatro años.

               Por cuestiones que más adelante se tratarán, y también en otras entradas del blog, es importante destacar aquí que, el 4 de julio de 1898, don Rafael Gómez Benítez – natural de Villanueva del Duque - contrajo matrimonio con doña María Araceli Ayala y Cruzado. En mi opinión este matrimonio es de sumo interés para la historia de Alcaracejos pues, además de su particular cuota en la historia de la sanidad de la villa, esta pareja van a ser los padres de don Francisco Gómez Ayala, hijo único e influyente abogado en el municipio en los años de post – guerra en el municipio. El acta que certifica esta unión matrimonial acumula nombres y detalles curiosos y útiles.

               A finales de marzo de 1900 las actas municipales nos informan de que el Ayuntamiento ordena el pago del primer trimestre a médico y farmacéutico de las cantidades presupuestadas para la asistencia facultativa y suministro de medicinas a los individuos de la Guardia Civil de este puesto y a sus respectivas familias. Lo mismo aparece, hasta en cuatro ocasiones, a lo largo del año de 1902.

               Don Rafael Gómez Benítez, exalcalde y farmacéutico, debió seguir siendo una persona influyente en la villa pues el 25 de septiembre de 1904, el ayuntamiento acordó nombrarlo, por unanimidad, para que viajara a la capital a gestionar asuntos de interés general del municipio, abonándole por gastos de viaje 50 pesetas sacados del capítulo de imprevistos. Por desgracia el acta no explica los asuntos de ese interés general que fue a resolver una persona que no pertenecía ya a la corporación municipal.

               Don Rafael Gómez Benítez falleció en Alcaracejos el 10 de septiembre de 1910 según comunicó su cuñado, Miguel G. Ayala Cruzado al juez municipal Rafael Alcalde Rodríguez. Murió a la edad de 43 años, en su domicilio C/ Empedrada, nº 10, a causa de una insuficiencia cardiaca (asistolia). No había otorgado testamento y fue enterrado en el cementerio católico. Su hijo, Francisco Gómez Ayala era menor de edad.

Nota para manifestar mi profundo agradecimiento a Mercedes Martín López, Secretaria del Juzgado de Paz y Administrativa-contable en el Ayuntamiento de Alcaracejos, por los documentos facilitados para elaborar esta entrada y otras publicaciones de este blog.

[*]  http://manuelcabelloyesperanzaizquierdo.blogspot.com/2017/09/el-veterinario-de-ubrique-en-1892.html



[1] REAL DECRETO 1 A propuesta del Ministro de la Gobernación, de acuerdo con lo informado por la Dirección General de Beneficencia y Sanidad; en nombre de mi augusto hijo el Rey D. Alfonso XIII, y como Reina Regente del Reino, vengo en aprobar el adjunto reglamento para el servicio benéfico sanitario de los pueblos. Dado en Aranjuez a 14 de Junio de 1891.—María Cristina.—El Ministro de la Gobernación , Francisco Silvela. http://bibliotecavirtual.ranf.com/i18n/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=3021091

[2] Acta del Ayuntamiento de Alcaracejos de 2 de agosto de 1891, siendo alcalde el Sr. Rodríguez Blanco.

[4] Diario de Huesca 28/06/1894, pág 11: “Esto explica la historia”.

[5] AMA. Acta de la sesión del Ayuntamiento y Junta Municipal del 16 de agosto de 1896.

[6] Se resolvió conjuntamente la provisión de vacantes de médico y farmacéutico municipales, recayendo el primero en D. Juan García Arévalo.