Sirva la crónica aparecida en el
Diario de Córdoba de Comercio, Industria, Administración, Noticias y Avisos
como documento que certifica que los disturbios respondieron a una problemática
minera local, sueldos bajos, carestía y escasez de alimentos y especialmente
del pan. La revuelta que ocurrió el 24 de mayo, aparece fechada el 25 pero el
periódico la sacó el 27. La catástrofe del pozo en la mina Santa Isabel de Belmez
ocurrió el 17 de marzo, es decir pasan más de dos meses, por lo que podemos
deducir que poco o nada tuvo que ver con esta protesta. En el relato que el
periódico hace de los hechos no aparece ninguna pista que conduzca a “solidaridad
con Belmez”, aunque pudiera formar parte del contexto de reproches a las élites
del momento. A continuación reproducimos la crónica del corresponsal [1]VENTURA.
DESÓRDENES EN ALCARACEJOS
(De nuestro corresponsal)
Mayo
25
Los obreros de la
mina <<Demetrio>>.Peticiones.-Varios detenidos. - Empieza el
motín.- Agresión a la guardia civil.-Sigue el desmán. Los heridos.- Se
restablece el orden.
Según noticias que he podido confirmar, se habían puesto de acuerdo la
mayor parte de los operarios de la mina Demetrio, de este término, para
dirigirse en manifestación al director de la misma, en la mañana de ayer, con
el fin de pedir subida en los jornales, y que se les hiciera al mes un pago, y
por lo menos un socorro.
Hechos dos grupos los amotinados, se colocaron en las primeras horas
del día de ayer en los caminos que de este pueblo y de Villanueva del Duque
conducen a dicho centro minero, para enterar a todos los trabajadores del
proyecto, no pudiendo realizarlo porque supieron que se hallaba ausente el
referido director, señor Taylor, que llegó algunas horas después.
Vista la actitud de los trabajadores, y en previsión de que se pudiera
alterar el orden, los empleados de la mina referida pidieron auxilio a la
guardia civil reconcentrada en Pozoblanco, y a las pocas horas se encontraban
aquí algunas parejas al mando del cabo don Fernando Muñoz Bueno, quienes
hicieron siete detenciones, poniendo a disposición de este juzgado municipal
otros tantos individuos, cuya autoridad empezó a instruir las-primeras
diligencias.
Todo continuaba en estado normal en esta villa, y solo se dijo en la
mañana de hoy que el resto de los amotinados irían a la mina a exponer su
petición, y allí fue la fuerza reconcentrada.
Mayo
24 (11'30 m.)
En este momento invade la plaza del Ayuntamiento una imponente
manifestación, compuesta de cerca de mil personas, en su mayoría mujeres, niños
y algunos mineros, gritando: "fuera los presos”.
Se hallan en dicha plaza el Ayuntamiento, la Audiencia del juzgado y la
cárcel, en un mismo edificio, y allí se encuentra la fuerza de la guardia
compuesta de tres parejas, y el cabo mencionado.
Todas las autoridades allí reunidas, suplican a los manifestantes que
se disuelvan pacíficamente.
Invitada por la autoridad local, sube a la Alcaldía una comisión de los
manifestantes, quienes piden que se pongan en libertad a los detenidos.
Se les contesta que por el momento no puede accederse a su petición;
que se hará cuanto se pueda en su favor, y se les ruega que lleven el
convencimiento a los demás, y así lo ofrecen.
Crece la hostilidad al bajar la comisión, profiriéndose los mismos
gritos, y trata la fuerza de que despejen la plaza en buenas formas.
La mayoría coge
piedras que lanzan sobre el edificio y los guardias, alcanzando a estos
algunas, se sienten algunos tiros de revólver y pistola, y se oye la voz de ¡
fuego!.
Se hacen varios
disparos al aire, y no se consigue la dispersión.
Suenan algunos
tiros más; se ven dos o tres heridos en el suelo, y huye la multitud, quedando
completamente desierta la plaza.
Mayo
24 (1 t.)
Paz completa.
Mayo
24 (2'15 t.)
Llega el teniente primer jefe de la línea de Pozoblanco, don Emilio
Vidal y Poveda con más fuerza, y son conducidos los detenidos a la cabeza del
distrito. Este celoso e incansable jefe, toma multiplicadas medidas para la conservación
del orden, y entre ellas, publican un bando que es pregonado a redoble de
tambor, y el pueblo parece estar solitario.
Mayo
24 (8 n.)
Continúa el juzgado en la instrucción de diligencias, auxiliado por
todas las autoridades de la localidad, y especialmente por el señor Vidal y
Poveda, quien, como siempre, despliega una actividad y celo dignos de todo
encomio.
Merecen mención especial los guardias civiles a las órdenes del cabo
señor Muñoz, por su comportamiento, consiguiendo restablecer el orden.
Mayo
24 (11 n.)
La tranquilidad en
este vecindario es absoluta.
El estado de
algunos de los heridos es grave.
Mayo
25(10 m.)
Ha pasado la noche
sin novedad.
La tranquilidad continúa hasta esta hora, en que cierro la presente
correspondencia.
Prometo comunicar
detalles de posteriores sucesos, si acaecieran.
Este pueblo no ha presenciado nunca hechos semejantes al que ayer se
desarrolló en la plaza, y la consternación fue inmensa.
Los heridos continúan en el mismo estado.- VENTURA
¿Cómo terminó situación?. Está claro que Alcaracejos sufrió
la misma crisis de subsistencias que se padeció en multitud de pueblos de
España. [2]Antonio
Mª Calero explica la salida de aquella protesta de la siguiente forma “Los
mineros de la mina Demetrio, que en aquel año de 1898 alcanzó su máximo con
1000 obreros, no fueron ajenos a esta crisis, aunque tuvieron seguramente la
suerte de contar con una potente compañía detrás, nada interesada en que el
trabajo de las minas pudiera verse detenido de alguna manera y que puso remedio
rápidamente poniendo a su disposición cantidad de pan suficiente y a precios
por debajo del mercado para calmar los ánimos. Así se consigna en el informe
que aporta la compañía a la junta general de accionistas: “al notarse en las minas la imposibilidad de surtirse de pan, una buena
aparte de nuestros obreros, inducidos por elementos extraños, se declaró en
huelga, pero acudiendo el Consejo a atajar el conflicto (…) halló el medio, si
bien a costa de algún sacrificio, de proporcionar pan a los obreros y a sus
familias y dictó también otras disposiciones encaminadas a satisfacer la parte
justa de las reclamaciones de los operarios…”. Curiosamente, como también
es natural, ninguna referencia se hace a los sucesos acaecidos el 24-25 de
mayo porque no existía ningún interés en alarmar a los accionistas.
[1] El
corresponsal “VENTURA”, con total seguridad debe tratarse de D. José Ventura
Fernández (1862 – 1928). Maestro Nacional en Alcaracejos. El Gobierno de S.M.
Alfonso XIII lo nombró Caballero de la Orden Civil de Alfonso XII. En 1898
tenía 36 años. Historia de Alcaracejos y
su escudo. Ayuntamiento de Alcaracejos.(1955).
[2] Profesor
de I.E.S., en activo, Biología y Geología. Su afición está centrada en la minería del plomo de
la Edad Contemporánea en Villanueva del Duque y Alcaracejos, aunque también ha
ido recopilando información sobre la minería, en general, de la Comarca de Los
Pedroches.
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