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viernes, 18 de abril de 2025

De nuevo, La Colada.

 

La Colada desagüa (15 abril, 2025)

Volver a Los Pedroches, y en concreto a Los Álamos —jurisdicción de Alcaracejos— es siempre una magnífica ocasión para refrendar el balsámico contacto que la Naturaleza, tan generosa, siempre nos ofrece. Aparte de los múltiples senderos que convergen en el pueblo, todos muy caminables, disponemos de preciosos y próximos lugares donde reanimar el espíritu, escuchar a los pájaros, tranquilizar el ánimo e insuflar aire puro en unos pulmones demasiado urbanitas. En particular, en esta primavera del 2025, el entorno nos regala un verde limpio que en su esplendor refleja todas sus posibilidades y nada tiene que envidiar a “los mil distintos tonos de verde” catamarqueños: esmeralda, aceitunado, verdemar, glauco, cetrino, verdinegro y verdoso. El campo se engalana de verdor y, con ese fondo, las flores amarillas, rojas, blancas y violetas, muestran su protagonismo con un colorido digno del mejor arcoíris vegetal. Al mismo tiempo, auspician una prometedora cosecha –entre festín y trabajo- para las eficientes abejas que pueblan la Comarca.

               Uno de esos lugares paradisíacos es la presa de La Colada y sus alrededores. Se trata de un verdadero tesoro emocional, un cofre de emociones. A primera vista, la lámina de agua nos aparece inmensa. Su mágico reflejo nos recuerda al acero. Es un agua tranquila, sosegada. No hay olitas ni olas. El aire es muy fresco y el sol luce imponente. El pantano desagua. El enorme chorro de agua, a modo de cañón, la libera por una cierre cuadrado situado en su base. Curiosamente, la potente efusión se acilindra conforme el agua se aleja, hasta que choca contra una muralla de hormigón que frena su bravura casi en seco. El casi se debe a unas aberturas que permiten el paso de la mitad del agua y así discurre suavemente en busca de las vecinas tierras extremeñas.

Triguero (Foto Jaime Muriel)

               Los pájaros de la zona no son tema menor. Hoy voy acompañado de Elvira, mi mujer, y Jaime, nuestro hijo. Desde el pasado octubre, Jaime pertenece al Departamento de Zoología de la UCO y siente pasión por los pájaros y su comportamiento. Gracias a sus conocimientos y a su teleobjetivo sabemos que en el paraje de La Colada habitan, o sobrevuelan, la garza real, el cormorán, el ánade real, el avión común, los trigueros, urracas, verdecillos, jilgueros, gorrión común y el gorrión moruno, cigüeñas, buitre negro, la cogujada, carbonero común, etc… Por momentos, escuchamos al críalo y, en una esquina de la presa, pudimos observar decenas de carpas. El paseo por el contorno del pantano, con hierbas que nos sobrepasaban la rodilla, nos permitió coger un hermosísimo manojo de espárragos: ¡Algunos, bastantes, superaban los cincuenta centímetros con un grosor similar al de un cigarro puro de La Habana! Las omnipresentes retamas llenas de flores amarillas eran un oasis de color. Las encinas, con sus galaxias de amentos, testificaban una primavera salvaje, exuberante y loca. Vamos, una primavera de las de antes, cuando éramos niños allá por los cincuenta del pasado siglo. Me molesta oír hablar de mal tiempo cuando llueve, graniza o ventea en primavera. Entiendo que es lo que tiene que hacer. Miedo me dan los abriles y mayos cálidos y secos que recuerdan al veraniego agosto. A la vuelta, ya en el coche, por la A-502 poco antes de El Viso, pudimos ver un par de ciervas en su margen izquierdo que nos observaban con curiosidad. ¡Otro milagro de la tarde!

Alrededor del embalse de la Colada

               Hasta aquí una visión, o una experiencia, como gusta decir ahora. Llegados aquí, no podemos ignorar la realidad social que esconden esas aguas: una interminable y desgraciada lucha política. El agua como arma arrojadiza, como elemento para dividir, tanto a la clase política como a la ciudadanía de Los Pedroches. Consciente de que no lo voy a hacer mejor, recomiendo la lectura de varias entradas en el blog Solienses[1] y los interesantes comentarios de sus lectores. Hace unos días La Colada había sido noticia porque la Confederación Hidrográfica del Guadiana no autoriza las obras definitivas que la conectan con el embalse de Sierra Boyera. Sí se permite una línea eléctrica de media tensión —para el funcionamiento de la conexión provisional que ya existe— y, cuando esta esté en funcionamiento, parece ser que quince municipios de Los Pedroches beberán un mix de agua, si la que contenga La Colada obtiene la garantía sanitaria de su potabilidad: ese mix estaría compuesto del 70% de agua suministrada por La Colada y el 30% procedería de Sierra Boyera, “siempre que las necesidades de los municipios de la Demarcación del Guadalquivir estén cubiertas”.[2]

               Lo publicado por Solienses, a mi entender, permite hacerse una idea de lo que está ocurriendo. Ahora bien, creo que es necesario desarrollar el pensamiento crítico y que cada cual saque sus propias conclusiones.

               Para nuestro disgusto, a La Colada siguen llegando “malas aguas”. Aguas con residuos que hasta ahora han hecho imposible su potabilidad, a pesar de utilizar procedimientos avanzados de depuración. La Colada es un embalse maltratado. Esta triste realidad la recoge fotográficamente Manuel Delgado Pizarro en su Facebook del pasado 16 de abril.

               ¿La solución?

               Resulta imprescindible la colaboración sincera, honesta y solidaria entre todas las Administraciones responsables. Los malditos votos no pueden estar detrás de una necesidad básica y esencial de la ciudadanía. Los personalismos y la soberbia política se los pueden meter donde les quepa.

               En mi modesta opinión, soy partidario de anular las causas y no intentar paliar los efectos. Creo que es lo razonable. Siempre prevenir fue mejor que curar. A un embalse que se construyó para suministrar agua potable a la población no pueden llegar sustancias tóxicas que envenenen el agua.

               Ahora que tenemos suministro asegurado para varios años, es el momento de actuar.

Gorriones morunos (Foto Jaime Muriel)

Suciedad acumulada en la playa de la Colada (16/04/2025, Manuel Delgado)

[1] Concretamente me refiero a dos del pasado 15 de abril, otra del día 16 y otra del 17 del presente año.

[2] Hay que recordar que el pantano de La Colada lo administra la CHGuadiana y el embalse de Sierra Boyera es responsabilidad de la CHGuadalquivir; ambas confederaciones siguen siendo competencia del Gobierno Central. 



Grupo de aviones cogiendo barro para fabricar sus nidos (Foto Jaime Muriel)

Vista general de la lámina de agua desde la presa

martes, 14 de noviembre de 2023

Sierra Boyera, La Colada, Puente Nuevo: Suma y sigue

 

El protagonismo de las garrafas

Sierra Boyera, La Colada, Puente Nuevo.- El agua en Los Pedroches: Suma y sigue

 

               El punto de partida de esta entrada es lo publicado por Solienses el pasado 12 de noviembre. Dice así:

 

“El Gobierno de la nación afirma que la zona norte de la provincia de Córdoba dispone de "un abastecimiento [de agua] con una garantía de atención a la demanda muy superior a la media de abastecimientos de las cuencas del Guadiana y del Guadalquivir". En la respuesta escrita a una pregunta del diputado de SUMAR por Córdoba Enrique Santiago, el Gobierno considera que no resulta necesaria la interconexión Puente Nuevo-Sierra Boyera porque "la conexión con el embalse de La Colada es suficiente para dotar de garantía de recursos a este abastecimiento", ya que "un abastecimiento con demanda de 7,5 hm3 ya dispone de más de 72,5 hm3 de agua regulada por los embalses de Sierra Boyera y La Colada que tienen una capacidad de 97 hm3".

 

Según la respuesta del Gobierno, la zona norte de Córdoba dispone para atender su demanda de dos fuentes de agua superficial regulada como son las presas de Sierra Boyera y la presa de La Colada. La primera tiene una capacidad de 39,5 hm3 y una aportación media anual (agua que entra en el embalse de media en un año) de 40,45 hm3. La Colada, por su parte, tiene una capacidad de 57,7 hm3 y garantiza con una probabilidad superior al 99% un volumen anual de 14 hm3 de agua, siendo su aportación media anual de agua de 32 hm3. Por tanto, para el abastecimiento de agua a Los Pedroches y el Guadiato se dispone, según la respuesta del Gobierno, de dos presas con capacidad total de almacenamiento de 97,2 hm3 y una aportación media anual de 72,5 hm3 para una demanda de consumo de tan solo 7,5 hm3. "Con estas cifras –concluye la respuesta- se puede decir que es un abastecimiento con una garantía de atención a la demanda muy superior a la media de abastecimientos de las cuencas del Guadiana y del Guadalquivir. Por ello, técnicamente no se considera en ningún caso necesario adscribir los recursos de otra presa, la de Puente Nuevo, la cual pertenece al sistema de explotación de Regulación General y que está declarado como sistema de explotación deficitario, y en el cual los abastecimientos que dependen del mismo disponen de menor garantía que el abastecimiento de la Zona Norte de Córdoba".[1]

                Para no interpretar lo divulgado, lo he reproducido literalmente. A mi juicio, la información facilitada por el Gobierno [de la nación] es algo críptica e incompleta. Considero que necesita algunos matices y comentarios.

 1.      Al parecer tenemos una garantía de atención a la demanda muy superior a la media de abastecimientos de las cuencas del Guadiana y del Guadalquivir. En mi opinión, debe ser una extraña garantía, pues desde hace meses –abril 2023- ni Sierra Boyera ni La Colada garantizan ese suministro de agua potable. Digamos que sería necesario revisar la “garantía” mencionada pues, simple y evidentemente, no garantiza.

2.      No se entiende bien el significado de estas líneas : “un abastecimiento con demanda de 7,5 Hm3 ya dispone de más de 72,5 Hm3 de agua regulada por los embalses de Sierra Boyera y La Colada que tienen una capacidad de 97 Hm3". Después de varias lecturas, creo haber entendido el significado de esas líneas. Me explicaré. Por “demanda” –palabra crucial en la respuesta del Gobierno Central- se entiende según Google “el volumen de agua, en cantidad y calidad, que los usuarios están dispuestos a adquirir para satisfacer un determinado objetivo de producción o consumo”. Otro concepto clave es la aportación media anual, agua regulada que suman los dos pantanos –Sierra Boyera y La Colada- que en este caso dicen ser 72’5 hectómetros cúbicos.

3.      Cierta la capacidad total de los dos embalses: 97 Hm3. Los 7’5 hectómetros cúbicos de demanda entiendo que son al día. Por cierto que a mí me salen 10’6 y no 7’5 (133 litros por habitante y día por 80.000 habitantes que suman entre el Valle del Guadiato y Los Pedroches, dan ese número). En cualquier caso, para cubrir los 7’5 ( o 10’5) en teoría habría 72’5 hectómetros cúbicos, cantidad más que suficiente …. Pero…. Pero….

4.      La realidad es muy diferente a la respuesta que el Gobierno da, ya que al día de hoy el pantano de Sierra Boyera está vacío y el agua de la Colada no se puede beber. De ahí la necesidad de los camiones cisterna en todos los “pueblos del Norte”. Esta aclaración –esencial y básica– no la explicita el Gobierno Central a Enrique Santiago, diputado de SUMAR.

 Mis conclusiones atienden a varios aspectos: 

a)      Basta ya el echarse culpas unos a otros y de querer cargar “el mochuelo del agua” a los adversarios políticos. Es improcedente y no ayuda nada. Recuerda a peleas de colegiales inmaduros. No es cuestión de culpas sino de asumir tus propias responsabilidades.

b)      La realidad es testaruda y nos dice que la estructura Sierra Boyera + La Colada no garantiza agua potable al conjunto Guadiato + Los Pedroches. Ciertamente será la sequía (cambio climático), pero también la falta de planificación, preocupación y sensibilidad de todos los gobiernos que han pasado por la Diputación Provincial de Córdoba y por la Junta de Andalucía en los últimos quince años.

 Solución: Entiendo que la propuesta más razonable es que las dos administraciones colaboren, en paralelo, para solventar este grave problema que tiene como únicas víctimas a la ciudadanía pedrocheña y guadiatera. La dignidad de la población y el factor tiempo son prioritarios aquí. Creo que lo más rápido –y ante futuras carencias que el cambio climático puede agudizar- es que: 

A)     El Gobierno Central conecte el pantano de Puente Nuevo con Sierra Boyera para solucionar definitivamente esta grave situación. Aquí la Junta de Andalucía ni la Diputación pueden hacer nada por aquello de las competencias. Hace falta un proyecto, presupuestado y con fechas de inicio y terminación. No es tan difícil.

B)     El mismo día y a la misma hora, la Junta de Andalucía, en colaboración con la Diputación, tiene que –previa inspección detallada- empezar a dar ayudas para que todos los agentes contaminadores del Guadarramilla y del Guadamatilla –previos proyectos- puedan depurar sus residuos, bien por medio de fosas estancas, depuradoras, tratamientos químicos etc….pero La Colada no puede ser la gran cloaca de Los Pedroches.

C)     Si a La Colada no llegan residuos nocivos y, al mismo tiempo, se procede a una limpieza de cauce de ríos y fondo del pantano, Los Pedroches y el Valle del Guadiato, podrán volver a beber su agua siempre que la meteorología acuda en nuestro auxilio junto a todos los “santos invocados” y por invocar.

                Creo que los trabajos a realizar en La Colada llevarían bastante más tiempo que conectar Puente Nuevo con Sierra Boyera, pero doctores tiene la iglesia. Que la inactividad de las posibles soluciones responda a estrategias políticas es muy, muy cabreante porque el agua es una necesidad básica. Lo único que le hace falta a la despoblación que sufrimos en la zona son administraciones cicateras o posturas de perfil. ¡Trabajen juntos de una puñetera vez! El agua de Puente Nuevo solo se utilizaría, creo, en caso de extrema necesidad, por ejemplo, algo similar a lo que estamos viviendo.

                Termino con una verdad de Perogrullo. Todos tenemos que trabajar en la solución: Diputación Junta, Gobierno Central, Mancomunidad, Alcaldes, Plataforma por el Agua, Asociaciones de Agricultores y Ganaderos, Cooperativas, etc….Solo recordar que el agua potable no tiene color. Por favor basta ya de intentar dárselo.

 

2023 22 14: Recogida de agua en Pozoblanco. Jardín de las Monjas

Última hora: El Diario Córdoba (*) , en su edición de ayer 14/11/2023, informaba de que la Junta de Andalucía había declarado "obras de interés para la Comunidad Autónoma" a todo el conjunto de actuaciones que deben conducir a la distribución normal de agua potable en los domicilios de la zona norte de Córdoba provincia. Según su hoja de ruta, de la Junta, se va a mejorar la ETAP (Estación de tratamiento de agua potable) de Sierra Boyera. En La Colada se instalarán equipos de ultrasonidos para evitar la proliferación de algas; se van a sustituir los filtros de arena por los de carbón activo y se instalará una planta piloto de ácido hipocloroso para garantizar la calidad del agua a Los Pedroches y al Alto Guadiato. Todo esto se complementa con la licitación, llevada a cabo esta semana por la Consejería de Agricultura y Agua, de las obras que solucionarán definitivamente la conducción de agua desde la presa de La Colada. Estas obras, sigue informando el periódico, quedarían en papel mojado si no llueve. Según informes técnicos se necesitan unos 300 litros más por metro cuadrado, en la zona de La Colada, para que su agua pueda ser tratada con garantías de potabilidad.
    Al mismo tiempo, desde la Junta y la Diputación reclaman la conexión de los embalses de Puente Nuevo con Sierra Boyera, medida planteada por escrito en Enero del 2022 por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir -organismo que depende del Ejecutivo Central- para garantizar agua potable a la zona norte de la provincia.

domingo, 10 de septiembre de 2023

La Colada

 

Orilla de La Colada (9/9/2023)

Ayer, nueve de septiembre del dos mil veintitrés, por la mañana, visitamos el embalse de La Colada, su presa y las inmediaciones. Fue una visita no preparada, un imprevisto. Unos familiares no lo conocían, así que decidimos ir.

Pasado El Viso, un poco más adelante, la N-502 cruza el rio Guadarramilla. Otro poco más y la señal indicadora y Google nos mandan para el oeste, desviación a la izquierda. La carretera de 6’9 km hasta la presa no está mal. En el paisaje quizás se vean menos encinas de lo que me gustaría. Digamos que es un terreno con baja densidad de quercus. Vemos alguna rapaz y lo que pensamos que eran cinco buitres, volando en círculo, muy altos.

Algunos datos: Las obras de la presa de La Colada finalizaron en la primavera del 2006. En mayo del 2007 se cerraron los desagües de fondo y se inició el proceso de Puesta en Carga. “El embalse tiene como finalidad el abastecimiento a los núcleos urbanos de la Comarca de Los Pedroches (Córdoba) y de la Comarca de Almadén (Ciudad Real)”. La presa se sitúa sobre el rio Guadamatilla, tiene 48’5 metros de altura y su capacidad es de 57’7 hectómetros cúbicos (Hm3). Recibe una aportación media anual de 32 Hm3 de los que pueden regularse para abastecimiento 13’96 Hm3 con una garantía del 99’72%. Su superficie es de 530 hectáreas.[1] Como principios teóricos de sus inicios, no están mal. Por su parte este desemboca en el embalse el rio Guadarramilla, afluente principal del Guadamatilla.

               A lo largo de estos 17 años han sido innumerables las informaciones aparecidas sobre La Colada y su entorno: senderos para caminar, fauna y flora de la zona, posibilidades del embalse como área de ocio y recreo, etc… Las fotografías y los vídeos destacan lo maravilloso del lugar y sus grandes potencialidades naturales y turísticas, etc… Pero no todo el relato forma parte del cuento de hadas verde y ecológico que nos han hecho creer. Nuestra ceguera tampoco ha sido menor.

        Ya en 2013, siendo presidente del Gobierno Mariano Rajoy y Arias Cañete Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, se proyectó que las aguas del Guadarramilla no desembocaran en La Colada debido a su alta contaminación. Hay un informe de AQUASUR que lo avala. El informe de Viabilidad de esta actuación fue aprobado por la Secretaría de Estado de Medio Ambiente el 4 de abril de 2013, pero luego por las razones que sea, el proyecto no llegó a ejecutarse. Aquí ya se cita la insuficiencia de la depuradora de Pozoblanco y las explotaciones ganaderas como las causas fundamentales de la alta contaminación del Guadarramilla. (http://solienses.blogspot.com/2023/08/en-2013-se-proyecto-que-las-aguas-del.html)

               El 12 de agosto de 2016, El Quincenal de Los Pedroches titulaba: “El agua del embalse de La Colada contaminada por la depuradora de Pozoblanco”.


 

Del proyecto de bye-pass de La Colada hace diez años. Por otra parte, la información facilitada por El Quincenal cobra una actualidad incuestionable, pero… de eso hace ya siete años[2]. A los vertidos de la insuficiente depuradora de Pozoblanco, a fecha de hoy en primitiva construcción, hay que añadir otros de varios establecimientos, fundamentalmente ganaderos, que se han ido instalando por la zona. Al rio Guadarramilla lo hemos convertido en una enorme y superficial alcantarilla y al embalse de La Colada en una gran cloaca.

Ayer, al descender la última pendiente de la carretera, previa al inicio de la presa, sentí desolación y un tremendo vacío. Me impresionó el silencio. No se oía ningún pájaro y no me gustó nada el color que reflejaba el agua. Demasiado oscuridad, pensé. Hasta el Sol brillaba con tibieza. Era un paraje triste e inhóspito. Sin saber cómo ni porqué me recordó a Chernobyl. Algo exagerado me dije para mí, pero así fue. Un sentimiento de soledad me invadió y se me encogió el ánimo. El ambiente desprendía vibraciones negativas que me incitaban a salir corriendo.

A la derecha, por su cara norte, nos saludó con indiferencia la majestuosidad de la presa, guardián del agua. A su pie destacaba un pequeño charco, con aguas verdosas y estancadas. Al fondo, el cauce seco del Guadamatilla nos secó la mirada y el alma.

Avanzamos un poco. Por la parte que almacena el agua, en la orilla, decenas de peces muertos reflejaban una luz gris plateada del Sol en medio de un olor a podrido desagradable. A su lado, unos peces oscuros, casi negros, aún vivos, salían del agua con la boca abierta. Traduje que en el aire habría más oxígeno que en aquellas aguas tan contaminadas por materia orgánica. Sacar agua para el suministro de los pueblos, como la contaminación sigue llegando, habrá aumentado la toxicidad.

Anduvimos la presa por arriba. Vimos la captación de agua que va a la recién inaugurada depuradora que después la bombea al pantano de Sierra Boyera. Desde allí la reenvían a los pueblos para duchas, riegos, lavadoras, etc…No se puede beber. En su lugar, las cubas de agua potable, situadas en sitios estratégicos, nos han devuelto a los años cincuenta y sesenta del siglo pasado.

En nuestro paseo el olor a podredumbre aumentó. Llegó un momento que se hizo insoportable. Creo que la semana pasada retiraron algunos cientos ¿miles? de peces muertos. No sé que habrán hecho con ellos. Dos operarios que trabajan en la depuradora nos miran desde lejos. Decidimos volvernos hacia el coche con una inmensa sensación de pesadumbre e impotencia. Unas ovejas sueltas se nos cruzan y pienso si beberán agua de aquel vertedero. Aguas contaminadas, animales contaminados, plantas contaminadas, tierra contaminada, aire contaminado. La falta de medidas para proteger Los Pedroches ha sido un boomerang que se ha revuelto contra nosotros con más fuerza. La Colada, crónica de una muerte anunciada desde hace años.

¿Para cuando un embalse lleno de peces vivos, con personas bañándose y con club de pesca? Siempre prevenir fue mejor que curar.¡¡¡Ay de algunos políticos!!!

Si el problema del agua no nos une ¿qué nos unirá?



[1] Albert Rodríguez, A y García-Lorenzana Acasuso, D., Explotación, mantenimiento y conservación de la presa de La Colada (Córdoba). Comité Nacional Español de Grandes Presas.

La Colada, 9 de septiembre 2023

Hasta aquí mis divagaciones. Me atrevo a plantear un par de conclusiones-borradores porque contaminar nuestra tierra, aire o agua es sacarnos los ojos, cortarnos la lengua y taponar con hormigón nuestros oidos, lo que sería la muerte de La Comarca.

1ª.- Nunca más convertir un embalse de abastecimiento de agua a la población en un colector de aguas residuales. De ninguna manera se pueden verter aguas residuales en arroyos ni torrenteras ni rios, sean urbanas o ganaderas. Depuradoras o fosas sépticas.
2ª.- Si la solución al problema de desabastecimiento de agua al Valle del Guadiato y a Los Pedroches, siempre que llueva, pasa por conectar el pantano de Puente Nuevo con el de Sierra Boyera, ¡ hágase ahora! ¡Ya!
3ª.- Lástima de fondos europeos que no se han dedicado a paliar todas estas deficiencias, allá donde hagan falta.

Nota: Mayor información sobre el problema del agua en Los Pedroches pueden encontrarla en http://solienses.blogspot.com/