Corneana, roca. |
Tarde del mes de julio del 2024, 21 horas, 33º de temperatura. Estamos en el cruce del Camino de la Magdalena con el de la Pajarera. Vamos hacia Alcaracejos. A la izquierda queda la huerta de Germán Santos que hoy la disfrutan sus herederos. Hemos pasado por ahí cientos de veces durante decenas de años. Apoyada en la vieja, y espectacular, pared una piedra casi circular me llama poderosamente la atención. Es un ejemplar único en esa tapia de media altura. No detecto ninguna más de su familia. Es de color grisáceo, con tonos de azul y algunas zonas irregulares tintadas de marrón. Es muy pesada. Al golpearla con otra piedra tiene un sonido muy metálico que puede recordar a una campana. Su forma es la de un casquete esférico incompleto, a modo de cabeza de una chincheta gigante. Desde arriba, en su cara curva, se ven unos círculos concéntricos que van descendiendo hacia el exterior. Se apoya en una cara plana bastante lisa. Le falta un trozo para completar la forma de un círculo bastante perfecto vista desde arriba.
Mi
primera impresión me recordó a un molde, a material minero que pudiera proceder
de una fundición. No tengo ni idea de lo que puede ser, pero la asocio con algo
artificial, algo que procede de la mano del hombre.
Vuelvo
al siguiente día con lápiz y papel, un metro y el móvil para echar unas fotos.
Longitud
cara rota à 39’5 cm
Desde
centro parte rota al extremo, mayor que un radio à
29’5 cm.
Radio
à unos 20-22 cm, aproximadamente.
Parte
central rota tiene una anchura de 8 cm.
Parte
derecha, disminuye anchura uniformemente à
7 cm à 5’2 cm…..
Parte
izquierda, disminuye anchura uniformemente à
7’7 cm à 4 cm….
Envio
fotos a Miguel López Rísquez, amigo con el que comparto algunas historias. En una hora me contesta y me dice que no me
entusiasme mucho, que son piedras o
pizarras bastante comunes en la parte de La Cumbre y si está en una pared,
la forma puede ser caprichosa para poder acomodarla en un lugar concreto. Alego algunas particularidades de la piedra, pero ante
esa respuesta le digo que consultaré con un amigo geólogo.
Juan
José Rodríguez me comenta que también las conoce. Las ha visto por la zona de
la antigua estación de ferrocarril de El Soldado, que es por donde termina el
granito y aparece la pizarra. “Sonido metálico, pesan mucho, aspecto de pizarra
y tienen parecido con algún mineral de hierro”, son sus comentarios literales.
Antonio Mª Cabrera Calero (Pozoblanco, 1969), profesor de secundaria y
licenciado en Ciencias, Geología, por la Universidad de Granada me indica que
“estas rocas son efectivamente muy curiosas por el sonido metálico o de campana
que tienen al golpearlas. Es una roca natural. No tiene relación con el ser
humano ni con la metalurgia. Son corneanas
que aparecen junto al límite del granito, resultado del calentamiento de las
areniscas del culm (carbonífero) en contacto con el magma del granito. Quedan
unas rocas negras, superduras y compactas. Las líneas concéntricas son las
originales de la arenisca. La forma esférica es accidental, fruto de la erosión
en forma de bolos”.
Las fotos completan esta pequeña historia de un Alcaracejos ligado a la Naturaleza por sus cuatro costados.
Tamaño comparado de la roca |
Corneana, vista por su haz |
Corneana, vista por su envés. |
Grosor y superficie de la fractura |
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