![]() |
La Colada desagüa (15 abril, 2025) |
Volver a Los Pedroches, y en
concreto a Los Álamos —jurisdicción de Alcaracejos— es siempre una magnífica
ocasión para refrendar el balsámico contacto que la Naturaleza, tan generosa,
siempre nos ofrece. Aparte de los múltiples senderos que convergen en el pueblo,
todos muy caminables, disponemos de preciosos y próximos lugares donde reanimar
el espíritu, escuchar a los pájaros, tranquilizar el ánimo e insuflar aire puro
en unos pulmones demasiado urbanitas. En particular, en esta primavera del
2025, el entorno nos regala un verde limpio que en su esplendor refleja todas
sus posibilidades y nada tiene que envidiar a “los mil distintos tonos de
verde” catamarqueños: esmeralda, aceitunado, verdemar, glauco, cetrino,
verdinegro y verdoso. El campo se engalana de verdor y, con ese fondo, las flores
amarillas, rojas, blancas y violetas, muestran su protagonismo con un colorido
digno del mejor arcoíris vegetal. Al mismo tiempo, auspician una prometedora
cosecha –entre festín y trabajo- para las eficientes abejas que pueblan la
Comarca.
Uno
de esos lugares paradisíacos es la presa de La Colada y sus alrededores. Se
trata de un verdadero tesoro emocional, un cofre de emociones. A primera vista,
la lámina de agua nos aparece inmensa. Su mágico reflejo nos recuerda al acero.
Es un agua tranquila, sosegada. No hay olitas ni olas. El aire es muy fresco y el
sol luce imponente. El pantano desagua. El enorme chorro de agua, a modo de
cañón, la libera por una cierre cuadrado situado en su base. Curiosamente, la
potente efusión se acilindra conforme
el agua se aleja, hasta que choca contra una muralla de hormigón que frena su
bravura casi en seco. El casi se debe a unas aberturas que permiten el paso de
la mitad del agua y así discurre suavemente en busca de las vecinas tierras
extremeñas.
Triguero (Foto Jaime Muriel) |
Los pájaros de la zona no son tema menor. Hoy voy acompañado de Elvira, mi mujer, y Jaime, nuestro hijo. Desde el pasado octubre, Jaime pertenece al Departamento de Zoología de la UCO y siente pasión por los pájaros y su comportamiento. Gracias a sus conocimientos y a su teleobjetivo sabemos que en el paraje de La Colada habitan, o sobrevuelan, la garza real, el cormorán, el ánade real, el avión común, los trigueros, urracas, verdecillos, jilgueros, gorrión común y el gorrión moruno, cigüeñas, buitre negro, la cogujada, carbonero común, etc… Por momentos, escuchamos al críalo y, en una esquina de la presa, pudimos observar decenas de carpas. El paseo por el contorno del pantano, con hierbas que nos sobrepasaban la rodilla, nos permitió coger un hermosísimo manojo de espárragos: ¡Algunos, bastantes, superaban los cincuenta centímetros con un grosor similar al de un cigarro puro de La Habana! Las omnipresentes retamas llenas de flores amarillas eran un oasis de color. Las encinas, con sus galaxias de amentos, testificaban una primavera salvaje, exuberante y loca. Vamos, una primavera de las de antes, cuando éramos niños allá por los cincuenta del pasado siglo. Me molesta oír hablar de mal tiempo cuando llueve, graniza o ventea en primavera. Entiendo que es lo que tiene que hacer. Miedo me dan los abriles y mayos cálidos y secos que recuerdan al veraniego agosto. A la vuelta, ya en el coche, por la A-502 poco antes de El Viso, pudimos ver un par de ciervas en su margen izquierdo que nos observaban con curiosidad. ¡Otro milagro de la tarde!
![]() |
Alrededor del embalse de la Colada |
Hasta aquí una visión, o una experiencia, como gusta decir ahora. Llegados aquí, no podemos ignorar la realidad social que esconden esas aguas: una interminable y desgraciada lucha política. El agua como arma arrojadiza, como elemento para dividir, tanto a la clase política como a la ciudadanía de Los Pedroches. Consciente de que no lo voy a hacer mejor, recomiendo la lectura de varias entradas en el blog Solienses[1] y los interesantes comentarios de sus lectores. Hace unos días La Colada había sido noticia porque la Confederación Hidrográfica del Guadiana no autoriza las obras definitivas que la conectan con el embalse de Sierra Boyera. Sí se permite una línea eléctrica de media tensión —para el funcionamiento de la conexión provisional que ya existe— y, cuando esta esté en funcionamiento, parece ser que quince municipios de Los Pedroches beberán un mix de agua, si la que contenga La Colada obtiene la garantía sanitaria de su potabilidad: ese mix estaría compuesto del 70% de agua suministrada por La Colada y el 30% procedería de Sierra Boyera, “siempre que las necesidades de los municipios de la Demarcación del Guadalquivir estén cubiertas”.[2]
Lo
publicado por Solienses, a mi entender, permite hacerse una idea de lo que está
ocurriendo. Ahora bien, creo que es necesario desarrollar el pensamiento
crítico y que cada cual saque sus propias conclusiones.
Para
nuestro disgusto, a La Colada siguen llegando “malas aguas”. Aguas con residuos
que hasta ahora han hecho imposible su potabilidad, a pesar de utilizar
procedimientos avanzados de depuración. La Colada es un embalse maltratado. Esta
triste realidad la recoge fotográficamente Manuel Delgado Pizarro en su
Facebook del pasado 16 de abril.
¿La
solución?
Resulta
imprescindible la colaboración sincera, honesta y solidaria entre todas las
Administraciones responsables. Los malditos votos no pueden estar detrás de una
necesidad básica y esencial de la ciudadanía. Los personalismos y la soberbia
política se los pueden meter donde les quepa.
En
mi modesta opinión, soy partidario de anular las causas y no intentar paliar
los efectos. Creo que es lo razonable. Siempre prevenir fue mejor que curar. A
un embalse que se construyó para suministrar agua potable a la población no
pueden llegar sustancias tóxicas que envenenen el agua.
Ahora
que tenemos suministro asegurado para varios años, es el momento de actuar.
![]() |
Gorriones morunos (Foto Jaime Muriel) |
![]() |
Suciedad acumulada en la playa de la Colada (16/04/2025, Manuel Delgado) |
[1]
Concretamente me refiero a dos del pasado 15 de abril, otra del día 16 y otra
del 17 del presente año.
[2] Hay que recordar que el pantano de La Colada lo administra la CHGuadiana y el embalse de Sierra Boyera es responsabilidad de la CHGuadalquivir; ambas confederaciones siguen siendo competencia del Gobierno Central.
Grupo de aviones cogiendo barro para fabricar sus nidos (Foto Jaime Muriel) |
![]() |
Vista general de la lámina de agua desde la presa |
No hay comentarios:
Publicar un comentario