lunes, 19 de mayo de 2025

(A.1) Destaques relativos a la Visita General de 1581

 

          Dentro de la Visita General de 1581 realizada a la Parroquia de San Andrés de Alcaracejos, merece la pena filtrar un poco su relación y agrupar a las personas que se citan, las referencias a San Andrés –por ser el titular de la parroquia- y los elementos o partes más significativos del templo.

 Personas y personajes que intervienen

          Al comprobar el elevado número de personas que se citan en la Visita General del 19 de mayo de 1581 y la categoría o cargos de las mismas, he pensado que sería de interés explicitar un registro de todas ellas. Respetaremos el riguroso orden de aparición que pone de manifiesto lo redactado en la citada visita y ampliaremos –cuando nos sea posible- la información sobre cada una de ellas.

          Esta relación nos va a poner en evidencia personajes que de forma directa –o indirecta- tuvieron algo que ver con el pueblo, así como nombres y cargos de algunos vecinos y vecinas.

 ***

          En primer lugar se nombra al Ilmo. Señor don Martín de Córdoba y de Mendoza, Obispo de Córdoba del Consejo de Su Majestad. (Córdoba, 1512–1581).

          Era hijo de los condes de Cabra, don Diego Fernández de Córdoba y doña María de Mendoza. Tomó el hábito dominico en el convento de San Pablo, donde ya había profesado su hermano fray Francisco de la Cerda y Córdoba, que fuera luego obispo de Canarias. Felipe II lo presentó para el obispado de Tortosa, donde tomó posesión de la sede a primeros de diciembre de 1559, y en cuyo tiempo asistió al Concilio de Trento (13 de diciembre de 1545 al 5 de diciembre de 1563). El 26 de agosto de 1574 tomó posesión del obispado de Plasencia, al que había sido promovido, y desde allí pasó a Córdoba en 1578, entrando en la ciudad el 11 de septiembre. Durante su pontificado destacó por su talante social y caritativo, su intachable piedad y el rigor en la observancia y aplicación de las normas tridentinas, especialmente entre el clero. En sus visitas pastorales impulsó la creación de las cofradías del Rosario. Devoto de San Álvaro de Córdoba, tuvo debilidad por su convento de Escalaceli, en el que promovió la construcción de la capilla y donde tuvo una celda a la que se retiraba con frecuencia. Según la tradición, la campana de aquella celda sonaba tres veces sola cuando los religiosos rogaban por la salud del prelado, lo que fue interpretado como un aviso de San Álvaro al obispo para que se dispusiera a morir. Fundó el convento de Madre de Dios en Baena (7-IX-1578), promovió la construcción de una gran sacristía en el convento de San Pablo, la torre de San Andrés y la capilla del Sagrario de la Catedral, como atestiguan sus armas en las rejas. Murió el 5 de junio de 1581, siendo enterrado en la capilla de Villaviciosa, en la Mezquita Catedral. Su predecesor fue Bernardo de Fresneda y el sucesor, Antonio de Pazos y Figueroa[1]. Durante el mandato del obispo Martín se estableció en todas las parroquias de su diócesis la cofradía de Ntra. Sra. del Rosario y del Nombre de Jesús.

           A continuación mencionaremos al Ilmo. Muy Reverendo Señor Doctor Carlos Montero, Visitador General, figura central de esta visita, nombrado a tal efecto por el señor obispo. De este señor solo conocemos su faceta de visitador general en la provincia de Córdoba.

          Además de su actuación en Alcaracejos en 1581, tenemos constancia de que el 19 de julio de 1579, Alonso Muñoz Moreno, cura párroco de Villaralto, le rindió cuentas según consta en el legajo de la parroquia de Villaralto, en el Archivo Diocesano de Córdoba[2].

          Por otra parte, en febrero de 1580 el doctor Carlos Montero visitó el templo parroquial de Santiago en Córdoba capital, donde confirmó la existencia de la cofradía de Nuestra Señora del Socorro, comunidad que no aparece en fechas posteriores. Esta desaparición se debe a que en agosto de 1580 la imagen de la Virgen del Socorro cambió de título y pasó a conocerse con el nombre de Nuestra Señora del Rosario[3].

          La última cita encontrada dice literalmente: “En la villa de Montemayor, diócesis de Córdoba, domingo 28 de febrero de 1580 el muy Iltre. Sr. D. Carlos Montero, Visitador General en la ciudad de Córdoba y en todo su Obispado [nombrado] por el Ilmo. Y Rvmo. Sr. D. Martín de Córdoba, etc… entró a visitar la parroquia de la dicha villa[4]”.

           Otra personalidad nombrada en la visita es el Reverendo Señor don Antonio de Saucedo, obispo de Cuba.

          En PARES-Archivos españoles aparece con el nombre de Díaz de Salcedo, Antonio de. Se trata de un religioso español, fraile franciscano. Obispo electo de la isla de Cuba en 1579 aunque no se incorporó al obispado hasta, al menos, 1584 por una discrepancia con la Corona en el cobro de ciertas cantidades. Ejerció el cargo hasta 1597, año en el que fue nombrado obispo de Nicaragua muriendo en el oficio en ¿1603-1604? Durante su estancia en La Habana coincidió con Gabriel Luján como capitán general de la isla[5].

           Andrés de Cerco figura como Notario Eclesiástico parroquial y Jorge Alonso es el nombre del presbítero vicario de la iglesia de la villa.

           Alonso Sánchez Pozuelo fue mayordomo en 1580 de la cofradía de la Vera Cruz.

           Francisco Vázquez y Juan Gallego, son vecinos de Alcaracejos. Aparecen en multitud de ocasiones como testigos del estado de las cuentas que pide el visitador.

           Cristóbal Ruiz fue mayordomo, en 1580, de la cofradía del Santísimo Sacramento.

           Antón (Antonio) García Molinero y Antona (Antonia) Muñoz, su mujer, dotaron y fundaron una perpetua capellanía, a condición de que el capellán que la sirviese estuviera obligado a decir tres misas al mes, y le dote esta capellanía, lo cual está inventariado en la visita del año 1576.

          Antón Sánchez, ya difunto, fue mayordomo de la ermita de la Bienaventurada Magdalena, por lo que el vicario tomó cuentas a sus herederos. Al presente mayordomo de la ermita, Pedro García de la Torre, no se le hizo cargos ni descargos por llevar poco tiempo en esa responsabilidad.

           A Pascual Sánchez, presente mayordomo de la ermita de Nuestra Señora de Guía no se le tomó cuentas por llevar poco tiempo. En cambio si se les pidieron cuentas al mayordomo anterior, Juan Alonso, que debe 2.953 maravedis.

           Avanzando en su visita inspectora, el visitador halló que había una limosna que le llaman Cofradía de Nuestra Señora del Rosario para decir misas, de la que ha sido mayordomo y cobrador Juan Pérez, al cual, hecho cargo y descargo, alcanzó a la dicha limosna en quinientos y catorce maravedíes.

           El Visitador tomó nota de que Jorge Alonso era el colector de las misas de la dicha iglesia, vicario, el cual exhibió ante el señor visitador el libro de la colecturía de la iglesia.

 

          En el inventario[6] siguen apareciendo más nombres, supongo que de vecinas y vecinos, donadores. Continuando con su visita a la iglesia, don Carlos Montero entró en la sacristía haciendo recuento de todas las joyas de oro y plata, ornamentos de seda y lienzo, hierro, libros, metal y maderas y todos los demás objetos que tiene la dicha iglesia.

 Sagrario

~ Un paño de naval deshilado que dio Martín Herrero Jurado.

~ Otro paño de lino labrado de seda azul que dio en limosna Lucía Sánchez; estos dos paños sirven de manteles y frontales.

 Vistario

~ Un cáliz de plata grande labrado al romano con su patena de lo mismo, pesados marcos y seis onzas y media en la manzana, tiene seis esmaltes. Lo mandó Juana Hernándezla Ranchala”.

~ Otro cáliz de plata con su patena; el cáliz es dorado al romano, y el pie tiene ocho compases con las armas del reverendo don fray Juan de Toledo.

 FrontalesD [Accesorio que cubre todo el frente del altar]

~ Un frontal nuevo de terciopelo carmesí con frontaleras caídas bordadas de cortado, con un festónD en medio con insignias del Santísimo Sacramento, lo mandó el licenciado Herruzo.

 Capas

~ Otra capa con que se administra el Santísimo Sacramento, de damasco carmesí con cenefa, capilla y pectoral de terciopelo carmesí, labrada de un romano de raso amarillo con unos cálices y unas aspas de Santo Andrés, y en la capilla un Cristo con un letrero, hízola la Cofradía del Santísimo Sacramento.

 Palios

~ Un guion de damasco carmesí bordado sobre raso, cortado con un cáliz y aspas de Santo Andrés y cordones y borla; la mandó Catalina Alonso.

~ Un paño de terciopelo negro con una cruz de terciopelo carmesí para las andas, que lo dio Victoria Herrero.

 Ropa blanca de lienzo

~ Un paño de lienzo, labrado de seda grana, que mandó Juana Muñoz.

~ Un paño labrado de grana, que dio Águeda Ferrero (Herrero).

~ Otro paño labrado de grana que mandó Isabel García.

~ Otro paño con dos cintas a los ramos que mandóLa Chamorra”.

~ Otro paño deshilado que mandó Marina Reº (contracción de ¿Redondo?).

 

Presencia de San Andrés en el interior del templo

           A pesar de haberlo intentado en varias ocasiones, no he averiguado la procedencia del nombre de San Andrés como advocación de la parroquia de Alcaracejos. No sabemos ni cuándo ni porqué ni quién se lo puso. A lo más que hemos llegado es a saber que en los siglos XV y XVI había cierta costumbre de “bautizar” a las parroquias con nombres de los apóstoles. Así está San Bartolomé en Pozoblanco, San Pedro en Villaralto, San Mateo en Villanueva del Duque o Santiago en Belalcázar.

           San Andrés se refleja en el inventario que recoge la Visita General de 1581 en los siguientes apartados:

 1.- Vistario: Una cruz de plata de pie redondo y por dentro un friso con seis cuadros y seis cubos redondos que los dividen, y en el árbol de la cruz, de una parte trae un crucifijo de bulto y otros labrados; tiene cuatro imágenes de mazonería, que son de Nuestra Señora y San Juan, La Magdalena y el pelícano, y de la otra parte Santo Andrés y las insignias de los Cuatro Evangelistas.

 2.- Capas: Otra capa con que se administra el Santísimo Sacramento, de damasco carmesí con cenefa, capilla y pectoral de terciopelo carmesí, labrada de un romano de raso amarillo con unos cálices y unas aspas de Santo Andrés, y en la capilla un Cristo con un letrero. Hízola la Cofradía del Santísimo Sacramento.

 3.- Casullas: Otra casulla de raso colorado con cenefa de argentería sobre raso verde trae un ihesus y unas aspas de Santo Andrés y flores coloradas.

 4.-Palios: Un guion de damasco carmesí bordado sobre raso, cortado con un cáliz y aspas de Santo Andrés y cordones y borla; la mandó Catalina Alonso.

 5.- Libros:

- Un capitulario santoral que comienza en la fiesta de Santo Andrés y fenece en las oraciones de Cristóforo.

- Un santoral ofrecerio que comienza en la vigilia de Santo Andrés y fenece en San Saturnino, y se siguen ciertas misas.

 

Elementos del templo que se citan en la Visita General

           No se detalla ninguna parte concreta, pero sí se nombran elementos básicos que en una parroquia son significativos:

·        Sagrario

·        Pila bautismal.

·        Un retablo “de cinco órdenes de talla” o “cinco calles” se refiere a la división horizontal de la estructura del retablo en cinco espacios o secciones separadas por columnas o pilastras. Cada calle puede tener una altura diferente, dando la impresión de escalonamiento o pirámide. Con total seguridad estaría colocado en el muro frontal del presbiterio.

·        Coro de los clérigos: lo llaman así porque en la Edad Media los coros solían estar formados por clérigos menores; personas que no eran sacerdotes pero que se dedicaban a la música y al canto litúrgico, lo cual contribuyó a la vida religiosa de las comunidades. La presencia de un facistol grande puede indicar que el coro –en ocasiones- fuera elemento importante en la liturgia.

·        Dos campanas grandes y un esquilón[7] en la torre.

·        Un púlpito con su escalera.

·        Sacristía



[2] Gómez Muñoz, R.: Las puertas de los Apóstoles y del Perdón y las dos grandes transformaciones de la iglesia de San Pedro, de Villaralto. Crónica de Córdoba y sus pueblos, 2000. Pág.188

[3] Aranda Doncel, J.: Cofradías marianas de gloria en la diócesis de Córdoba durante los siglos XVI y XVII. Boletín Real Academia de Córdoba -150-18.pdf.

[4] Moyano Llamas, P.: Restauración y Patrimonio de la Parroquia de Montemayor. Boletín de la Real Academia de Córdoba 154 (2008), 141-150.

[5] Schäfer, Ernst: El Consejo Real y Supremo de las Indias: su historia, organización y labor administrativa hasta la terminación de la casa de Austria. Sevilla: Imp. M. Carmona, 1935.

[6] Bien por desuso o antigüedad, se advierte con “D” de la dificultad de comprensión de algunas palabras.

[7][7] Cencerro pequeño en forma de campana.


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