miércoles, 27 de agosto de 2025

F. 2. Campanario y reloj

 


Las dos fotos muestran con claridad la separación entre el campanario –parte superior de la fachada- y la torre/casita del reloj, añadida sin duda en fechas posteriores al edificio de la iglesia. Son pues dos construcciones independientes.

               Mientras que la primera foto está tomada desde el nivel de la calle, algo a la izquierda, después de la guerra civil, la segunda foto, color sepia, la echan, con seguridad, desde un corral o patio situado frente a la iglesia. El tejado de la casa y su chimenea delatan la posición del fotógrafo, desconocido por cierto. Esta segunda foto es anterior a la guerra civil: todo está intacto.

               En la primera foto se observa la espadaña y la torre del reloj –sin reloj-. Ambas están destruidas parcialmente. En el inicio de la espadaña, línea recta donde confluyen las inclinadas que marcan las dos aguas del tejado, se observa una línea de piedras con algo de voladizo. Según Rafael Cabello, arquitecto cordobés, "Se trata de la imposta, que es un saliente que separa los diferentes pisos de la espadaña. En general, es un aparejo de sillares algo voladizo, a veces con moldura, sobre la cual descansan los dos arcos. Es decorativo. También sirve como referencia de las plantas o alturas de la fachada". Encima de los dos arcos vuelve a observarse un elemento similar, más pequeño, como reposo del arco de arriba. Los dos primeros arcos, en su parte superior, están enmarcados. En la segunda foto, el arco superior, el del campanillo, también parece estar limitado por una moldura.

               La espadaña está hecha con piedras talladas de granito. Da la imagen de resistente. En ella se confirman, en altura, dos niveles de campanas: dos más pesadas y diferentes en la parte inferior y un campanillo en el arco superior.

               En el lateral izquierdo se observa otro arco similar a los dos arcos frontales, con su correspondiente imposta. Por el lado izquierdo de este arco lateral aparece un muro que no cierra todo el recinto de este primer piso de campanario.

               La subida a la espadaña se hacía por una escalera de caracol que desde la planta baja, nivel de la calle, venía a salir a los pies de los arcos lateral y primero frontal a la izquierda.

               Para el reloj, se observan con claridad dos campanas: una remata la torre –siendo la parte más alta del edificio- y otra aparece bajo un arco construido sobre la casita que alberga el reloj. Como hipótesis, para acceder a dicha casita y realizar tareas de mantenimiento, proponemos esta ilustración dibujada sin medidas ni escalas.

Hipotética posición escalera de acceso al reloj

 Desconocemos el número de peldaños de la escalera y sus dimensiones, pero dado el desnivel, pensamos que se necesitaría. Es un mal dibujo, pero lo publicamos porque estimamos que aclara. Llegado el momento habría que hacerlo con mayor rigor.

               Sobre el reloj desconocemos todo. No tenemos ningún dato. En Los Pedroches no es frecuente que las torres de las iglesias se acompañen de una torre-casita para un reloj. En Pedroche e Hinojosa del Duque, sus respectivas iglesias tienen un reloj solar. En Torrecampo, la iglesia de San Sebastián, tenía añadida en su torre una casita blanca –en la foto a la derecha- que contenía un reloj colocado a fines del siglo XIX. Torre y casita fueron derribadas en 1905 debido a una gran grieta producida por una higuera silvestre que había nacido entre sus piedras. En lugar de reparar, las autoridades eclesiásticas optaron por la destrucción[2].

              

Casita del reloj, Iglesia de San Sebastián en Torrecampo, 
anterior a 1905. Solienses.(Foto: El Celemín,2)

Lo añadido a la iglesia de San Andrés en Alcaracejos como casita del reloj es similar a lo que podemos observar en la foto de Torrecampo. Por el contexto social y cultural de la zona, forma de construir, etc… podemos suponer que el reloj de Alcaracejos podría ser de finales del siglo XIX o principios del XX. En esos tiempos se colocaban relojes mecánicos de torre. Funcionaban gracias a un sistema de pesas y engranajes. Al descender las pesas por gravedad, proporcionaban la energía suficiente para accionar los mecanismos. Las pesas había que subirlas periódicamente, a veces diariamente, y se accionaban con una manivela. Estos relojes podían disponer de un sistema de sonería: las campanas marcaban las horas – y las medias horas – transmitiendo así la información horaria a la comunidad[3]. Como podemos ver por la foto, el reloj de Alcaracejos tenía agujas. Del mantenimiento (engrase, limpieza, dar cuerda, etc…) solía encargarse un vecino de la localidad, pagado por el ayuntamiento o la parroquia.

Fachada. Fondos Diputación Provincial. Córdoba





[2] Solienses: La torre de Torrecampo, 16 de agosto de 2008.

[3] IA

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