Aprovechando la estancia de Pepe y Loles en el pueblo,
con la colaboración de algunos familiares, concertamos un agradable encuentro
en el patio de la casa que habitan, sita en la Calle Nueva, 28.
Ha pasado mucho tiempo desde que nos vimos la última
vez. Quizás entre treinta o cuarenta años. Demasiados. Ninguno de los dos nos
acordábamos. Encuentro a Pepe tranquilo, conversador. Tiene buena memoria. La
entrevista resulta muy fácil. Durante más de dos horas que pasamos charlando,
sin prisa pero sin pausa, le dimos vuelta a todo: el pueblo, Barcelona, amigos,
la familia, trabajos, aficiones…el tiempo pasa rápido. Loles asiste atenta.
Interviene muy poco. Sólo lo hace para aclarar / completar alguna pequeña cosa,
algún pequeño detalle. Asegura que prefiere permanecer en un segundo plano. Se
siente más tranquila. El sencillo y acogedor patio de la casa fue escenario de
una tarde que se nos pasó volando. En sus paredes resuenan aún los ecos de
nuestras palabras.
Solemos empezar con preguntas muy cortas que nos aproximan a la personalidad del entrevistado.
Empezamos:
Un
libro: Patria, 2016, escrita por Fernando Aramburu.
Un político: Adolfo
Suárez.
Un/a artista: Miguel López Navarrete, pintor, Alcaracejos.
Un hecho histórico: La llegada del hombre a la Luna (16 de julio
1969).
Un animal: El caballo.
Un oficio que admiras: Carpintero.
Una
película: Los gallos
de la madrugada de Fernando Fernán Gómez y Concha Velasco, 1971, dirigida por José Luis Sáenz de Heredia.
Un monumento: La Sagrada Familia de Barcelona y la Mezquita de
Córdoba
Una comida: Te diré dos: El cocido de garbanzos y las migas.
Un lugar para vivir: Alcaracejos.
Tu tiempo libre lo ocupas en: Leer y pasear.
¿Playa o montaña?: Montaña.
Un árbol: El olivo.
Hablar o escuchar? : Mitad y mitad.
¿Qué letra de qué canción?: ¿Por qué? Amor de hombre de Mocedades. No hay ninguna razón, sólo que me
gustaba.
Superadas las primeras barreras entramos en el fondo de la entrevista.
1.- ¿Tus primeros recuerdos de Alcaracejos? Recuerdo con claridad
la procesión de la Virgen de Guía. Nací aquí a finales de Enero de 1949.
2.- ¿Dónde vivías? ¿Cómo era
la casa de tus padres? ¿A que se dedicaban ellos? ¿Hijos? La mayor parte de
mi vida residí en la calle José Ventura s/n, junto al bar El Control. Luego fue
calle Villanueva del Duque y ahora C/ Barrionuevo nº 2.
Mis padres fueron José Santos Escribano y Concepción
Rubio Ruiz. Yo fui el mayor de sus hijos. Tuve dos hermanos: Julián y Amelia.
3.- Háblanos de tu calle: vecinos, ¿alguna cosa en particular? Era
una calle corta, con pocas casas y pocos vecinos. Junto a nosotros vivían Paco
y Lucía “los del bar El Control” y mis tías Trini y Teresa, hermanas de mi
padre. Los niños, más o menos de la misma edad, correteábamos tras una pelota
en cualquier sitio. Recuerdo mucho a Juan Marín. Me encantaba jugar a los
bolindres con José Cruzado “Pepe moneas”.
Era muy divertido y ¡Lo pasábamos muy bien!
4.- ¿Cómo fue tu vida escolar? ¿Maestros? ¿Compañeros? ¿Alguna
anécdota? Mi vida escolar fue bastante normal. En aquella época
utilizábamos la “Enciclopedia Álvarez”
de tercer grado, un libro muy completo con el que se sacaba el Certificado de
Estudios Primarios. Me acuerdo bien de D. Pedro Mengual como maestro y de mis
amigos Manuel Rodríguez Caballero y Santiago Rodríguez.
5.- ¿Estudios? Pocos, lo frecuente en aquella época era sacarse el
Certificado de Estudios Primarios y ponerse pronto a trabajar.
Obra de teatro. Salón Parroquial (1972-73). Los preparaban Juana Castro y Pedro Tébar, maestros. En escena: Demetrio Fernández, Mª Elena, Mª Ángeles Navarrete, Pepe y Santiago Rodríguez. |
7.-Háblanos un poco de tu tío Antonio. Tengo entendido que fue para ti
una persona muy especial. Mi tío Antonio es y fue excepcional en mi vida,
tanto que ejerció como mi segundo padre. Además todo lo que aprendí como
escribir cartas, oficios, hacer los seguros sociales,…se lo debo a él. Me
enseñó a comportarme como una persona responsable y también a gastar bromas sin
mal sentido. En fin, todo lo que pueda contar de mi tío es poco, sin
menospreciar – por supuesto – a otros tíos miembros de mi familia, pero mi tío
Antonio era especial.
Contaré
una anécdota porque todas no me caben en el folio: “Un domingo me dijo: Pepe,
vamos a ir a Córdoba para ver a la abuela “Conce”.
Llegamos a Córdoba sobre el mediodía, nos fuimos a comer, y después me comentó
que íbamos a ir a Las Tendillas, a tomar café. Nos sentamos en la terraza de un
bar y de golpe y porrazo llama a un limpiabotas. Yo pensaba que quería
limpiarse los zapatos, pero no, va y le dice: Oye, limpia, ¿podrías cepillarle
los zapatos a mi sobrino? Era la primera vez que a mí me limpiaban los zapatos.
Me dio mucha vergüenza, pero claro,….¡No era cuestión de llevarle la contraria!
8.- Explica tu participación en el equipo de fútbol. ¿Cómo era aquello? ¿Cuáles eran tus compañeros? ¿Cuál era tu puesto?.....¿Algún partido especial? Lo del fútbol era pura afición. No teníamos un buen equipamiento, pero con unas zapatillas y el bañador era suficiente. Yo solía jugar de defensa central o lateral, siempre de defensa. Hay un partido que no se me olvida. Fue uno que jugamos en Villanueva de Córdoba. Ellos tenían un buen equipo, mejor que el nuestro, pero nos salió redondo y ganamos 3- 4.
9.- Algo me has dicho de tu trabajo como cobrador de letras. Danos
detalles de este trabajo hoy, por cierto, desaparecido. Además de trabajar
en la Mina el Rosalejo, para recabar algún dinero, también cobraba letras del
Banco Hispano Americano. De las cantidades que conseguía cobrar me daban 10 céntimos
de peseta por cada 1.000 pesetas recaudadas.
10.- ¿Qué nos
puedes contar de tus andanzas como vendedor de vino? Sí. También fui
repre- sentante de vinos manchegos. Eso sí que me dejaba dinero ya que el vino se
vendía como el agua. Había muchos bares y tabernas (Santiago el Grillo, Cortés, el Recio, El Brillante, El Control, Frasquetes,…). Algunos vendían más de 10
arrobas de vino al mes, unos 160 litros. En fin, yo tenía que conseguir dinero
porque me puse novio con una chica de Fuente Ovejuna y cada dos o tres domingos
iba a verla. Me costaba un dinero porque cogíamos el taxi de Rafael Pozuelo, un
Seat 1500. Se lo decía a algunos amigos que me ayudaban a pagarlo. Éramos una
buena panda: estaban Rafael Ferrer, Fernando Trócoli y algunos más. Los
domingos que no iba a Fuente Ovejuna jugábamos partidos de fútbol contra
equipos de pueblos cercanos.
11.- ¿Por qué y cuándo os fuisteis a Cataluña? ¿Cómo fue vuestra
llegada? ¿Cuáles fueron tus trabajos allí? Nos fuimos a Cataluña en el año
1974. El motivo es que se paró la mina y el escaso trabajo que había era el
campo y la verdad yo entendía poco. Allí estuve siete años trabajando con un
primo mío en una carpintería y al final en Merca Barna.
Boda de Loles y Pepe. Amelia y Julián, sus hermanos, padrinos. A la derecha están: Concepción, madre de Pepe y Sila y Miguel, padres de Loles. Alcaracejos, 1974. |
12.- Tengo entendido que muchos mojinos habéis hecho piña por tierras catalanas
y os veis con frecuencia. Sí, es cierto. En Cataluña, al cabo de unos años
empezamos a juntamos un grupo de mojinos. Todavía lo hacemos y nos lo pasamos
muy bien. Nos reunimos con Salud, María Elena, Mari la de Vidal y su marido
Josep, que por desgracia nos abandonó. También “Nandi”, mujer de Julio Pozuelo
(q.e.p.d.). Los echamos mucho de menos. También están Salvador Caballero y
Filo, Miguel y Manuel Peralbo con Luisa y Mari “la de Ramón” – sus mujeres -,
Manolo el de Aquino y su mujer Pilar, Kiko y Gloria, también Josefina, Mercedes
López y su marido Santiago; Mª Carmen Fernández... En Cataluña vivimos en un
pueblo llamado Viladecans, donde nació nuestro hijo Miguel. Al principio
estuvimos en Hospitalet de Llobregat, allí nació Mª José.
En
Hospitalet vivimos de alquiler, hasta que pudimos ahorrar algo de dinero.
Loles, mi mujer cosía en casa Capelo de Hospitalet, que era una tienda de modas
y confección, vestidos, costura en general. A los tres años nos mudamos a
Viladecans y compramos un piso. Lo pasamos un poco canutas, pero aquello pasó.
Mª Carmen Fernández, Salud, Nandi, Pepe, Loles, Filo, Mª Ángeles, Mercedes y Josefina (delante). Lloret de Mar (2000) |
13.- En el pueblo tenemos varias fiestas importantes ¿Cuál destacarías?
Aparte de la Virgen de Guía, tanto las matanzas, como las enramadas, como
los quintos son fiestas enraizadas en nuestra tradición y me gustan todas, cada
una con su peculiaridad.
14.- La gastronomía siempre es importante ¿Coméis en Cataluña como en
el pueblo o habéis adoptado algún plato típico catalán? En Cataluña comemos
prácticamente lo mismo que en el pueblo, aunque allí disfrutamos mucho con el
típico pan con tomate y jamón.
15.- Nuestro amigo Tomás (q.e.p.d.), marido de Salud era muy culé,
¿Cuáles son tus colores futbolísticamente hablando? Como el querido amigo
Tomás yo también soy culé, pero no tanto como él. El fútbol siempre me gustó
mucho. Lo pasé muy bien con el triunfo de la Selección Española en el Mundial
de 2010 en Sudáfrica: todos pusieron lo mejor.
16.- ¿Cómo llevas la jubilación? Hasta la fecha la llevo bien, a pesar de que tengo ese “bicho” en el pecho desde hace un par de años. Bien pero siempre con
los necesarios cuidados y las debidas precauciones. Sea lo que Dios quiera. Mis
dos nietos Joan y Marc son una bendición y me proporcionan muchas
satisfacciones.
Hasta
aquí nuestra conversación con Pepe, una persona sencilla y amable que respira
humanidad por los cuatro costados. Le deseamos lo mejor a él y a toda su
familia y le agradecemos de corazón el tiempo que gentilmente ha dedicado para
que esta entrevista sea posible.
Nota: Hoy, 4 de abril de 2020, sábado, en la madrugada, ha fallecido Pepe en su domicilio de Viladecans rodeado de los suyos. Nos unimos a su familia en estos tristes momentos y les enviamos un abrazo desde estas tierras de Córdoba. Descanse en paz. Feria en Alcaracejos: Rafa López, Pepe, Juan Caballero (Juanito el Platero), José Rodríguez (Joseíto), Demetrio Fernández y Paco López. |
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