jueves, 3 de octubre de 2019

Biblioteca Virtual de Prensa Histórica y Alcaracejos

          Investigar sobre tu pueblo, hoy, es muy fácil si dispones de ordenador, conexión a internet y un poquitín de manejo en la red, sólo un poquitín. Te sorprenderás de la cantidad de cosas que hay "por ahí" y de lo interesantes que resultan la mayor parte de ellas. Si te gusta tu pueblo y te mueve la curiosidad, te aseguro un buen rato de diversión descubriendo su pasado, nombres de sus vecinos, sus fiestas, sus costumbres y hechos que sucedieron hace tiempo. Internet está llena de sorpresas. Desde aquí te vamos a ir indicando "yacimientos de noticias, datos y documentos sobre Alcaracejos" y nos aproximaremos un poco a sus contenidos. Te dejamos a tí entrar de lleno en estos grandes almacenes de información y recorrer tu propio itinerario. ¡ Es muy sencillo! Prueba. No te vas a arrepentir. 

         Nuestro primer lugar colmado de información es la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica. Para entrar y localizar Alcaracejos - puedes escribir si lo deseas el nombre de otro pueblo - sólo tienes que seguir las siguientes instrucciones: 


1.- Escribir Biblioteca Virtual de Prensa Histórica en el navegador y pulsar intro.

2.- Picar en Búsqueda.

3.- En el rectángulo de Búsqueda General teclear ALCARACEJOS, intro.
               
           En pocos segundos tenemos delante de nosotros 4.295 entradas, 4.295 noticias sobre Alcaracejos distribuidas en 111 periódicos con la fecha de su publicación. Entre paréntesis se indican el número de noticias que trae cada uno de ellos. Ya sólo tenemos que elegir un periódico y ver lo que han dicho sobre nuestro pueblo.
                 Facilitamos la relación de los 50 primeros para que te hagas una idea.
  1. Diario de Córdoba de comercio, industria, administración, noticias y avisos (1818)
  2. El defensor de Córdoba: diario católico (969)
  3. La voz: diario gráfico de información (733)
  4. El Cantábrico : diario de la mañana (71)
  5. La Atalaya : diario de la mañana (60)
  6. Almanaque del obispado de Córdoba (52)
  7. El magisterio español : Revista General de la Enseñanza (49)
  8. La Correspondencia de España : diario universal de noticias (45)
  9. Boletín de la Cámara Oficial Minera de Córdoba (44)
  10. El sur : diario de la tarde (27)
  11. El comercio de Córdoba : diario de artes, industria, comercio, administración y noticias (26)
  12. La Libertad (26)
  13. Revista Mariana: publicación mensual con censura eclesiástica. Dedicada a fomentar la devoción a la Santísima Virgen (24)
  14. Azul : órgano de la Falange Española de las J.O.N.S. (23)
  15. Boletín de la Cámara Oficial de Comercio e Industria de Córdoba (15)
  16. Diario de Burgos : de avisos y noticias (15)
  17. Guión: diario de la mañana (14)
  18. Heraldo Alavés : Diario independiente de la tarde (14)
  19. Política (14)
  20. El Liberal (12)
  21. El Luchador : diario republicano (11)
  22. Córdoba automovilista : órgano de los automovilistas de la provincia (10)
  23. El Magisterio cordobés : Órgano de la Asociación Provincial del Magisterio (10)
  24. El Porvenir del obrero : eco de la sociedad de este nombre (9)
  25. Boletín Oficial de la Provincia de Guadalajara (8)
  26. Boletín de la Sociedad Económica de Amigos del País de Córdoba : Órgano Oficial de la misma (8)
  27. El Día de Palencia : defensor de los intereses de Castilla (8)
  28. La Voz de Menorca : diario republicano (8)
  29. Nuestra lucha : portavoz de la Unidad Obrera (8)
  30. Boletín de la Real Sociedad Geográfica (7)
  31. La Alborada : diario de ciencias, literatura, artes, noticias, comercio y anuncios (7)
  32. La prensa : diario republicano (7)
  33. Boletín oficial de la provincia de Palencia (6)
  34. Boletín oficial de la provincia de Santander (6)
  35. Patria chica : revista gráfica, eutrapélica y apabullante (6)
  36. Boletín Oficial Eclesiástico del Obispado de Córdoba (5)
  37. El Adelanto : Diario político de Salamanca (4)
  38. El Progreso : diario liberal (4)
  39. Heraldo de Castellón (4)
  40. Heraldo de Zamora: Diario de la tarde. Defensor de los intereses morales y materiales de la provincia (4)
  41. Imperio: Diario de Zamora de Falange Española de las J.O.N.S. (4)
  42. La Gaceta de Tenerife : diario católico de información (4)
  43. Boletín de la comisión de monumentos históricos y artísticos de Navarra (3)
  44. Boletín oficial de la provincia de Cáceres (3)
  45. Correo de la mañana (3)
  46. El Día : diario de información defensor de los intereses de Alicante y su provincia (3)
  47. El avisador numantino : Periódico de intereses generales y noticias (3)
  48. La orientación : Periódico semanal de Instrucción Pública (3)
  49. Anuario teatral (2)
  50. Boletín Oficial de Zamora (2)
                Colocar en este blog fuentes de información sobre Alcaracejos responde al deseo de promover vocaciones investigadoras entre aquellos /as que lo queremos para que entre todos ayudemos a conocer su historia local y su evolución como pueblo a lo largo de los años.


sábado, 31 de agosto de 2019

Entrevista Miguel " El Carpintero"

               Miguel García López, Miguel, el Carpintero en distancias cortas, nace en 1927 en Alcaracejos, en el actual número 6 de la calle Fuente, en la pequeña plaza que la inicia. Mirando al sur, la casa del rincón a la derecha. Algunos la conocen como la casa del pajero. Al poco tiempo se fueron a vivir a la C/ Sol, nº 20. Hoy 5 de agosto de 2019 tiene 91[1] años. La sonrisa fácil, la mente
Casa donde nació Miguel. C/ Fuente,6
ágil, el paso algo lento y el corazón grande. La sencillez le rebosa por sus cuatro costados y, puedo asegurar, que la bondad también. Miguel es un hombre bueno, en el buen sentido de la palabra bueno. Generoso, servicial y afable. Una persona con la que da gusto conversar. Por dos veces nos ha recibido en su casa con su hija Pepi. Todo ha sido amabilidad y buen hacer. Estoy convencido de que tan importante es el paisaje de nuestros pueblos como el paisanaje.
   Sus padres, de Añora, fueron José y Alfonsa y tuvieron cuatro hijos: Ana, Juan, Miguel y Pepe.
   Su padre se llamaba José García López, curiosamente con los mismos apellidos que su hijo. Era carpintero ebanista, sacristán[2], hacía fotografías, tocaba el violín, el piano, instrumentos de cuerda o de aire, etc….. Hizo los bueyes que en la actualidad siguen acompañando a la imagen de San Isidro. Su madre, Alfonsa López Ruiz, viuda desde 1933, fundamentalmente se dedicó a la casa y a los hijos.
Miguel, muy joven
   A la muerte de su padre, Miguel tiene seis años y se va a Añora con su tío Miguel, hermano de su padre, también carpintero. Asiste a la escuela hasta los nueve años con D. Antonio “el beato”, que era de Pozoblanco. “A veces, cuenta Miguel, por no sabernos la lección, nos dejaba encerrados en la escuela sin ir a comer”. Eran otros tiempos.
               Si vida laboral se inició con nueve años (1936), edad en la que empezó a guardar vacas de un tal Juan Bretón, noriego.
               Durante la guerra, que pasó en Añora, tuvo que salir tres veces de huida. La primera vez entre Dos Torres y Añora se refugiaron en una nave de ganado llenita de pulgas. Otra vez su huida llegó hasta El Guijo.
               El padre de Miguel tuvo otro hermano, sacristán en Pozoblanco en la iglesia de San Sebastián. Se llamaba Juan García López. Este tío suyo tuvo la mala fortuna de que dos amigos, del bando nacional, conocedores de su casa, se cobijaron allí. Llegaron los rojos persiguiéndolos y al descubrirlos mataron a los tres, aunque su tío Juan no sabía que estaban allí: Cosas de la guerra…, comenta.        
     A los 13 años, en 1940, entró de aprendiz de carpintero con su tío Miguel. En plan irónico expone que “en aquellos tiempos no había ni puntillas, por lo que teníamos que enderezar con cuidado las que se torcían”. Recuerda con claridad los carros que se hacían en aquella carpintería y como les ponían los aros de hierro a las ruedas. “Con leña, se hacía una circunferencia del tamaño del aro y se le pegaba fuego. El hierro tenía de perímetro tres centímetros menos que la rueda de madera. El aro se colocaba en ese fuego circular y se dilataba… dilatado se cogía entre tres personas y a base de golpes y maña había que meterlo en la rueda. Una vez metido se refrigeraba haciéndolo pasar por agua girando la rueda para evitar que la madera se quemara”.
Pura y su hermana María con
sus padres, Isabel y Santiago 
               Aparte de carros se hacían puertas, armarios, camas, etc… todo para el ajuar y también ataúdes. Estos últimos se pintaban con unos polvos de “humo de pez” que costaba mucho trabajo disolver en agua. También se forraban de tela por dentro con unas puntillitas muy pequeñas, como de medio centímetro. La carpintería estaba en la calle Olivos, calle que hoy sigue llamándose así.
  Miguel se asoció con Francisco Gómez “Francisquito”, compraron maquinaria y dejaron de hacer carros. “Francisquito” era muy chirigotero y le gustaba tirarse a las vaquillas en las ferias de Añora y Alcaracejos.
     Llegado el momento, Miguel tuvo que hacer la mili. Estuvo en Marruecos, en Regulares nº 6. Entre Chaouen y Tetuán sirvió veinte meses. Fue una época en la que había mucha miseria y estaba muy delgado. Nunca vino de permiso. Se licenció con 22 -23 años. Sería 1949.
  Después de la mili siguió en Añora con la carpintería. Tocaba la guitarra con otros amigos y organizaban bailes por su cuenta. Dice que la gente le preguntaba: Miguelito, ¿vas a hacer baile en la calle Melilla? Y él contestaba: “Depende de lo que se arrime el personal…”
   En 1956, Miguel y Pura se casan en Alcaracejos pero permanecen en Añora tres años más. Sus dos hijas nacen mojinas: Pepi en 1960 e Isabel en 1961. Se trae sus herramientas y su máquina combinada que hacía varias cosas: serraba, hacía molduras, etc… y se instalaron en la calle Nueva, nº 8, en la casa chica y desde allí se mudaron varios años a la calle El Sol, 20. Pura era hija de Santiago Rodríguez e Isabel Caballero que tuvieron tres hijos más: Marí, Miguel y Luis. Santiago tenía una popular y frecuentada taberna en la calle Nueva. Miguel y Pura en 1965 vuelven a trasladarse a la casa chica, cuando sus cuñados Miguel y Lucrecia se fueron a Pozoblanco con sus tres primeros hijos.
De izquierda a derecha: Eusebio Redondo , Luis Rguez Caballero (*),
 Fermín y Sra, Pura (hermana de Luis) y Miguel.
               En 1966 Miguel se colocó en la Mina del Rosalejo y se llevó allí su máquina. En la mina había mucho trabajo y tenían otra serradora. Estaba asegurado y la paga no estaba mal. Allí estuvo “diez años menos un día”. En su etapa de Alcaracejos Miguel formó rondalla con Fermín “el picapedrero” y otros.
               Lo cierto es que la vida laboral de Miguel ha sido un ir saltando de un lado para otro pues en 1974 se traslada a Córdoba colocándose en un taller de carpintería. Allí se trabajaba con maderas tóxicas, circunstancia que garganta y pulmones de Miguel no pudieron soportar. Tuvo que irse y encontró un pequeño taller en la barriada de Santa Rosa, en la Calle Olivo, en el que estuvo cuatro o cinco años. De allí pasó a un taller en el Campo de la Verdad, carretera de Castro del Rio. Se asoció con Manuel Pozo, villaduqueño que estuvo vendiendo helados por los pueblos de los Pedroches con una moto y un carrito verde. Estuvieron 19 años juntos actuando Pepe Sojo como autónomo y Miguel y Manolo como empleados.
               Pura, su mujer, muere en 1987, a la edad de 56 años. Miguel se jubila y se deshace de toda su maquinaria. Los diez años trabajados en la mina se contabilizaron como veinte, valían el doble.
               Desde hace años Miguel comparte su vida con su hija Pepi, viuda también. En verano se vienen al pueblo a la casa de su hija, que está edificada en lo que era la cámara de la taberna de “Santiago el Grillo”, pues en Córdoba hace demasiado calor. Miguel siempre fue un buen cocinero y procura que no se le olvide. Le enseñó Mª Gertrudis, esposa de su tío Miguel de Añora. A sus casi 92 años sigue haciendo unas habichuelas que le salen “bordás”, un exquisito pisto con pechuguitas de pollo que quitan el hipo, un suculento rabo de toro digno de restaurante, una sabrosísima tortilla de patatas y unas migas “tostás” a las que tiene cogida la medida: “para cinco personas se necesita 1 kilo de pan, ½ litro de agua más algo de vino blanco y ¼ litro de aceite”, unas buenas sardinitas y la mano y la experiencia de un chef de primera: Miguel “el carpintero”. Pepi, su hija, recomienda la ensalada de melón con pimientos asados, receta noriega. La hacía su abuela Alfonsa.
               La familia de Miguel siempre ha sido un poco artista. A las habilidades de su padre, ya citadas, hay que añadir unas preciosas pinturas veteadas de paredes que imitaban el mármol. Su hermano Juan pintaba cuadros sin que nadie le hubiera enseñado. Su hermano Pepe, casado con Amelia y padre de Josefa, Noni y Alfonso, aparte de carpintero y picapedrero, hacía figuras de caballitos y palomas, ayudado por su madre – Alfonsa – que luego rifaba por el pueblo. Estamos ante una familia muy creativa y muy autodidacta.
Chino de rio con postal adosada
Repisa utilizando cabecero
               Miguel tiene su casa de Alcaracejos como un pequeño y particular museo: con cabeceros de cama recogidos en la calleha hecho unas preciosas repisas; las lúgubres y famosas "perchas" utilizadas para cazar pajarillos ha creado una singular y artística estructura metálica; con paciencia y conocimiento hizo una preciosa y perfecta miniatura de carro; la mesa de cocina de su hija, a modo de fina taracea, es una obra artesal de primera; chinos de ríos con postales o láminas pegadas conforman una original y vistosa colección.....
Escultura metálica hecha con cepos


Carro hecho a escala
Chino de rio con postal adosada
Detalles de tablero de mesa a modo de taracea
                Desde estas páginas agradecemos la generosidad demostrada al permitirnos entrar en su vida y en su casa, donde la sencillez y una cálida humanidad reinan en todos los rincones. Sinceramente, ¡Gracias!

       Queremos terminar con un recuerdo muy especial para la Taberna de Santiago "El Grillo", lugar histórico en Alcaracejos de tertulias, reuniones y aparcerías de familiares y amigos. Pepi, hija de Miguel y Pura y nieta del conocido tabernero nos ha facilitado las siguientes fotos. La tomamos como referencia para identificar a las personas de la siguiente foto:
Su tía María, abuelos Isabel y Santiago (*) (sentado), Rafael López Mansilla, Pura, su madre (de pie), el cariñosamente llamado "Meriendas" y Heliodoro López, abuelo de sus primas Rafi y Tere.(Foto de Miguel García Moreno de Peñarroya)

Pepe y Santiago "El Grillo", hermanos.

Tabla que estuvo en la famosa taberna de Santiago
(*) Isabel Caballero Puebla (1903 - 1961) y Santiago Rodríguez Rodríguez (1902 - 1996).
Luis Rodríguez Caballero, hijo de los anteriores (1941-2003).


[1] Hasta el 10 de octubre que es su cumpleaños.
[2] Era párroco de Alcaracejos D. Juan García Herruzo, asesinado luego en la Guerra Civil.


sábado, 20 de julio de 2019

Recuperando Patrimonio: La Ermita de San Andrés

           
Fachada principal: Antes y ahora
 
Era una obra reclamada por el pueblo, por la gente normal, de dentro y de fuera. También desde este blog y desde algunos medios y plataformas culturales de la provincia. Era demandada por el conjunto del pueblo, porque muchas personas en ese pequeño templo, mezcla de cortijo andaluz y ermita de pueblo de los 50, allí se casaron, allí bautizaron a sus hijos, allí celebraron los funerales de padres y abuelos. También allí, entre la sencillez de su bóveda, anidan villancicos y está el sonido del órgano / armónium de Vidal, el sacristán. Demasiados y recientes recuerdos para dejar que se pierdan por la alcantarilla del tiempo. Muchas Semanas Santas con las imágenes cubiertas por los paños morados, muchos Corpus Christi con campanas de fondo, muchas Virgen de Guía con el olor a pólvora, muchos niños y niñas recitando poesías a la Virgen en el mes de mayo. No, ese edificio que durante veinte años cobijó todo eso y mucho más, no se le podía dejar caer. Alcaracejos perdió ya una singular iglesia en la Guerra Civil y nadie puede pedirnos que por la horrenda burocracia volvamos a perder otra. Sin ánimo de polemizar respetamos otras opiniones, pero mantenemos nuestra discrepancia. Creo que en este asunto, como en otros, la papelocracia - que sin duda es importante- hay que relativizarla un poco. Estoy seguro que los asuntos pendientes se resolverán. Mientras tanto el inmueble, ya está dando servicios y ha aumentado nuestro escaso patrimonio arquitectónico.
Patio interior y campanario: antes y ahora
            Entiendo que en ese marco se produce la cesión del uso de esta ermita por la Diócesis de Córdoba al Ayuntamiento y su posterior restauración. El local podrá ser Museo de Hermandades y Cofradías y salón de actos para exposiciones y actividades. Se excluyen actos políticos y sindicales y cualquier actividad que vaya contra “lo católico”. También “es incompatible su utilización por Cofradías y Hermandades de Alcaracejos en Semana Santa y resto del año”. Avisando, podrá servirse de este espacio la Parroquia de San Andrés para actividades que le son propias.
Nave interior: antes y ahora
            Salvando el tejado, el estado del edificio era deprimente. Su deterioro y abandono causaba además de impotencia, pena e indignación. El proyecto ha costado 52.500 € de los que 10.000 han sido responsabilidad del Obispado, saliendo el resto de las arcas municipales. La obra supervisada por Dª Cristina García Arévalo, Arquitecta Técnica en el Ayuntamiento de Alcaracejos, ha respetado el proyecto original de los años 40 (1946) de Regiones Devastadas. Así se ha mantenido el suelo, los huecos de las ventanas, el coro, el espacio ocupado por la pila bautismal, la zona del presbiterio, etc…
            Desde el 24 de febrero de 1966, fecha en la que se inauguró el edificio – nave de la actual parroquia, esta exparroquia provisional se destinó a varios usos, entre ellos almacén, local de una cooperativa de mujeres de Corte y Confección, sala de algunas reuniones y salón de homenaje a los mayores.
Vista general del interior:antes y ahora
            El pasado 25 de mayo tuvo lugar su apertura al público. Me constan los ohes de admiración de los visitantes por la magnífica terminación del proyecto. Desde aquí animamos a la nueva Corporación de Alcaracejos, a entidades y personas preocupadas por la cultura – mojinas o no - a plantear iniciativas que permitan rentabilizar las inversiones realizadas para beneficio del pueblo y de la Comarca.
            Particularmente, estoy convencido de que la precisa y preciosa rehabilitación de este edificio ha levantado el ánimo y la ilusión en el corazón de much@s mojin@s.
      Las fotografías de antes (Febrero 2019 hacia atrás) y después (Mayo 2019) han sido cedidas gentilmente por Francisco Adrián Sánchez Hospital. Las tres que siguen pertenecen a Víctor Merchán.

Vista parte lateral - trasera
Puerta de entrada y antiguo Coro

Perspectiva interior desde el Coro
Fuentes: Programa de Feria de Alcaracejos 2019, pág 53.- Convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de Alcaracejos  y la Diócesis de Córdoba de 19 de diciembre de 2018 y Concejalía de Cultura del citado Ayuntamiento.

jueves, 18 de julio de 2019

Camino mozárabe en Alcaracejos: Desde el Guadalbarbo al Cuzna

Plano general del recorrido
            Todos los caminos son algo más que una ruta, unos kilómetros por hacer. Todos los caminos tienen una historia, un relato por contar. En ellos están los tratos de comerciantes, los carros de los cosarios, asaltos de bandoleros, las pisadas aborregadas del ganado, las huellas violentas de los guerreros, las marcas del caminante, los vestigios de la tradición, los rezos de los peregrinos, las voces y los silencios de los que pasaron por allí, sus pensamientos, sus sentimientos,….un camino es siempre un baúl alargado lleno de recuerdos y de rincones. En él, los descansaderos se mezclan con fuentes y manantiales; el aroma salvaje y penetrante de algunas plantas se fusiona con los perfiles de lejanas montañas legendarias. Los caminos nos hablan de soledad y compañía a la vez, de palabras colgadas de los árboles y de trinos de pájaros grabados en el viento, de peñascos limados por traseros tratados como asientos. Hay que escuchar con los ojos y ver con los oídos para apreciar la inmensidad de un humilde camino. El hacer caminos nos transforma en ciudadanos de un mundo con encanto, casi mágico, y nos hace mejores. El camino nos habla al son de las pisadas. No todo el mundo puede escucharlo, pero merece la pena intentar compartir ese diálogo.

            Corría el año 2018 cuando explicamos, lo mejor que se pudo, el recorrido que une el río Cuzna y su Molino Horadado con Alcaracejos por el Camino Mozárabe. Este 2019 queremos ilustrar esta ruta desde el Guadalbarbo al Cuzna mostrando algunos datos de interés.
            Venimos de Villaharta[1]. Acabamos de bajar un descenso largo pero no muy pronunciado. Estamos a siete kilómetros de esta villa y a diez del Puerto Calatraveño[2], en plena Calzada Real Soriana: vamos hacia el Norte, atravesamos el Guadalbarbo[3] por el vado de Venta de Arenales, aún en término de Espiel, pero si fuera subido de tono, existe una pasarela 200 metros aguas arriba. Es ahí donde fijamos nuestro punto de salida e iniciamos nuestra narración. El río custodia una vegetación de soto con adelfas, fresnos, álamos, quejigos y tamujos. Unas decenas de metros más y estamos en tierras de Alcaracejos. Las aguas del Guadalbarbo siguen bajando buscando el Guadalquivir hacia nuestra derecha delimitando la frontera sur del término de Alcaracejos mediante unos característicos meandros.
            Seguimos la marcha y, a lo largo de un kilómetro, subimos un gran cerro por medio de un regajo pasando junto al cortijo de la Estanquera o de Felipe. La Cañada está cubierta por monte bajo muy denso y extensos olivares la rodean a más de 600 m de altura.
            Estamos en la Sierra, una Sierra repleta de olivares. Un verdadero tesoro verde y vegetal que sigue siendo fuente considerable de ingresos y que nos retrotrae a tiempos pasados. La cultura del olivar en los Pedroches[4] es casi inabarcable. Quién no ha oído cantar esta jotilla:
“Los amores de la Sierra (bis),
Son amores de fortuna,
Que te quiero y que te adoro
Mientras dure la aceituna”
Y aquella otra letra:
Cogiendo la aceituna se hacen las bodas.
Quién no va a la aceituna no se enamora.
¿Qué tendrán, madre, para cosas de amores,
Los olivares.
            A nuestra izquierda aparece el Cerro del Germo, 647 m., hoy propiedad particular, un cerro característico. En él podemos ver algunas construcciones. Debajo de él, el camino sigue dentro de la Cañada. En lo alto están las ruinas de la Basílica Visigoda del Germo[5] y restos de un monasterio en sus alrededores inmediatos, hoy todo inaccesible sin permiso. El Camino Mozárabe / Cañada Real Soriana es la divisoria de los respectivos términos de Alcaracejos y Espiel, perteneciendo los vestigios citados a este último. Algunos autores, sin buena información han hablado de estas piedras como si fueran de Alcaracejos, pero no es así.     
       Seguimos bordeando el perímetro del cerro y llegamos a una bifurcación: a la derecha se queda el Peñón del Lazarillo con su cortijo y el Arroyo del Musgaño, que baja circunvalando la altura de la Chimorra[6], hacia el NE, con sus 959 metros. Hacia el Sureste, continúa el carril que nos llevará a los Molinos de la Gargantilla, a unos 7 kilómetros. Los peregrinos, siguiendo la señalización se dirigirán hacia la izquierda. Estamos rodeados de inmensos olivares.

            A pocos metros de la desviación, a la izquierda, se abre un sendero en cuesta: es el camino que nos llevaría a las ruinas del Germo. Una hercúlea cancela nos cierra el paso. Los azulejos muestran el nombre de Yasmina Moreno.
            Algo más adelante, oculto en la maleza, en la margen derecha, duermen los restos de un dolmen debajo de una encina. Para verlos hay que salirse del camino. Pepe nos cuenta que fue la mano torpe de una potente máquina la que lo destrozó. Durante siglos estuvo más cerca del camino, pero al parecer molestaba su ensanche y claro ¡lo empujaron! El no tener catalogado nuestro patrimonio permite que este tipo de cosas ocurran y, además, permanezcan impunes. ¡Todo un despropósito!.
            En las inmediaciones del dolmen, siguiendo el camino, a la derecha nos encontramos con La Chimorra de Mancebo. Tras su verja un paisaje profundo en el que se aprecian pinos y olivos. A su entrada hay un enorme peñasco con una flecha amarilla que nos invita a seguir hacia delante. Pepe comenta que, por su forma, podría tratarse de un menhir aunque no tenemos datos que lo certifiquen. Un posible menhir que reposa acostado por el paso del tiempo.
            Estamos en el tramo Camino de las Gitanillas[7], unos 4’5 km, limitados por alambradas, desde la curva del Cerro del Germo hasta el puente del Arroyo del Lorito. Al frente, que es oeste, destacan algunos montes gestionados por Medio Ambiente, entre los términos de Belmez y Espiel, como el Cerro Sordo, la Zarca y el sobresaliente cerro de Peña Crispina. La Cañada por aquí varía entre los 40 - 70 m. de anchura y transcurre entre los 600 - 700 m. de altitud.
            Sin que nos demos cuenta, ante nuestros ojos, tranquilo, cruza un zorro. Atraviesa el camino y se pierde en la maleza del monte bajo. No nos da opción a foto. Nuestros ruidos espantan una urraca de la rama de un árbol. De vez en cuando vemos rabilargos. En el cielo, muy altos, buitres leonados dan vueltas en círculos explorando el terreno. Todos son fauna de la zona. Un privilegio más que habrá que saber cuidar.           
Después de una curva aparece la vasta explanada de Venta Vegas, limitada en su izquierda por una loma del mismo nombre de 693 metros de altura. Toda la terraza es Cordel que durante un gran tramo acoge en su seno al Camino Mozárabe y al cauce del Arroyo del Lorito. Con su omnipresente flecha amarilla, enseguida nos reciben unas ruinas de al menos dos edificaciones: corresponden a una vieja herraduría[8] y una cuadra, o algo parecido, más pequeña. El nombre de Venta Vegas unido a la casa y oficio de un herrador dispara la imaginación y nos hace pensar que aquella extensión habría sido lugar de cambio de caballerías, descanso de viajeros, herraje de caballos, lugar de encuentro de arrieros, etc.

            A la izquierda una bifurcación que no seguimos, justo antes del puente, nos conduciría al Cerro de los Dólmenes, a unos dos kilómetros. Ese cerro, según Pepe nos cuenta, está relacionado con la cultura calcolítica[9], en término de Espiel.
            Cruzamos el viejo puente sobre el Arroyo del Lorito y entonces el Camino, Cañada y corriente giran rotundamente hacia la derecha, hacia el Norte, dejando a la izquierda una carretera terriza que va a salir a la N – 502, al kilómetro 383’800. Hacia arriba, a lo largo de un kilómetro, más o menos, Arroyo, Cañada y Camino avanzarán paralelos, ofreciendo un recorrido con tres personalidades y tres historias distintas, pura oferta de tres en uno.
            Al final de ese paralelismo, el Arroyo del Lorito se desvía hacia la derecha, pero nosotros seguimos recto iniciando el ascenso de unos dos kilómetros de longitud hacia el Puerto Calatraveño (750 m.).
            El camino que se debe seguir ahora no va exactamente por el interior de la Cañada, sino que en determinados lugares la abandona para aprovechar zonas con menor pendiente, quedando siempre a una corta distancia. Las encinas se sustituyen por olivares, lo cual permite ver con claridad la Cañada, respetada por los propietarios colindantes y donde prolifera el monte bajo. Es fácil de ver una franja de arbustos entre tierras de olivar, con frecuencia, cultivadas.   
    A la derecha aparecen lo légamos[10] de la Mina Guillermina[11] y a un par de minutos vemos el yacimiento abandonado de barita, al que se puede acceder por un camino, a la derecha. Justo detrás del edificio del ventorrillo derruido hay un portón.
       El viejo Ventorrillo del Cachorro[12], en palabras y plano de D. José Ventura de 1921, está prácticamente en ruinas. Tiene unas
fotos, pues a pesar de su deterioro desprende cierta belleza. Restos evocadores de viajeros, carruajes, cosarios, comerciantes y ganado. Al lado hay un cortijo con gente todavía y unos perros que avisan pronto de su presencia.
            Seguimos subiendo. El Camino – Cañada sigue paralelo a la carretera N 502. Un carril, a la izquierda, a modo de vía de escape, nos lleva al Puerto Calatraveño con su Serranilla del Marqués de Santillana[13] y el bronce de Aurelio Teno, Monumento Raíces de los Pedroches, inaugurado en 1994. “La escultura representa al “Hombre de los Pedroches”, caracterizado por la fuerza y el vigor, mitad campesino y mitad ganadero. Su cuerpo tiene forma de tronco de encina, elevándose desde la tierra pero, a la vez, aferrándose a ella. Sobre sus manos exhibe el premio que esta le proporciona, fruto de su trabajo y su esfuerzo personal, un trofeo que muestra al mundo mientras su cabeza se vuelve a la tierra que le da vida”[14]. La altura de la escultura constituye un perfecto mirador de la altiplanicie de Los Pedroches. Enfrente, al otro lado de la carretera está la cueva – vivienda de Juan Palomo, bandolero, uno de los siete niños de Écija que estuvo por estos parajes a principios del siglo XIX.
            Volviendo sobre nuestros pasos recuperamos la ruta mozárabe perfectamente señalizada. Obedecemos la señal girando ahora a la izquierda, buscando el Norte. Empezamos el descenso del Calatraveño que hasta el cruce con el Camino de la Falda de la Sierra nos mantendrá ocupados unos dos kilómetros. A nuestra derecha nos acompaña el Arroyo del Puerto. El Camino mozárabe sigue siendo Cañada Real.
     Llegado el momento, bajamos una pendiente considerable muy pedregosa. Al final aparece un pequeño rellano con una desviación a la derecha que nos conducirá al Barranco de la Calera. Los peregrinos deben seguir rectos e inmediatamente, a su derecha, encuentran una casilla reformada, con una sola planta. Se trata de La Molineta. A su derecha, hacia el Este, pasa el Arroyo de las Burras y en su entorno podemos ver las ruinas de la primitiva “molineta”, molino de aceite muy pequeño que da nombre a la zona. Por aquí se aprecian alcornoques, mirtos y pinos piñoneros.
   El camino ahora es suave y a lo largo de él podemos encontrar coscojos (dan bellotas chiquitas), quejigos (forman agallas[15]), aulagas, lentiscos, mirtos (arrayán), madroños, acebuches, retamas, esparragueras, jaras… formando un conjunto natural indescriptible. Avanzando el camino se ven algunas acumulaciones de pinos.
    De pronto nos sorprende un nuevo descansadero, con techo y asientos. Un verdadero lujo. A su lado una fuente de agua potable, gentileza del cortijo vecino, de la familia Cerezo Gálvez, según consta en la placa de agradecimiento de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago - Camino Mozárabe (23 de enero de 2016). Se trata de la Fuente de San Juan, dedicada a Juan Cerezo Gálvez.
    Seguimos bajando y llegamos al cruce del Camino Mozárabe con el Camino de la Falda
          
de la Sierra o de las Cuatro Casillas que hacia su derecha nos lleva a los Olivares de la Aliseda, y Venta de la Maña (Carretera de Pozoblanco a Villaharta) y por su izquierda sale a la Venta Durán, en la N-502. Este camino cruza el término de Alcaracejos de NO a SE.
            Atravesamos esa gran pista y siguiendo por la Cañada Real Soriana – Camino Mozárabe nos encontramos con el Arroyo de la Aljarilla. Más hacia delante, a la derecha, está el Cortijo Carboneras rodeado de su enorme coto de caza mayor y dónde se organizan monterías de ciervos y jabalíes.
            A un kilómetro, más o menos, el camino sigue recto y hacia el Norte para llegar al Cortijo de la Hoyariza y haciendo alguna curva en su trazado llegamos, bajando, al rio Cuzna y al Molino Horadado, punto de conexión con el recorrido que se publicó en el programa de feria del año pasado (2018). Es por tanto nuestra meta final.

López Navarrete, José * Muriel Gomar, Sebastián
Con la ayuda de Lorenzo Pauner Fresquet
Publicado en el Programa de Feria de 2019








[1] Desde Villaharta a Alcaracejos hay unos 35’5 kilómetros por el camino y no existe ningún tipo de alojamiento.
[2] La Cañada Real Soriana – GR-40.- Excma. Diputación Provincial de Córdoba, 2001. Págs 60 – 62.
[3]Teres, E: Materiales para el estudio de la toponimia hispano – árabe.- Nómina fluvial. Tomo I – Madrid, 1986 – pág 323. Dice Covarrubias que este nombre equivale a “Río de los bornes” y Fermín Caballero, “Río de los barbos”. Asin Palacios lo identifica con Wādí – l – Barbar, ‘rio del Bereber’; los traductores de Muqtabas, V, piensan que este Wādí – l – Barbar debe aludir al actual Guadalbarbo, por tanto, habría de interpretarse como ‘Río de los Bereberes‘.
[4] Es de interés el libro “Olivar de los Pedroches (Tradiciones y Folklore)”. Moreno Valero, M., Córdoba, 1987.
[5] Siglo VI. Estilo norteafricano. De planta basilical de 19 x 13m, con tres naves separadas por soportes rectangulares y dos ábsides contrapuestos, que comunica en el lado sur con otra construcción alargada, también de doble ábside que contenía una pila bautismal ovalada. También existía un pórtico lateral en el costado norte. Parece que siguió siendo utilizada después de la invasión árabe. Algunos autores sitúan aquí el monasterio mozárabe de San Justo y Pastor, al que perteneció el monje mártir San Leovigildo, fallecido en Córdoba 20 / 08 / 852.
[6] Carlos Pau Español, importante botánico contemporáneo español, visitó  esta parte de la Sierra Morena cordobesa durante los días 12 al 22 de Mayo de 1920. El resultado de esta corta estancia fue la publicación de un trabajo, “diez días en Sierra Morena”, donde cita 26 taxones raros, de los cuales cuatro eran especies nuevas para la ciencia. En este trabajo, aparte  de los comentarios científicos aparecen otros que nos permiten indagar sobre la situación de esta zona por aquellos años. P.e.: nos habla de la existencia de algunas cuevas y abrigos adaptados a vivienda en la zona sur del término municipal de Pozoblanco y Alcaracejos, en las sierras que ostentan las mayores altitudes de la mitad norte de la provincia de Córdoba.
[7] Diario Córdoba, José Aumente Rubio: “Camino Mozárabe de Villaharta a Alcaracejos I y II” – Marzo –Abril ,2004.
[8] http://adelantobanezano.com/?p=5661 : muy ilustrativo para los amantes de este oficio.
[9] Período prehistórico posterior al Neolítico y anterior a la Edad del Bronce. Se caracteriza por la utilización del cobre en utensilios y armas. Sinónimo de eneolítico.
[10] Cieno, lodo o barro pegajoso procedente de la explotación minera.
[11] En ella se extraía baritina, relleno considerado ganga que acompaña a los filones de plomo y cinc. Pero en el s XX tuvo gran importancia para la industria. Córdoba llegó a ser líder nacional, llegando a extraerse aquí más del 80 % de la producción nacional. En 1984 tenemos el último dato de su producción que fue de 24.750 toneladas. Fue abandonada a finales del s.XX, afectada por la crisis del petróleo. Se pueden apreciar parte de sus instalaciones y en especial el túnel, de varios metros de anchura y altura y con una pendiente del 14 %, por el que los camiones sacaban a la superficie el mineral.
[12] Su imagen trae a colación unas hermosas palabras e Juan Benet (1977): “Cuando veo una casa lujosa no me fijo en ella, no me llama la atención; sin embargo, cuando veo una casa en ruinas, lóbrega, con el jardín destrozado, las tejas rotas y con una cortina vieja sobre la puerta, puedo pasarme horas y horas  preguntándome qué pasó allí, quién la habitó, cómo ha quedado en ese estado y qué puede ocurrir todavía en ella”.
[13] 1370: aunque es hipotético el año, y la noticia hay que recogerla con reservas, por estas fechas, cruzaría el Marqués de Santillana “la vía del Calatraveño” y compondría la deliciosa Serranilla: La Vaquera de la Finojosa. Redondo Guillén, F.: Pozoblanco, Capital de los Pedroches. Edita Ayuntamiento de Pozoblanco, 2002, pag 41.
[15] Las agallas son estructuras de tipo tumoral inducidas por insectos y otros artrópodos, nemátodos, hongos o bacterias. Se trata de la respuesta del vegetal a la presencia del parásito con un crecimiento anómalo de tejido que intenta aislar el ataque o infección.