![]() |
| Campanario y casita del reloj. Parroquia de San Andrés |
Esta
es la historia de una reconstrucción que no fue. En cierta forma es la
descripción de un fracaso, pero es importante que se sepa que existieron
intentos y como fueron. El edificio parroquial de San Andrés y la Casa Rectoral
fueron destruidos en la Guerra Civil. Durante veinte años, 1939-1960, la
reconstrucción estuvo en conversaciones y papeles, pero de ahí no pasó. Al
final, al inicio de los 60, las ruinas que quedaron de los dos edificios fueron
demolidas, conservándose solamente la portada principal y poco más. Alcaracejos
no tuvo suerte y el mejor monumento de toda su historia patrimonial, se lo
tragó la guerra, el tiempo, la burocracia y creo que también la ausencia de
suficientes recursos materiales. En el histórico y antiguo solar ligado al
nacimiento de la villa, el 24 de febrero de 1966 se inauguró un nuevo templo
que nada tenía que ver con el anterior.
El primer dato que he podido recopilar
sobre la reconstrucción se remonta al 11 de septiembre de 1939, es decir
a los cinco meses y poco del fin de la guerra. El Ayuntamiento estaba regido
por una Comisión Gestora nombrada por los vencedores. Actuaba como alcalde
Teófilo Velasco Soto[1]
y de vocales Francisco Gómez Ayala[2]
-abogado- y Rafael López López. El acta de la sesión de ese día es de mucho
interés por su gran contenido político. En ella se acuerda que “de imprevistos
se den 50 pesetas como encabezamiento, y por una sola vez, para la suscripción
hecha a favor de la reconstrucción de la Iglesia Parroquial”.
Al mes siguiente, el 16 de octubre,
en la sesión celebrada, se leyó una relación municipal de daños por la guerra y
propuestas, apareciendo en primer lugar la “Reedificación de la Iglesia y Casa
Parroquial”.
Entiendo que el tema que tratamos
formaba parte de las grandes preocupaciones de las autoridades locales pues, el
17 de octubre de 1939, el alcalde se dirigió por carta al ministro de la
Gobernación, a Madrid. En ella expuso, con un lenguaje deudor de la época, la
enorme destrucción que ha ocasionado la guerra en Alcaracejos y su término con
más del 50 % de viviendas destruidas. “De
los servicios públicos, la Iglesia y Casa Parroquial se encuentran
completamente demolidas por causa de la Aviación. De los Servicios Municipales,
la Casa Ayuntamiento por las mismas causas; el Cementerio y Matadero Municipal
también sufrieron grandes desperfectos”. Como el municipio carece de
recursos para afrontar tanta ruina solicita que el pueblo sea adoptado por el
Estado. Al mismo tiempo, la Corporación vería con agrado la visita de Técnicos
del Estado para hacer una valoración de daños y restauraciones posibles de
mayor urgencia.
El hecho de dirigirse al ministro de la
Gobernación se basó en que su Ministerio sacó un Decreto relativo a la
Reconstrucción Nacional de las fincas devastadas por la guerra. El mismo día 17
y en los mismos términos -aunque con más detalles- el alcalde se dirigió al gobernador
civil de la provincia para informarle sobre todo lo destruido y solicitarle su
adhesión y apoyo a la carta enviada al señor ministro. Queda claro que la
primera necesidad expuesta es la “Reedificación de la Iglesia y Casa
Parroquial”.
Entre los técnicos que visitaron el
pueblo hemos encontrado el informe de Antonio Cerezo Mejías, Aparejador
Municipal Titular de Hinojosa del Duque. Su informe -dirigido al Sr. Cura
Párroco- del 11 de noviembre de 1939, de apenas nueve líneas es conciso
y cristalino. Dice que “en visita realizada a la Iglesia Parroquial de San
Andrés y a la Casa del Sr. Cura Párroco, aneja a la citada Parroquia en
Alcaracejos, he podido comprobar que ambas se encuentran totalmente en ruinas,
estimando que la reconstrucción debe hacerse a base de edificar un nuevo
edificio sobre el solar existente, pues ni aun la cimentación que ha quedado
del edificio derruido, reúne condiciones de solidez para edificar de nuevo sobre
lo antiguo”[3].
El siguiente documento está fechado el 22
de enero de 1940. Don Antonio Fernández, Párroco de Alcaracejos le escribe
al director general de Asuntos Eclesiásticos del Ministerio de Justicia. En la
instancia vuelve a exponer la necesidad que tiene el pueblo de una iglesia, sea
reconstruida o de nueva planta, ya que no hay local adecuado para cubrir las
necesidades religiosas -con dignidad y seguridad- de las 2.686 almas que forman
el censo.
En el escrito, culpa a “los rojos” de
la destrucción del templo. Personalmente difiero de esa afirmación y me inclino
a pensar que fue la aviación de los nacionales la causante del destructivo
bombardeo, posiblemente en 1938, aunque no puedo precisar la fecha. Me baso en
fotos de los bombardeos tomadas desde aviones especializados que iban detrás de
los bombarderos para evaluar los daños.
Como la reconstrucción del templo parroquial, con las características que tenía, además de caro iba a ser obra de larga duración con personal experto, se decidió construir una sencilla iglesia-ermita que, con el decoro debido, permitiera los oficios indispensables de orden religioso, aunque su capacidad fuera limitada.
A lo anterior se unirían las presiones
políticas realizadas y la urgencia de un local aceptable. Así nació la Ermita
de San Andrés, actual centro cultural utilizado como sala de exposiciones,
conferencias, actividades musicales etc. Tenemos planos que datan de 1942-43 y
sabemos que a partir de la primavera de 1946, la ermita comenzó a funcionar
como Parroquia provisional, siendo párroco Don Antonio Fernández. En la revista
Reconstrucción (mayo, 1946)[4]
podemos encontrar abundante información sobre este templo recién inaugurado.
También en esta dirección de blog, yendo a https://alcaracejospuntocom.blogspot.com/2017/07/ermita-de-san-andres-de-alcaracejos.html
En mi opinión, la construcción de esta
ermita frenó presiones y aspiraciones, en cuanto a la reconstrucción del
antiguo edificio del siglo XV.
[1] En
1939 tenía 39 años – era comerciante. Se afilió a la Falange Española tras el
18 de julio de 1936. Datos extraídos de la obra de Francisco López Villatoro “La Falange Republicana en Andalucía, Guerra
Civil, Movimiento y División Azul – Córdoba 1934 – 1945”. Edita: Asoc.
Cultural Cantamora de Castro del Río * 2012. En el Anuario de Andalucía de 1932
figura como agente comercial. Teófilo era hermano de Mª Paz, Saturnino y Carmen
que vivieron en la calle San Isidro nº 6, entre 1959 -60.
[2]
Francisco Gómez Ayala fue una persona muy influyente en el Alcaracejos de la
postguerra. Por su amplia trayectoria profesional y política es imposible
resumirla aquí y ahora, aparte que nos desviaríamos del tema que nos ocupa en
esta entrada.
[3]
Archivo General Obispado de Córdoba (AGOC).
[4]
Revista RECONSTRUCCIÓN, mayo 1946, nº 63- pag 184 – Fco Hernández Rubio, Daniel
Sánchez Puig, José Rebollo, Ángel Marchena – Arquitectos. Biblioteca Virtual de
Castilla –La Mancha.

No hay comentarios:
Publicar un comentario