Habíamos quedado en su casa, siempre templo de la intimidad personal. Miguel me esperaba. Me contó que hasta el día de ayer había tenido albañiles. ¡¡¡ Desde el mes de agosto!…..! Estamos a seis de noviembre!…..¡Una paliza!!!.
Miguel vive en una casa tradicional de los Pedroches, en Alcaracejos. Sus bóvedas de arista lo delatan. Hace tiempo que el suelo cambió el empedrado por baldosas. La chimenea, antiguamente pieza esencial a la mitad de la casa, hoy es como un adorno más. Entre muros y bóvedas, estas casas mantienen buenas defensas contra el calor y el frio.
Miguel me invita a conocer su inmenso huerto. En él destacan unos olivos, un terreno labrado con sus surcos, yerbajos protegidos singulares,….Está todo diáfano, pero subdividido. El alma de Miguel forma parte de esos bellos espacios que son los patios, el corral, el huerto….un tres en uno inmejorable que poco a poco va teniendo su sello.
Miguel me llama la atención: ¿Has visto esos olivos? Un par de árboles, con sus solas dos ramas, parecen saludarme con los brazos en alto. Una escultura vegetal made in la mente de Miguel. Solo con una poda.
Me dice: Observa la pared, ¿ves los agujerillos? La pared es de piedras y a veces, entre una y la otra hay un agujerillo. Son nidos de los que solo vemos la puerta de la entrada. En su interior hemos dejado un hueco para que críen los pájaros, me termina diciendo. Con la mirada busco más agujeros y los encuentro. Pura sensibilidad la que destilan las ideas de Miguel.
Poco después subimos a la Cámara. La escalera, algo empinada, nos conducirá a ella. En su entrada, una bolsascensor captura mi atención. Miguel se explica: “Es un sencillo invento que nos evita subir y bajar”. La Cámara es la parte superior de su vivienda. Es un espacio amplio que Miguel ha acondicionado para que sea su estudio. A partir de ahora estará más tiempo en Alcaracejos que en Madrid. Las paredes y el suelo raspan un poco, están en modo basto. A Miguel le gustan así. El cemento del suelo está pintado de colores sin formas definidas. De las paredes cuelgan algunas obras y entre ellas Miguel pintará oleos, témperas, acuarelas o ceras, ….. imaginará sus mejores y originales trazos de colores bajo el denominador común de su exquisita sensibilidad.
Son los espacios de Miguel: La Cámara, el Suelo, el Huerto, los Olivos, los Nidos, la Pared…..Estoy seguro que en un futuro la gente, incluido yo, hablaremos de ellos. Cada artista-creador tiene su territorio. Todo indica que Miguel ha decidido el suyo: una casa en la calle Nueva, allá por mojinolandia. ¡Que la disfrutes!.
Miguel eres único,un gran artista q crees en tí y lo transmites a las personas q tratan contigo.TE QUIERO 😘😘
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